viernes, 26 de marzo de 2010

Sawney Bean, el antropófago escocés

Alexander Sawney Bean nació, supuestamente, en el s. XVI en el pueblo de East Lothian, localidad escocesa cercana a Edimburgo. Hijo de un honrado leñador y constructor de canales de riego, comprobó durante su juventud que el trabajo duro no estaba hecho para él, por lo que abandonó su casa para ir a vivir a la cercana Ayrshire, donde conoció a Agnes Douglas, una prostituta con la que comenzó a convivir y que poco más tarde fue acusada de bruja.

Dada la gravedad de los cargos, tuvieron que huir, encontrando cobijo en una cueva muy próxima a la costa que se convertiría en su hogar y refugio en el que ocultarse de las fechorías que cometieron junto con su familia a lo largo de una carrera criminal que se extendió durante veinticinco años.


Su vida en la cueva transcurrió con relativa tranquilidad durante los primeros años, dormían por el día y, por la noche para no ser descubiertos, asaltaban, robaban y después asesinaban a los viajeros que pasaban por las cercanías. Pero sus caracteres se fueron haciendo cada vez más y más salvajes, comenzaron a tener hijos -seis niñas y ocho niños-, y con ellos la situación se tornó más acuciante, ya que había más bocas que alimentar. Si a ello sumamos los dieciocho nietos y catorce nietas fruto de las relaciones incestuosas entre los miembros del clan, es de suponer que con el tiempo deberían dar un paso más para sobrevivir. Y lo dieron, pues a los asesinatos sumaron la antropofagia, llevando a sus víctimas a la cueva para despedazarlas y devorarlas.

Los restos de los cuerpos que no eran consumidos por la familia eran arrojados de la cueva y devueltos por la marea a las playas cercanas. Según fueron siendo hallados, en los pueblos de los alrededores se comenzó a hablar de la existencia de lobos, de hombres lobo e incluso de demonios; frenéticos y aterrorizados, los vecinos comenzaron las pesquisas para intentar encontrar a los culpables y con ellas comenzaron también los errores, pues hubo numerosas personas que fueron condenadas a muerte sin ser, obviamente, los causantes.

Pero la fortuna de los Bean dio un giro cuando, una noche, atacaron a un matrimonio que regresaba a su casa a lomos de su caballo después de haber estado en una feria. El hombre, experto en el uso de las armas se defendió con su sable y su pistola, pero no pudo evitar que su mujer fuera capturada y muerta allí mismo. El combate cesó cuando, otro numeroso grupo de personas que iban por el mismo camino vió lo que ocurría y consiguieron poner a la familia Bean pies en polvorosa. Consiguieron escapar, sí, pero ya habían sido descubiertos.


Pocos días después, una partida de 400 hombres dirigida por el mismísimo rey Jacobo VI de Escocia comenzó su búsqueda. Los sabuesos señalaban con furiosos ladridos la entrada de la cueva, y aunque se estuvo a punto de no entrar por la dificultad para acceder a ella, cuando el monarca, junto con varios hombres, fueron avanzando en su interior, la luz de las antorchas les reveló un espectáculo dantesco: miembros humanos colgados de las paredes, otros en salazón, y las pertenencias de aquellos pobres desgraciados apiladas en un rincón.

Tras ser capturados, Sawney y su familia fueron encerrados en la cárcel de Edimburgo y trasladados posteriormente a la de Glasgow, donde fueron ejecutados sin juicio. En un acto de crueldad similar a las atrocidades cometidas por los Bean, a los hombres les amputaron las extremidades y se les dejó desangrar en presencia de las mujeres. Ellas fueron quemadas en la hoguera.

En la cercana localidad de Girvan circula una leyenda que habla de una mujer, hija mayor de Sawney, que abandonó la cueva para instalarse allí, integrándose perfectamente en la sociedad, pero alguien descubrió su ascendencia y fue ahorcada en un árbol que ella misma había plantado. Se dice que, desde entonces, quien se para bajo él, puede escuchar el sonido del cuerpo de la hija de Sawney balanceándose. Conocido popularmente como el árbol peludo, se desconoce cuál pudo ser su ubicación, aunque actualmente se está investigando con el fin de atraer al turismo.


Una horrible historia, qué duda cabe. Sin embargo, hoy en día está considerada más como un mito; no hay constancia oficial de la existencia de Sawney, aunque esto podría ser normal debido a que en aquellos tiempos aún no existía el censo, pero tampoco hay ningún registro que refleje las ejecuciones. Por otra parte, la cárcel de Edimburgo, según sus ruinas, era una torre, lo que hubiera impedido encerrar y custodiar dentro de ella a 48 personas.

Esto da lugar a una pregunta: ¿por qué alguien iba a inventar algo así y qué intereses escondía? Bien es cierto que estos sucesos ya se conocían desde tiempo inmemorial en Ayrshire y alrededores como una especie de cuento del hombre del saco, pero también lo es que la primera vez que aparecen en papel impreso fue en un libro escrito por el capitán Charles Johnson cuyo título era Historia general y verdadera de las vidas y hechos de los más famosos bandoleros, asesinos, ladrones de calles, etc., el cual fue publicado el año 1734 en Londres y en Birmingham en el 1742 durante los levantamientos jacobitas. Así, la leyenda del clan Bean hubiera sido aprovechada por los propagandistas ingleses para representar a sus vecinos del norte como ignorantes y capaces de cualquier depravación.

Ciertamente, existe la posibilidad de que, al igual que en muchas otras partes, el canibalismo se diera en Escocia en periodos de hambruna pero, a ciencia cierta, no hay evidencias que permitan confirmar que la existencia de Alexander Bean y su familia llegara a ser real.

2 comentarios:

  1. Es una historia muy interesante por así decirlo. Yo que viví en Escocia durante 8 años y los lugareños me contaron cosas similares pienso que puede ser cierto.
    East Lothian es un condado con unos pueblos preciosos. Allí me enseñaron a pescar y conserva un aire muy ruralillo a pesar de estar tan cerca de la capital.
    Un saludo.

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  2. Efectivamente,es una historia escalofriante,aunque he sabido de historias parecidas como por Ej:en Venezuela,País donde resido sucedió un caso de canibalismo cometido por un hombre,el cual se determinó que estaba completamente desquiciado.Sin embargo, por medidas de seguridad se encuentra recluído en un centro especializado.

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