viernes, 15 de octubre de 2010

Hendrix: ¿sobredosis o asesinato?

La versión sobre la muerte por sobredosis de droga de Jimi Hendrix aportada por Monika Dannemann prevaleció durante 20 años. A principios de este año, un antiguo director de giras de varias bandas, entre ellas The Animals, dio a conocer una historia alterna sobre la muerte del guitarrista más dotado del rock.



En las primeras horas del 18 de septiembre de 1970, Jimi Hendrix, de 27 años, murió en Londres en circunstancias misteriosas. De acuerdo con la nota publicada por Jackie Leishman al día siguiente en el periódico británico The Guardian, el músico fue atendido en la planta baja del hotel Samarkand y conducido en ambulancia al hospital St Mary Abbot.

La versión que prevaleció por 20 años en torno a la muerte de Hendrix fue proporcionada por su novia, Monika Dannemann, quien señaló que la noche del 17 de septiembre Hendrix estuvo en una fiesta, a donde la mujer pasó por él antes de dejarlo en una de las habitaciones del hotel Samarkand. Más adelante, Dannemann corrigió su declaración inicial y explicó que salió por cigarros y que, al regresar, encontró inconsciente a Hendrix, por lo que solicitó ayuda. Dannemann dijo que el individuo aún estaba vivo cuando llegó la ambulancia y que ella lo acompañó hasta el hospital; adujo que hubo negligencia por parte de los paramédicos, lo que derivó en la muerte, al interior de la ambulancia, de la estrella de rock.

Sin embargo, los técnicos en urgencias y agentes policiacos que acudieron al llamado de Dannemann declararon que nadie acompañaba al músico cuando lo recogieron y que éste ya estaba muerto y, no sólo eso, había fallecido varias horas antes de que la mujer hiciera la llamada de emergencia.

Al complementar su declaración, Dannemann explicó que al parecer su novio se había suicidado con unas píldoras para dormir. La dosis para este cometido era media tableta, pero Hendrix había ingerido nueve pastillas de la marca alemana Vesperax, de la que el músico desconocía sus dosis y efectos.

Por supuesto, es posible que Hendrix no conociera el producto, pero de todos es sabido que el hombre era toda una eminencia en drogas duras y que la tesis de haber ingerido nueve tabletas para dormir no se sustenta, pues es como si un piloto de Fórmula 1 falleciera en un carro chocón de feria.

Pero hay algo más, una información proporcionada por el cirujano John Bannister, el doctor que atendió a Hendrix en cuanto éste llegó al hospital. El médico afirmó que Jimi Hendrix murió asfixiado por un vómito rojizo y marrón que obstruyó su garganta y colapsó sus pulmones. La autopsia dio la razón al profesionista.

La muerte de Hendrix, aclaró Bannister, no fue por sobredosis de barbitúricos (aunque si había rastros de ellos), sino que “la cantidad de vino que había dentro de él (Hendrix) era extraordinaria. No sólo estaba saturado el lado derecho de su cabello y toda su playera, sino que su estómago y pulmones estaban completamente llenos de vino. Nunca había visto tal cantidad de esa bebida en una persona. (…) En realidad, él se ahogó en una cantidad masiva de vino tinto”.

Un tipo peligroso

A principios de este año, James Wright, un antiguo director de giras de varias bandas, entre ellas The Animals, dio a conocer una historia alterna sobre la muerte del guitarrista más dotado del rock. Jimi Hendrix, de acuerdo con Wright, no murió accidentalmente después de una sobredosis de barbitúricos, sino que fue asesinado por un grupo de individuos que irrumpió en la habitación que Monika Dannemann había alquilado en un hotel de Londres. Hendrix, presuntamente, fue forzado a tragar píldoras para dormir, acompañadas de vino, hasta que su garganta se saturó y el guitarrista se ahogó. Pero hay más. Wright dice que conoció al líder de los asesinos y que en realidad fue el hombre al que Hendrix tenía más confianza: el propio representante de éste, Mike Jeffery.

En sus memorias, tituladas Rock Roadie. An Audience With “Tappy” Wright, éste señala que Jeffery confesó el asesinato una noche de 1973 mientras bebían. Ante la pregunta de por qué esperó 36 años para contar la historia, Wright aduce que tenía miedo, pues varios de los implicados en el caso aún viven, pero que fue Rod Weinberg (un empresario del espectáculo con quien co-escribió las memorias) quien lo convenció de vaciar el saco de una buena vez. Otra pregunta obligada es por qué Mike Jeffery tomó la decisión de dinamitar la mina de la que estaba extrayendo oro molido.

Antes de ser representante de Hendrx, Mike Jeffery había manejado la carrera de The Animals, la banda más exitosa de Inglaterra en los años sesenta después de The Beatles. Al separarse The Animals, la agrupación recibió de Jeffery un poco más de 500 libras esterlinas. De hecho, el líder del grupo, Eric Burdon, se refería a Jeffery como “El triángulo de las Bermudas”, en referencia a que se “tragaba” todas las ganancias derivadas de The Animals.

Con Hendrix, pese a que estaba ganando mucho dinero, Jeffery había acumulado muchas deudas. Por un lado estaba la construcción en Nueva York de los estudios Electric Lady (en honor a la pieza de Hendrix titulada Electric Ladyland), además de que para terminar dicha obra se pidió un préstamo de 400 mil dólares al primer mánager del guitarrista y ahora se le debían pagar; este mismo mánager, de apellido Warners, ganó en la corte una indemnización por el próximo álbum de Hendrix, además de que se le debían 200 mil dólares por concepto de impuestos.

Sin embargo, lo que más inquietaba a Jeffery era que el contrato con Hendrix estaba a punto de ser renovado, aparte de que había muchas diferencias entre ambos, no sólo porque Jeffery había aceptado que el guitarrista fuera el telonero de The Monkees durante la gira de esta banda por el Reino Unido, sino también porque Hendrix ya había dejado atrás su agrupación blanca (The Experience) y deseaba experimentar con otras tendencias musicales. Al final de todo, Hendrix estaba dispuesto a cambiar de representante.

De acuerdo con James Wright, el as bajo la manga de Jeffery fue el seguro de vida por 2 millones de dólares que adquirió a nombre de Hendrix. El historial de Jeffery señala que de joven se benefició de dos incendios, uno en un club nocturno y otro en un café bar del que él era el propietario en Newcastle. Con el pago de la póliza respaldó la representación de The Animals y pudo abrir el Club A-Go-Go, donde la banda tocaba.

En 1973, Mike Jeffery murió en un accidente aéreo, la novia de Hendrix, Monika Dannekenn, se suicidó en 1985. Los personajes en esta compleja trama ya no viven, excepto James Wrigth, quien, con papeles en la mano, demuestra que tras el fallecimiento de Hendrix su representante pudo pagar sus deudas, además de que compró la parte del padre de Hendrix en los estudios Electric Lady y adquirió una casa en Woodstock.

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