sábado, 28 de febrero de 2009

Checkpoint Charlie 1961 - El día en que pudo haber comenzado la III Guerra Mundial

Checkpoint Charlie es el nombre que dieron los aliados occidentales al paso fronterizo en la línea que dividía Berlín Este y Berlín Oeste durante la Guerra Fría, localizado en la unión entre las calles Friedrichstraße, Zimmerstraße y Mauerstraße, en el barrio Friedrichstradt, que fué dividido por el muro. Sólo se permitía el paso a extranjeros o miembros de la fuerza aliada, trabajadores de la delegación permanente de la RFA y funcionarios de la RDA. Se convirtió en un símbolo de la Guerra Fría y, para muchos ciudadanos alemanes, la puerta hacia la libertad.

Los cuatro poderes que gobernaban en Berlín (Francia, URSS, UK y USA) acordaron en 1945, en la Conferencia de Postdam, que el personal aliado no sería detenido por la policía alemana en ningún sector de Berlín. Pero el 22 de Octubre de 1961, sólo dos meses después de la construcción del muro, el Jefe de la Misión norteamericana en Berlín Oeste, E. Allan Lightner, fué detenido en su automóvil (que tenía placas identificativas de las fuerzas de ocupación) mientras iba al teatro en Berlín Este. El General retirado Lucius D. Clay, consejero especial de John F. Kennedy en Berlín, decidió demostrar la decisión norteamericana y envió a un diplomático norteamericano, Albert Hemsing, a ver que estaba sucediendo. Cuando inspeccionaba en un vehículo diplomático fué parado por la policía de tráfico de la RDA y le pidieron el pasaporte. Una vez aclarada su identidad apareció la policía militar. La policía de tráfico escoltó el vehículo diplomático mientras conducía por Berlín Este. Al día siguiente a un diplomático Inglés también le pidieron su pasaporte, lo que indignó a Clay. Un día después Hemsing volvió a acercarse con un coche diplomático a la zona. Pero Clay no sabía como iban a responder los soviéticos y, por si acaso, envió un batallón de infantería y un grupo de tanques al cercano aeródromo de Tempelhof. Las tropas y los tanques regresaron a la zona Oeste.

Inmediatamente 33 tanques soviéticos se desplazaron hasta la puerta de Brandenburgo. Curiosamente, Nikita Khrushchev dijo en sus memorias que el entendió que los Jeep americanos se retiraron al ver a los tanques soviéticos acercarse. Esto fué desmentido por el Coronel Jim Atwood, entonces Comandante de la misión militar de los EEUU en Berlín Occidental.

Diez de los tanques soviéticos continuaron hasta Friedrichstraße y se detuvieron a unos 50-90 metros del Checkpoint Charlie en la parte oriental. Los tanques norteamericanos se posicionaron haciéndoles frente a una distancia similar en el lado occidental. Desde el 27 de Octubre de 1961 a las 17:00h hasta el 28 de Octubre de 1961 hasta aproximadamente las 11:00h las respectivas tropas estuvieron cara a cara y cargados los tanques de munición. Los niveles de alerta de las guarniciones estadounidenses en Berlín Occidental, de la OTAN, y de la Comandancia Aérea Estratégica de EEUU fueron muy altos. Los dos grupos de tanques tenían órdenes de responder si se abría fuego.

Khrushchev y Kennedy acordaron (parece que por un canal de comunicación establecido un mes antes) reducir tensiones retirando los tanques. El paso fronterizo de la parte soviética tenía contacto directo con el General Anatoly Gribkov del Estado Mayor soviético, quien a su vez tenía contacto con Khrushchev. El checkpoint norteamericano tenía un oficial de la policía militar en contacto telefónico con el Cuartel General de la misión militar de los EEUU en Berlín Occidental, quienes estaban en contacto con la Casa Blanca. Kennedy ofreció flexibilidad norteamericana en lo relativo a Berlín para el futuro, a cambio de que los soviéticos retirasen primero los tanques. Pensando que habían ganado una batalla política, los soviéticos aceptaron, y un tanque soviético se retiraró unos 4-5 metros. Entonces un tanque americano hizo lo mismo. Uno a uno, los tanques retrocedieron y se retiraron.


viernes, 27 de febrero de 2009

Asesor de Obama posible anticristo


Ray Mabus ha sido asesor de campaña de Barak Obama Hussein, actual presidente de los EEUU.
Segun nostradamus hay 3 anticristos:
Napoleon Bonaparte (a quien Nostradamus denominó "Napoleon Roy"), Hitler ("Hister") y el tercero un tal Mabus
Nostradamus nombra a un tal mabus en una de sus profecias:
"Mabus pronto morirá, aqui empezará,
un horrible destino para bestias y gentes:
Para quien la busca, la venganza llegará,
cien, sed y hambre cuando el cometa pase."
(Centuria 2, cuarteta 62)

Será solo una casualidad o se estaría refiriendo a esa persona?? de ser asi se acerca el apocalipsis (que según los mayas es en el 2012)

jueves, 26 de febrero de 2009

Personajes siniestros: Josef Mengele

Josef Mengele, nacido en Gunzburg en 1911, era hijo del rico industrial en el rubro de maquinarias Karl Mengele, un nazi acérrimo que en 1933 ofreció su salón industrial a Hitler para que pronunciara discursos en los mitines del Partido Nazi. Los negocios de la familia crecieron con amplias facilidades durante el régimen nacional socialista.

