Atrapados en el infierno de los conflictos armados, miles de niños se ven obligados a ser testigos de las atrocidades cometidas contra sus padres, o son ellos mismos tomados prisioneros, separados de sus familias, reclutados como soldados o muertos.
Solo por permitir esto, el ser humano merece desaparecer.
Hay otros motivos que supongo que compensaran este hecho para decir que el homnre no merece la desaparición. Digo yo. Habrá ejemplos de todo lo contrario.
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