Dentro de ese interesantísimo universo psicológico que conforman las llamadas parafilias, existen varios campos de estudio a los que la psicología aun no ha abordado de forma concluyente. Uno de ellos es un comportamiento peculiarmente mórbido y excéntrico, que ha sido tratado con frecuencia en la pantalla grande por directores como por ejemplo el célebre Quentin Tarantino.
Se trata de la hibristofilia, que en Wikipedia es definida como la “atracción por tener relaciones con un violador”. Sin embargo, esta es una definición bastante reduccionista de este peculiar comportamiento psicológico, que cuenta con un trasfondo mucho más complejo detrás de él.
Básicamente la hibristofilia consiste en un comportamiento que se desarrolla generalmente en mujeres más que en hombres, y que consiste en sentir atracción sexual y afectiva por personas que cometen crímenes sea de bajo, medio o alto grado. Existen dos tipos de este trastorno: pasivo y agresivo.
El hibristófilo pasivo es aquel que no se involucra directamente en los crímenes de su amado, pero que suele adoptar una actitud compasiva e indulgente con los mismos. De hecho, estas personas tienden a situarse en posiciones que los involucran o los colocan como cómplices de los crímenes de su pareja.
En la segunda variante, la agresiva, el hibristófilo participa activamente de los crímenes de su objeto de amor, y se involucra en ellos sintiendo placer y excitación al realizarlos. Esta es la variante menos común, pero no por ello inexistente.
De hecho, es importante que la psicología comience a estudiar a fondo este comportamiento. Con un conocimiento más profundo de hibristofilia pasiva podrían prevenirse casos de hibristofilia agresiva, y obviamente mejorar los tratamientos a escala global.
Se trata de la hibristofilia, que en Wikipedia es definida como la “atracción por tener relaciones con un violador”. Sin embargo, esta es una definición bastante reduccionista de este peculiar comportamiento psicológico, que cuenta con un trasfondo mucho más complejo detrás de él.
Básicamente la hibristofilia consiste en un comportamiento que se desarrolla generalmente en mujeres más que en hombres, y que consiste en sentir atracción sexual y afectiva por personas que cometen crímenes sea de bajo, medio o alto grado. Existen dos tipos de este trastorno: pasivo y agresivo.
El hibristófilo pasivo es aquel que no se involucra directamente en los crímenes de su amado, pero que suele adoptar una actitud compasiva e indulgente con los mismos. De hecho, estas personas tienden a situarse en posiciones que los involucran o los colocan como cómplices de los crímenes de su pareja.
En la segunda variante, la agresiva, el hibristófilo participa activamente de los crímenes de su objeto de amor, y se involucra en ellos sintiendo placer y excitación al realizarlos. Esta es la variante menos común, pero no por ello inexistente.
De hecho, es importante que la psicología comience a estudiar a fondo este comportamiento. Con un conocimiento más profundo de hibristofilia pasiva podrían prevenirse casos de hibristofilia agresiva, y obviamente mejorar los tratamientos a escala global.
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