A partir de las convicciones de Otmar von Verschuer, Mengele se convirtió en un antisemita acérrimo, convencido plenamente de la superioridad de la raza aria. Militante de las juventudes hitlerianas, pronto solicitó su incorporación a las SA y luego a las SS. Como médico, Mengele nunca ejerció la medicina curativa, sino más bien se dedicó al estudio genético-racial.

Trasladado al frente ruso al inicio de la guerra, en Rostov resultó herido en una pierna y fue declarado no apto para el combate. Gracias a su comportamiento brillante frente al enemigo en el frente oriental fue ascendido al rango de capitán. Fue re-asignado entonces como Lagerarzt, médico de campo de concentración. Mengele se convirtió en el oficial médico en jefe del principal campo de enfermería de Birkenau. Sin embargo, no fue el oficial médico en jefe de Auschwitz; dado que se encontraba al mando de Eduard Wirt.

Fue durante su estancia de 21 meses en Auschwitz cuando el doctor Mengele alcanzó la fama, ganándose el apodo de "ángel de la muerte". Cuando los vagones de tren repletos de prisioneros llegaban a Auschwitz II (Birkenau), eran recibidos por Mengele en el andén que seleccionaba a los más aptos para sus experimentos.

Los supervivientes de este campo que conocieron a Mengele lo describían como un oficial impecablemente acicalado, muy apuesto y perfumado, que pocas veces demostró humanitarismo respecto de alguno de los condenados, e incluso mató personalmente a algunos cautivos por desobedecer las reglas. Mengele se mostró particularmente duro con aquellas internas que quedaban embarazadas de los guardias. Madre e hija nacida o no-nata iban a la cámara de gas.

Muchas veces en los vagones en que se traía a los condenados quedaban cadáveres de madres con sus hijos aún vivos en los vagones, y Mengele ordenaba lanzar esas criaturas directamente al horno de la lavandería para que sirvieran de combustible. Más tarde cambió de actitud: permitió a las embarazadas dar a luz, y los bebes nacidos eran confiscados para ir a dar a una sala de experimentación en otro lugar del campo.

Prácticamente todos los experimentos de Mengele carecían de valor científico, pero fueron financiados por el gobierno nazi. Incluyeron, por ejemplo, intentos de cambiar el color de los ojos mediante la inyección de sustancias químicas en los ojos de niños, amputaciones diversas y otras cirugías brutales y, al menos en una ocasión, un intento de crear siameses artificialmente mediante la unión de venas de hermanos gemelos (la operación fue un fracaso y el único resultado fue que las manos de los niños se infectaron gravemente). Las personas objeto de los experimentos de Mengele, en caso de sobrevivir al experimento, fueron casi siempre asesinados para su posterior disección.

Mengele también se interesó en el virus etno-específico, realizó experimentos con gitanos y judíos que tenían enfermedades hereditarias de enanismo, síndrome de Down, siameses y otras afecciones e incluso con mellizos, diseccionándolos vivos.

El comandante de Auschwitz, Richard Baer, recibió el 26 de noviembre de 1944 la rara noticia de que por orden de Hitler se debía desmantelar la instalación decayendo el ritmo de exterminio del campo. Pocas semanas atrás, Mengele había enviado su última redada al exterminio, y supuso que las órdenes significaban que Alemana perdía la guerra, por lo que huyó del campo de concentración el 17 de enero de 1945, diez días antes de la llegada de los soviéticos.

Más tarde se dirigió hacia el oeste camuflado como un miembro de la infantería regular alemana con identidad falsa y tras esconderse un tiempo en Gunzburg y luego en Baviera, viajó al Paraguay en 1949, donde vivió plácidamente con dinero enviado por la empresa familiar por muchos años, gozando incluso de ciudadanía paraguaya. Había contactado con Stroessner gracias al piloto Hans Rudel, por entonces bien relacionado en Argentina.

Aunque luego se trasladó al Brasil, donde adoptó la identidad falsa de Pedro Gerhard, su presencia en Paraguay era frecuente. La comunidad alemana era muy apreciada por Stroessner, descendiente de bávaros. Un extendido rumor da cuenta que el dictador recibió tratamientos para su cáncer de piel del mismo ángel de la muerte, lo cual hizo de Mengele un personaje influyente y temido en Paraguay.

