martes, 6 de octubre de 2015

“El tiempo” podría estar terminándose según la ciencia


Los científicos han llegado a la idea radical de que el universo podría no terminar con una explosión, sino en un punto muerto con el que el tiempo podría estar literalmente acabando, hasta un día, se detuviese por completo.

La idea de que el tiempo podría acabarse en algunos miles de millones de años, donde todo se detendría, ha sido sugerida por los profesores José Senovilla, Marc Marte y Raül Vera de la Universidad del País Vasco, Bilbao, y la Universidad de Salamanca.

Energía Oscura

La motivación para este fin radical del tiempo es proporcionar una explicación alternativa a la “energía oscura”, la fuerza antigravitatorioa misteriosa que se ha sugerido para explicar un fenómeno cósmico que ha desconcertado a los científicos.

Hace una década, los astrónomos notaron que distantes supernovas (la explosión de estrellas en los mismos márgenes del universo) parecían moverse más rápido que aquellas más cerca del centro, lo que sugiere que se estaban acelerando a medida que se distanciaban a través del espacio.

La energía oscura fue sugerida como un posible medio de la alimentación de esta aceleración en la expansión del cosmos. El problema es que nadie tiene ni idea de lo que la energía oscura es o de dónde viene, y teóricos de todo el mundo han estado luchando por averiguarlo.

Resolviendo el enigma

La propuesta de este equipo elimina por completo la energía oscura. En su lugar, el profesor Senovilla sostiene que la aparición de la aceleración es causada por el mismo tiempo en desaceleración, como un reloj que necesita cuerda.

No se refieren a que la expansión del universo mismo sea una ilusión, sino que la aceleración de esta lo sea. Si el tiempo se ralentiza gradualmente pero ingenuamente seguimos usando nuestras ecuaciones para obtener los cambios de la expansión con respecto a ‘un flujo estándar de tiempo’, entonces los modelos simples construidos mostrarían que se lleva a cabo “un ritmo acelerado efectivo en la expansión”.

Desplazamiento hacía el rojo

Mientras que el cambio sería infinitamente lento desde una perspectiva humana ordinaria, desde la gran perspectiva de la cosmología, en la que los científicos estudian la luz antigua de soles que brillaban miles de millones de años atrás, esta ralentización temporal podría medirse fácilmente. Los astrónomos son capaces de discernir la velocidad de expansión del universo utilizando la técnica denominada “desplazamiento hacía el rojo”.

El principio es el mismo que el de una sirena de ambulancia que se hace mayor, ya que viene hacia el oyente, pero menor a medida que se aleja. Del mismo modo, una estrella que se aleja aparece más roja que una que se acerca hacia nosotros.

Sin embargo, la precisión de estas medidas depende del tiempo invariable de todo el universo. Si el tiempo en efecto está desacelerando de acuerdo con esta nueva sugerencia de nuestra dimensión temporal solitaria, se está convirtiendo poco a poco en una nueva dimensión del espacio. Por lo tanto las estrellas distantes, antiguamente vistas por los cosmólogos se verían, desde nuestra perspectiva, como si estuvieran acelerando.

Teoría de Supercuerdas

El grupo basa su idea en una variante particular de la teoría de las supercuerdas, la llamada teoría del todo, en la que nuestro universo se limita a la superficie de una membrana flotando en un espacio de dimensiones superiores.

Según esto, en cierto número de miles de millones de años, el tiempo dejaría de ser tiempo y todo se detendría como una instantánea, para siempre. Por supuesto todo esto asumiendo que solo hubiese una dimensión de tiempo. Itzhak Bars de la Universidad del Sur de California en Los Ángeles ha presentado la sugerencia extraña de que hay dos dimensiones de tiempo. Algo que definitivamente no se incluye en este modelo.

Pero aunque la teoría parezca descabellada, no le falta apoyo. El profesor Gary Gibbons, cosmólogo de la Universidad de Cambridge, cree que la idea tiene mérito. Se creé que el tiempo surgió durante el Big Bang, y si el tiempo puede surgir, también puede desaparecer, sería sólo el efecto contrario.

lunes, 20 de abril de 2015

En un manuscrito medieval francés, al Maestro Yoda encontrado han


¿Puede ser que un manuscrito medieval, escrito e ilustrado alrededor del año 1340, contenga una imagen de un personaje de la saga 'La Guerra de las Galaxias'? Es lo que se pregunta la prensa británica después de que el diario The Guardian haya entrevistado al conservador de la British Library o Biblioteca Británica, Julian Harrison. En efecto, en una de las páginas de Las decretales de Gregorio IX, también conocido como Decretales de Smithfield, editadas por Raimundo de Peñafort en Toulouse, Francia, entre los años 1300 y 1340 y conservadas en Londres, se puede ver un extraño personaje de color verdoso, túnica y largas orejas puntiagudas, que recuerda mucho al popular personaje del maestro Yoda. "Me encantaría decir que es Yoda dibujado por un viajero en el tiempo", dice Harrison, "pero en realidad es una ilustración relativa a la historia bíblica de Sansón". No obstante, el conservador afirma que no se sabe qué representa, aunque sí que el artista "tenía una imaginación desbordante". El libro está repleto de ilustraciones extrañas, como animales híbridos. Las decretales son colecciones de cartas papales con indicaciones acerca de la doctrina y ley de la Iglesia. El libro está digitalizado y se puede consultar y ver totalmente gratis en Internet.

