viernes, 2 de octubre de 2009

Doppelgänger

Doppelgänger es el vocablo alemán para el doble fantasmagórico de una persona viva. La palabra proviene de doppel, que significa "doble", y gänger, traducida como "andante". Su forma más antigua, acuñada por el novelista Jean Paul en 1796, es Doppeltgänger, 'el que camina al lado' (Molina Foix: 10-11). El término se utiliza para designar a cualquier doble de una persona, comúnmente en referencia al "gemelo malvado" o al fenómeno de la bilocación.

También se utiliza la palabra para describir el fenómeno por el cual una persona puede ver su propia imagen por el rabillo del ojo.

En las leyendas nórdica y germánica, ver el propio Doppelgänger es un augurio de muerte. Un Doppelgänger visto por amigos o parientes de una persona puede a veces traer mala suerte, ser un mal augurio o una indicación de una enfermedad o un problema de salud inminentes. Según escribió el dramaturgo sueco Strindberg, El que ve a su doble es que va a morir.

Los Doppelgänger del folclore no proyectan sombra y no se reflejan en espejos ni en el agua. Se supone que dan consejo a la persona que imitan, pero este consejo puede ser engañoso o malicioso. En raras ocasiones, también pueden inculcar ideas en la mente de la víctima o aparecerse a amigos y parientes, creando confusión.

Mario Praz conecta con la figura del Doble otras populares en el folclore, como el Hombre Lobo o la muchacha hermosa que oculta en su interior una serpiente o demonio (Lamia). Claude Lecouteux explora estas y otras conexiones (hadas, brujas, hombres lobo) en su libro sobre la figura del Doble en la Edad Media.


El Caso Emilie Sagée

Robert Dale Owen se encargó de poner por escrito el singular caso de Emilie Sagée. Él se enteró de esta anécdota por Julie von Güldenstubbe, una aristócrata letona. Von Güldenstubbe afirmaba haber visto en el año 1845-46, a la edad de 13 años, junto a un grupo de entre 13 y 42 niños, al doble de su maestra francesa de 32 años Sagée, a plena luz del día, dentro de su escuela (Pensionat von Neuwelcke). Las acciones del Doppelgänger de Sagée incluyeron:

- Hacer como que escribía y comía, pero sin nada en las manos.
- Moverse independientemente de Sagée, y permanecer quieto mientras ella se movía.
- Aparentar estar en perfecta salud mientras Sagée se encontraba muy enferma.

Aparentemente también el Doppelgänger ofrecía resistencia al tacto, pero era incorpóreo (dos niñas pasaron a través de su cuerpo).

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