Cuando se supo que Mengele se divorció por correspondencia de su esposa Irene, los grupos antinazis y Simon Wiesenthal iniciaron una intensa búsqueda, a la que incluso se sumó el gobierno alemán, que pidió su extradición bajo la acusación de genocidio. De todas maneras, Paraguay era el país más reacio del mundo para conceder extradiciones, y menos aún a un personaje admirado por el gobernante.

A pesar de los esfuerzos internacionales en rastrearle, jamás fue detenido y vivió impunemente durante 35 años bajo diversas identidades falsas. Increíblemente, ni el Mossad ni Wiesenthal lograron ubicarlo a pesar de que su hijo Rolf pudo visitarlo un par de veces e intercambiar correspondencia.

La versión oficial de su muerte, durante el año 1979, afirma que se golpeó con un madero mientras nadaba en una playa llamada Bertioga y se ahogó y que fue enterrado en un cementerio en Embu con un nombre falso, Wolfang Gerdhard. Sólo asistió su hijo Rolf. Supuestamente, seis años después sus restos fueron exhumados y supuestamente identificados por un defecto dental que poseía entre sus dientes superiores, además de coincidencias en edad y estatura.

Se afirma que los análisis de ácidos nucleicos confirmaron finalmente su identidad en 1992. Sin embargo, descendientes de alemanes que residen en un paraje de Paraguay conocido como Altos, antiguo centro de operaciones de los nazis, aseguran que lo veían todavía hacia principios de 1989 en la zona.

miércoles, 25 de febrero de 2009

Descubre un informe militar confidencial en su MP3

Un neozelandés ha descubierto un informe militar confidencial estadounidense en un reproductor de música MP3 que había comprado en una tienda de productos de ocasión en Oklahoma, en Estados Unidos, informó este lunes una televisión neozelandesa.

Chris Ogle, de 29 años de edad, pagó por el aparato 9 dólares (casi 7 euros) y cuando lo conectó a su ordenador encontró en él 60 páginas de datos militares, según Television One News.

El informe incluía los nombres y detalles personales de soldados estadounidenses, algunos de ellos en servicio en Irak y Afganistán, así como información sobre los equipos desplegados en las bases y un informe sobre la misión.

Cuanto más lo consulto, más cosas veo y menos pienso que debería verlas", declaró Ogle.

Aunque la mayoría de las informaciones datan de 2005, la cadena de televisión precisó que había llamado a varios números de teléfono que siguen perteneciendo a las personas citadas.

Ogle precisó que el reproductor no había sido utilizado para almacenar música y que se lo enviaría al Departamento de Defensa estadounidense si éste se lo pedía.

martes, 24 de febrero de 2009

Algunos misterios inexplicables

Desde hace milenios el hombre trata de utilizar la tecnología y los avances científicos para dar respuesta a algunas de las incógnitas de este planeta y el espacio que nos rodea. La revista 'New Scientist' ha recopilado los 13 misterios que, a día de hoy, siguen provocando quebraderos de cabeza a la comunidad científica internacional.

1. El Efecto Placebo



Pongamos un caso ficticio, el del paciente X. Varias veces al día, durante varios días, se le provoca dolor, que se controla con dósis de morfina. Hasta el último día del experimento. Esas 24 horas, sin que el señor X lo sepa, la morfina se sustituye por una solución salina absolutamente inócua. Parece increíble, pero dicha solución tiene el mismo efecto que la morfina y el dolor desaparece.
Es lo que se conoce como el efecto placebo. Antes de la llegada de los fármacos en el siglo XX, era el arma más potente de la Medicina contra la enfermedad. Excremento de cocodrilo, aceite de gusano, sangre de lagarto y hasta ser tocado por el Rey eran medicinas usadas entre el siglo XVI y el XIX. Desde la publicación, en 1955, del libro The Powerful Placebo de H.K. Beecher, se reconoció que el 35% de los pacientes con una amplia variedad de enfermedades podría ser tratada sólo con placebo. En estudios posteriores, se ha visto que puede funcionar en el 70% e, incluso, del 100% de los casos.
Nadie sabe todavía qué mecanismos intervienen en el efecto placebo. Algunos estudios sobre el dolor sugieren que reduce la ansiedad y facilita la liberación de endorfinas (sustancias químicas naturales parecidas a los narcóticos) en el cerebro, aunque son hipótesis todavía no confirmadas.