Escafismo, tortura empleada por los persas



El Escafismo (en inglés Scaphism), también conocido como el método de tortura de la artesa o de la barca,1 se supone fue un antiguo método de ejecución practicada por el Imperio Persa en el año 401 A.C. diseñada para infligir una muerte por tortura y que fue descrito por los archienemigos de los Persas, los Griegos. El nombre proviene del griego σκάφη, skáphe, que significa "vaciado". Este consistía en meter a la víctima en un cajón de madera con cinco agujeros por los cuales sacaba la cabeza, las manos y los pies. Los verdugosuntaban estas partes del cuerpo con leche y miel para atraer a ellas a las moscas y otros insectos. El individuo que sufriría la condena era anteriormente alimentado con estos alimentos, algunas veces estando en mal estado. Ésto provocaba diarreas en la persona, lo que atraía a muchos insectos que empezaban a alimentarse de las heces del condenado, para luego ir ingresando en el ano de este y, por consiguiente, a dejar sus huevos dentro de él. Por lo que esa persona se convertía en comida para insectos y moría al cabo de unos días.



Plutarco comenta en su obra Vidas Paralelas:

Mandó el rey Artajerjes II, pues, que a Mitridates se le quitara la vida, haciéndole morir enartesado, lo que es en esta forma: tómanse dos artesas hechas de madera que ajusten exactamente la una a la otra, y tendiendo en una de ellas supino al que ha de ser penado, traen la otra y la adaptan de modo que queden fuera la cabeza, las manos y los pies, dejando cubierto todo lo demás del cuerpo, y en esta disposición le dan de comer, si no quiere, le precisan punzándole en los ojos; después de comer le dan a beber miel y leche mezcladas, echándoselas en la boca y derramándolas por la cara: vuélvenle después continuamente al sol, de modo que le dé en los ojos, y toda la cara se le cubre de una infinidad de moscas.
Como dentro no puede menos de hacer las necesidades de los que comen y beben, de la suciedad y podredumbre de las secreciones se engendran bichos y gusanos que carcomen el cuerpo, tirando a meterse dentro. Porque cuando se ve que el hombre está ya muerto, se quita la artesa de arriba y se halla la carne carcomida, y en las entrañas enjambres de aquellos insectos pegados y cebados en ellas. Consumido de esta manera Mitridates, apenas falleció el decimoséptimo día.


También se ejecutaba este suplicio metiendo al sentenciado dentro del vientre de un caballo u otro animal corpulento y dejando fuera las cinco partes del cuerpo mencionadas. De este modo, el reo quedaba entregado a los horrores de una doble putrefacción.

Prácticas similares

Richard Sair se refiere a un caso en la moderna China en el que un hombre fue encadenado en el exterior, donde varios mosquitos los picaron.


En la obra de Shakespeare The Winter's Tale, el pícaro Autolycus le dice al pastor y a su hijo que debido a que Perdita se ha enamorado del príncipe, su padre adoptivo será apedreado, mientras que su hermano adoptivo será sometido a el siguiente castigo:
Tiene un hijo que será desollado vivo; luego, untado de miel y expuesto ante un nido de avispas. Se le dejará allí hasta que sea tres cuartos y medio muerto; entonces se le hará volver en sí con aguardiente u otra cualquier infusión cálida, y después, sangrando como esté, en el día más caluroso que anuncie el almanaque, se le colocará contra una pared de ladrillos, donde el sol le mirará con su disco más meridional y donde le mirará el sol mientras las moscas le picarán hasta que siga la muerte.

lunes, 9 de febrero de 2015

El Papa Juan XXIII conversó veinte minutos con un Extraterrestre


El hecho ocurrió una noche de julio de 1961 cuando Juan XXIII, también llamado Papa Bueno, se encontraba paseando junto con el citado secretario, en los jardines de la locación veraniega de Castel Gandolfo.

Cuenta el acompañante, que luego de unos minutos de paseo, ambos observaron en el cielo una extraña nave de forma oval, muy luminosa, de color azul y ámbar. 

Al parecer, la nave sobrevoló por unos momentos sobre las cabezas de los paseantes para luego aterrizar justamente en el jardín de la referida casa.

Según el secretario, en ese momento, un ser con forma humana aunque rodeado de un aura dorada y de orejas alargadas, salió de la nave. Tanto Su Santidad como el secretario se arrodillaron y ambos, aún sin saber exactamente qué estaban viendo, comenzaron a rezar creyendo a lo mucho, que se trataba de un hecho celestial.

Luego de unos minutos, el Santo Padre decidió acercarse a la criatura y, según narra el secretario, logrando entablar una conversación con él por un tiempo aproximado de 20 minutos.

Una vez terminada la reunión el Santo Padre volvió adonde se encontraba su secretario dándole el mensaje siguiente:

"Los hijos de Dios están en todas partes; aunque algunas veces tenemos dificultades en reconocer a nuestros propios hermanos"

Dicho esto no se volvió a hablar más del tema, y por supuesto, el Papa nunca reveló, aparentemente ni siquiera a sus más fieles colaboradores, lo que habría conversado con ese ser.