2. El Problema del Horizonte.



Nuestro Universo era extraordinariamente homogéneo, y la temperatura de la radiación de fondo es la misma en cualquier dirección que observemos. El hecho de que la temperatura sea homogénea no sería sorprendente de no ser porque entre los dos extremos del Universo hay una distancia de casi 2.800 millones de años luz, mientras que la edad del Universo es 'sólo' de unos 1.400 millones de años. Teniendo en cuenta que nada puede viajar más rápido que la velocidad de la luz y la hipótesis de que hubo un instante inicial o big bang, el interrogante es: ¿cómo es posible que regiones físicamente desconectadas desde el "principio" del Universo estuviesen en estados físicos tan parecidos?
Esto es lo que se conoce como el 'problema del horizonte', uno de los mayores quebraderos de cabeza de los cosmólogos, que siguen sin dar con la solución.

3. Rayos Cósmicos Ultra-Energéticos



Los rayos cósmicos son partículas que llegan desde el espacio y bombardean constantemente a la Tierra desde todas direcciones. La mayoría de estas partículas son núcleos de átomos o electrones. Algunas de ellas son más energéticas que cualquier otra partícula observada en la naturaleza. El misterio está en su alta energía. La teoría especial de la relatividad de Einstein dice que cualquier rayo cósmico que llegue a la Tierra desde fuera de nuestra galaxia habrá sufrido tantas colisiones que el máximo posible de energía que puede tener es 5 × 1019 eV.
Los rayos detectados desde hace una década por el observatorio japonés de Akeno están muy por encima de ese límite, con lo cual o los datos -tomados en diferentes ocasiones y siempre parecidos- están mal, o Einstein se equivocó.

4. Los Resultados de Homeopatía de Belfast



En 1810 el médico alemán Christian Friederich Samuel Hahnemann publicaba el "Organon, el arte de curar", piedra angular de la homeopatía. El principal fundamento de la teoría se define en la ley de los similares (homeo- es el prefijo griego que designa igualdad) por la que una enfermedad se cura con la misma sustancia tóxica que la produce —de ahí que se llame ley de los similares-, pero a dosis infinitesimales. Los homeópatas disuelven esos venenos en etanol —lo que llaman tintura madre- y la diluyen en agua sucesivas veces, no importa cuantas, según ellos el remedio se "imprime" en las moléculas de agua. Tales disoluciones son la parte controvertida de la disciplina, puesto es posible que a esas concentraciones no haya ni una sóla molécula del principio activo en la solución homeopática. Sin embargo su efecto ha sido demostrado en numerosos estudios y se estima que un 15% de los médicos occidentales siguen esta línea.
Madeleine Ennis, farmacóloga de la Queen’s University de Belfast, ha sido siempre el azote de los homeópatas. Asegura que, a esas concentraciones, en los remedios homeopáticos no hay más que agua, por lo que químicamente no tiene sentido que funcionen. Sin embargo en su estudio más reciente Ennis y su equipo se llevaron un "pequeño" chasco: descubrieron que soluciones ultradiluidas de histamina funcionaban en un experimento con basófilos, unas células sanguíneas que actúan en la inflamación. La solución homeopática en la que probablemente no había ni una sola molécula de histamina funcionaba realmente como la histamina. Aunque Ennis se ha visto incapaz de explicar el porqué del efectivo funcionamiento y sigue mostrándose escéptica, ha asegurado que si los resultados son reales y la homeopatía no actúa como un placebo, habría que reescribir parte de los fundamentos de la física y de la química.

5. La Materia Oscura



No todo lo que existe en el universo es visible. Los astrónomos pueden detectar objetos que emiten o absorber luz o cualquier otro tipo de radiación electromagnética o que interactuan gravitatoriamente con otros objetos que podamos detectar .El término "materia oscura" alude a esta materia cuya existencia no puede ser detectada mediante procesos asociados a la luz, es decir, no emiten ni absorben radiaciones electromagnéticas.
Determinar cuál es la naturaleza de la materia oscura y en qué cantidad existe es el llamado ‘’problema de la materia oscura’’ o ‘’problema de la masa desaparecida’’, y es uno de los problemas más importantes de la cosmología moderna. La cuestión de la existencia de la materia oscura puede parecer irrelevante para nuestra existencia en la tierra, pero, el hecho de que exista o no la materia oscura, afecta el destino final del universo.

6. Metano en Marte



El 20 de julio de 1976 Gilbert Levin, uno de los ingenieros a cargo de las misiones de la NASA al planeta Marte, vio que la Viking que orbitaba el planeta rojo había encontrado emisiones de carbono-14 que contenían metano en el suelo del planeta, por lo que la conclusión debía ser obvia y muy relevante: hay vida en Marte.
Algo está ingiriendo los nutrientes, los está metabolizando, y después los expulsa a la atmósfera en forma de gas mezclado con carbono 14. Sin embargo, la NASA no se atrevió a afirmar con rotundidad el descubrimiento, porque otro instrumento de la Viking, diseñado para identificar moléculas orgánicas consideradas esenciales símbolos de vida no encontró nada, así que casi todos los científicos de la NASA decidieron declarar el hallazgo de la Viking un "falso positivo". Pero , ¿lo era?
A día de hoy, los argumentos a favor y en contra siguen dividiendo a los científicos, aunque es cierto que los rovers que estudian el planeta rojo desde hace un año han encontrado pruebas de los descubrimientos de la Viking.

7. Tetraneutrones



Hace cuatro años, en un acelerador de partículas de Francia detectaron seis partículas que no deberían existir. Las llamaron 'tetraneutrones': cuatro neutrones unidos entre sí de una forma que desafía las leyes de la física.
Francisco Miguel Marquès ay sus colegas del acelerador de Ganil, en Caen, llevan desde entonces tratando de conseguri el efecto otra vez, pero hasta ahora no lo han logrado. Si lo repiten, estos 'racimos' de átomos podrían obligar a los científicos a reconsiderar las fuerzas que mantienen unido el nucelo de los átomos.

8. La Anomalía de las Pioneer



Esta es la historia paralela de dos naves espaciales. Una, la Pioneer 10, fue lanzada en 1972; la Pioneer 11 un año después. Ahora mismo, ambas deben estar en el espacio profundo, alejadas de la vista de cualquier ingenio humano, aunque sus trayectorias son demasiado fascinantes como para ignorarlas.
Y es que hay algo que ha estado 'empujando' a las dos naves, provocando que aumenten su velocidad. La aceleración es pequeña, menos de un nanometro por segundo, pero es lo suficiente para hacer sacado a la Pioneer 400.000 kilómetros de su trayectoria inicial. La NASa perdió contacto con la Pioneer 11 en 1995, pero todo hace indicar que podría estar 'sufriendo' el mismo proceso que su hermana gemela, y estaría muy fuera de su rumbo en algún lugar del espacio. ¿Y qué causa este desvío? Por el momento, nadie lo sabe.

9. La Energía Oscura



Este es uno de los mayores problemas de la física. En 1998, un grupo de astrónomos descubrió que el universo se está expandiendo a más velocidad que nunca. Esto siginifica que la velocidad a la que una galaxia distante se aleja de nosotros aumenta con el tiempo.De ser correcta esta teoría, el resultado último de esta tendencia sería la imposibilidad de seguir viendo cualquier otra galaxia. Esta nueva teoría del fin del Universo ha recibido el nombre de Gran Desgarramiento o, en inglés, Big Rip.
Es un efecto para el que todavía se investigan las causas, aunque una de las sugerencias puede ser que esté motivado por la 'energía oscura', una forma hipotética de energía que permea todo el espacio y que produce una presión negativa, resultando en una fuerza gravitacional repulsiva. La energía oscura puede dar cuenta del universo en expansión acelerada, así como de una significativa fracción de su masa.

10 El Acantilado de Kuipper



Si alguien viajara a la zona del sistema solar externa a las órbitas de Neptuno y Plutón, se encontraría algo muy extraño. De repente, tras cruzar el cintutón de Kuiper -lleno de objetos pequeños como asteroides helados y cometas- no hay nada. Los astrónomos lo llaman el 'acantilado de Kuiper', porque la densidad de objetos cae espectacularmente.
La pregunta es qué ha causado este brusco cambio, y la única posible respuesta parece ser la existencia de un décimo planeta del Sistema Solar, lo suficientemente grande como para haber atraído a todos esos cuerpos hacia su órbita. De momento, sin embargo, nadie ha conseguido aportar ninguna prueba de la existencia de ese planeta X.

11. La Señal 'Wow'



La señal tuvo una duración de 37 segundos, y venía del espacio exterior. El 15 de agosto de 1977 el astrónomo Jerry Ehman, de la Universidad de Ohio State (EEUU), recibió una señal del radiotelescopio de Delaware. Al ver la transcripcción de la señal, Ehman escribió al lado la palabra 'wow1'. 28 años después, nadie ha conseguido dar una explicación a qué o quién emitió dicha señal.
La radiación provenía de la dirección de Sagitario, y de un ámbito de frecuencias de unos1420 megahertzios. Estas frecuencias forman parte del espectro de radio en el que todo tipo de transmisión está prohibida, por un acuerdo internacional. La estella más cercana en esa dirección está a unos 220 años luz, así que si la señal provenía de allí, la tuvo que causar o bien un acontecimiento astronómico de enorme potencia. ¿O quizá fue una civilización alienígena con un transmisor de gran potencia?

12. Constantes no tan Constantes



En 1997 el astrónomo John Webb y su equipo de la Universidad de Sidney analizaban la luz que llegaba a la tierra procedente de quasars muy lejanos. En su viaje de 1.200 millones de años luz, la luz había atravesado nubes interestelares de materiales como hierro, níquel o cromo, y los investigadores descubrieron que la los átomos habían absorbido parte de los fotones de la luz procedente de los quasars, pero no los que habían esperado.
Si las observaciones son correctas, la única explicación vagamente razonable es que una constante de la física, llamada la 'fina estructura constante' o 'alpha' cambia de valor cuando pasa a través de estas nubes interestelares. Los científicos siguen investigando.

13. La Fusión Fría



En 1989 dos investigadores de la Universidad de Utah (Estados Unidos), Martin Fleischmann y Stanley Pons, desencadenaron la fusión nuclear en una probeta. Sostenían que era posible realizar procesos de "fusión fría" usando como catalizador un bloque metálico de paladio. En los siguientes 10 años, fueron miles los científicos que trataron de volver a lograr los mismos resultados, aunque sin éxito. Todavía hoy sigue la polémica, aunque son muchos los que sostienen que los resultados de Fleischmann y Pons fueron fruto de un error experimental.

lunes, 23 de febrero de 2009

La madre mas joven del mundo

Normalmente nos escandalizamos cuando leemos que una niña de apenas 12 o 13 años ha quedado embarazada. Lo que no sabemos es que Lina, una niña mucho menor fue madre... hace muchos años. Lina Medina es la madre más joven confirmada en la historia de la medicina. Parece ser que nació el 27 de septiembre de 1933 en Antacancha, Peru.

Su padre, Tiburcio Medina, notó que Lina, una de sus nueve hijos, tenía el vientre abultado, y ante las supersticiones de sus vecinos (quienes decían que tenía una culebra dentro y culpaban del mal a Apu, el espíritu de los Andes) a mediados de abril de 1939 la llevó con los chamanes de la aldea, quienes creyeron que tenía un tumor y le aconsejaron que la llevara a Pisco, la ciudad más cercana.

El Dr. Gerardo Lozada la atendió y la llevó a Lima, la capital de Perú, donde otros especialistas diagnosticaron que Lina estaba embarazada. Había concebido su hijo a la edad de cuatro años y ocho meses. A los dos años y ocho meses de edad había empezado a menstruar, y a los tres meses ya tenia vello pubico.

Un mes después, el dia 14 de mayo de 1939, Lina, con cinco años, siete meses y 21 días de edad, dio a luz a un niño mediante una cesárea realizada por el Dr. Lozada y el Dr. Busalleu (cirujanos) y el Dr. Colretta (anestesiólogo).

Su hijo, Gerardo Medina (lo llamo asi por el medico), pesó 2700 gramos. Los abuelos rechazaron una oferta de viajar para ser exhibidos en la Feria Mundial de Nueva York (con los gastos pagados y 4000 dólares por mes). Pero aceptaron otra oferta de 5000 dólares de un empresario estadounidense para que madre e hijo viajaran para ser investigados por científicos en EE.UU (la propuesta incluía un fondo que garantizaba su bienestar de por vida). Pero el gobierno peruano decretó que Lina y su hijo estaban en "peligro moral" y decidió crear una comisión especial para protegerla. En pocos meses abandonaron el caso y Lina nunca recibió un centavo.

Su hijo fue criado creyendo que era el décimo hijo de sus abuelos, pero a la edad de diez años se enteró de que Lina no era su hermana sino su madre. En 1979 (a los 40 años) murió de una rara enfermedad en la médula ósea.

No se sabe quién fue el padre del niño, ni si la niña había quedado embarazada debido a una violación. El padre de Lina, Tiburcio, estuvo preso varios días como sospechoso de violación. Cuando fue liberado, las sospechas recayeron sobre uno de los hermanos de Lina, retrasado mental. En Perú se llegó a creer que Lina era una especie de Virgen María, que había concebido sin pecado original, por obra y gracia del Espíritu Santo. Todavía hoy en el pueblo de Antacancha los pobladores creen que Gerardo fue hijo del dios Sol.

A los 33 años Lina se casó con Raúl Jurado, con quien a los 39 años (en 1972) tuvo otro hijo, que emigró a México. Con Jurado construyeron una casa que fue demolida en la década del ochenta para construir una autopista. Ahora vive en un pueblo joven de Lima llamada Chicago Chico.

sábado, 21 de febrero de 2009

Personajes siniestros de la historia: Caligula

Calígula tendrá, en el futuro, un lugar de dudoso honor en la sangrienta lista de los emperadores romanos, sin que esto quiera decir que fue intrínsecamente peor que otros. Y es que la fama de algunos malvados de la Historia suele depender de un cúmulo de circunstancias presentes y futuras a partir de las cuales, los historiadores hacen su trabajo.

En el caso de Cayo César Germánico llovía sobre mojado tras su antecesor, el impresentable Tiberio. Con su mandato, el Imperio Romano alcanzará su plenitud tras la época puente del Principado que había iniciado Augusto y proseguido Tiberio, ya con el título de Imperio. Calígula añadiría a la nueva simbología imperial elementos helenístico-orientales que intentarían embellecer lo que, bajo su reinado, no sería otra cosa que una durísima monarquía teocrática a merced de sus caprichos.

Sobrino y sucesor de Tiberio (quien lo había adoptado), hijo de Germánico y de Agripina, y tercer Emperador romano, nació en Antium (hoy Porto D’Anzio). Será conocido como Calígula (diminutivo de caliga, sandalia militar).

Con ocasión de la muerte de Tiberio, y cuando todos creyeron que el viejo crápula había dejado de vivir, con el cuerpo aún caliente, Calígula arrancó el anillo del dedo del Emperador, y se lo puso para hacerse proclamar por los presentes nuevo César.

No obstante, en pleno juramento, Tiberio, el pretendido cadáver, pidió un vaso de agua, y el terror se enseñoreó de todos, y muy en especial de Calígula, que lucía ya el anillo imperial y se relamía de gusto ante la perspectiva inmediata de asumir el poder. Aunque Macro, allí presente, ante lo violento y peligroso de la situación, se abalanzó sobre el moribundo y, con su propia almohada, lo asfixió. Calígula, el nuevo Emperador, por fin pudo respirar tranquilo...

Calígula era un hombre sin atractivos, de aspecto aterrador que acentuaba con su costumbre de ensayar continuamente las más diversas muecas con las que deseaba asustar, aún más, a los que le rodeaban. Su escasa cabellera era muy encrespada, lo que le acomplejaba doblemente. Muy pronto haría prácticas de sadismo en especial sobre las mujeres que tenía más próximas, con las que se ensañaba, según contaba Séneca.

Este sadismo, según el filósofo cordobés, además de por la utilización de castigos y martirios físicos, se presentaba bajo otras formas de tortura provocadas por el mismo emperador, exactamente a través de sus ojos, cuya mirada nadie era capaz de resistir sin empezar a temblar. Bien lo sabía el filósofo cordobés pues, odiado por el emperador, a punto estuvo de perecer por orden de Calígula. Fue salvado in extremis por una concubina del tirano, y no por humanidad sino porque, sabedor de que Séneca sufría una grave tuberculosis, pensó que no valía la pena adelantar por poco tiempo un final que parecía próximo. En el día a día de Calígula todo valía para llevar a la realidad uno de sus más pregonados deseos: «Que me odien, mientras me teman». No obstante, y llegado el momento, parece ser que Calígula era consciente de su patología mental, o sea, esquizoide, de origen genético.

Tanto es así que, consciente de su inestabilidad psíquica, pensó seriamente en retirarse del poder imperial y ponerse en manos de quienes pudieran curarlo, pues su enfermedad no era original, sino consecuencia de unas altísimas fiebres que padeció en sus primeros años. Un defenestrado (quitado de la circulación) y asustado Séneca, por ejemplo, no dudó en dar salida a su odio hacia Calígula escribiendo (aunque, por supuesto, sin publicarlo entonces) un libro titulado De la cólera, que era un ataque en toda regla, y sin perdón, hacia el odiado personaje que dirigía el Imperio.

Con ocasión de su acceso al trono a los 23 años, Calígula sacrificó 160.000 animales como acción de gracias por tan importante suceso, e inició desde aquel momento, su ascensión imparable hacia el poder máximo y caprichoso que culminará en su inclusión en la no muy ejemplar historia de los emperadores romanos en un destacado primerísimo puesto de crueldad y arbitrariedad, a pesar de que, sorprendentemente, inauguró su reinado ejerciendo una política de tolerancia como reacción al despotismo y maldad de su antecesor, su protector Tiberio. Incluso suspendió los odiosos procesos por lesa majestad de su antecesor, además de volver a los comicios en los que se elegía a los magistrados (con Tiberio lo había hecho el Senado). Además, nadie le negó su amor por los desfavorecidos y su odio por los ricos, conducta esta última que, al final, sería su perdición.

En correspondencia, en estos primeros tiempos el pueblo romano lo adoraba, quizá por ver en él al hijo de aquel Germanico desgraciado y bueno y deduciendo, erróneamente, que sería como su progenitor. Todo empezó a torcerse cuando, en apenas un año, gastó todo el tesoro que había heredado de Tiberio, unos 2.700 millones de sestercios, teniendo que tapar aquel enorme agujero con nuevos y gravosos impuestos de los que no se salvaba nadie. Por ejemplo, impuso un canon a los alimentos, otro por los juicios, a los mozos de cuerda, a las cortesanas e incluso a todos los que tenían la feliz idea de contraer matrimonio. Pero todo este atraco no era suficiente y, tras insistir una y otra vez en esta actitud de pedigüeño, en el transcurso de sus muchos delirios, aseguraría sentirse en la más absoluta ruina, llegando en su sicopatía a pedir limosna en las calles romanas además de obligar a testar en su benefició a sectores de la población bastante ricos, poniéndose muy nervioso si éstos, los llamados a cederles sus riquezas, no se morían pronto. Durante esta fiebre de miseria más o menos imaginaria, pero no menos obsesiva, llegó a confiscar las posesiones de sus propias hermanas, Julia y Agripina, y acusarlas de conspirar contra él. Pero volviendo atrás, a los primeros tiempos de su poder absoluto, aquellas primeras bondades del inicio de su reinado las olvidó Calígula apenas medio año más tarde, superando enseguida las atrocidades de su predecesor, acaso por sufrir un conjunto de enfermedades mentales que le provocaban noches interminables presididas por el insomnio, además de sufrir de continuo espantosos ataques de epilepsia, que nunca le abandonaron.

Precisamente sería tras un agravamiento de sus enfermedades, y después de una inesperada recuperación cuando todos le daban por perdido, cuando se evidenciaría aún más toda su crueldad, puede que como secuela de su enfermedad anterior. Según se levantara de un humor que siempre era variable y caprichoso, demostraba manía persecutoria, delirios y quimeras relacionadas, de nuevo, con el dinero como, por ejemplo, la necesidad que tenía de pisar físicamente un montón de monedas de oro con sus pies descalzos. También formaba parte de su esquizofrenia su desinterés, convertido en odio, por los más famosos autores contemporáneos, ordenando la destrucción (aunque, a la postre, no lo consiguió) de todas las obras de Homero, Virgilio, Tito Livio y otros. Tuvo una pasión incestuosa por una de sus hermanas, Julia Drusila. Muy jóvenes ambos, Calígula la había poseído por primera vez, siendo sorprendidos los dos adolescentes en el lecho por la abuela Antonia, en cuya casa vivían. Nunca renunciaría a ella, sino que, años después, y a pesar de que la habían casado con un tal Lucio Casio Longino, Calígula la compartió y fue Drusila, al mismo tiempo, esposa legítima de su hermano.

Incluso durante una grave enfermedad que parecía iba a ser definitiva y con un fatal desenlace, Calígula nombró como heredera a su misma adorada hermana y esposa. J.ustificaba esta atípica relación en que, en las dinastías de los Ptolomeos, en su adorado Egipto, esto —la unión de dos hermanos— era considerado una relación incluso sagrada. Su amor hacia Drusila le llevó a sentarla junto a él en el Olimpo que había creado con su misma persona como dios principal, divinizándola también. Cuando ella murió, Calígula no tuvo consuelo, y muy afectado, ordenó e impuso un luto general, dictando durísimos castigos para los que, en ese período de duelo, se bañaran, se rieran aunque fuese poco o, en fin, hubieran comido en familia de forma distendida o agradable. A continuación huyó de Roma y no paré hasta Siracusa. A su regreso, volvió desaliñado, con los cabellos enredados y obligando a que, en adelante, todos juraran por la divinidad de la difunta Julia Drusila. Desde el primer momento imprimió a su reinado de una pompa desconocida, asumiendo de hecho una teocracia en lo externo, deudora de lo helenístico-oriental entre lo que incluyó actos como el de acostarse, además de con Drusila —que siempre sería su preferida—, con sus otras hermanas, las cuales, después de yacer en el lecho del emperador, fueron entregadas por éste a varios amigos como auténticas prostitutas que estos podían utilizar y explotar a su antojo. En otra ocasión, habiendo sido invitado a la boda de un patricio llamado Pisón, durante el banquete decidió robarle la esposa (Livia Orestila) al atónito flamante marido, llevándosela a sus aposentos y poseyéndola. Justificó este rapto y posesión en que, realmente, Livia era su esposa, y amenazó a Pisón si tenía la audacia de tocar a su mujer. Y es que las caricias impacientes de los desposados habían enardecido a Calígula, que quiso adelantarse al marido en el disfrute de la todavía virgen esposa.

Esta conducta indigna del Emperador no era excepcional, ya que en los banquetes solía examinar detenidamente a las damas asistentes, y no evitaba levantarles los vestidos y comparar sus intimidades, escogiendo a alguna y retirándose para gozarla, como hiciera con la desgraciada Livia Orestila. Después regresaba con evidencias del encuentro y se deleitaba ante los asistentes con confidencias sexuales sobre la arrebatada de turno. Fue también amante de Enia Nevia, esposa de Macron, y entre las cortesanas, su favorita fue Piralis. Asimismo, se divertía mucho divorciando, en ausencia de sus maridos, a damas de alta alcurnia, con las que también se acostaba. No obstante, y por medios legales, Calígula tuvo otras esposas: Junia Claudila (que Íallcció tras su primer parto), la misma esposa de Pisón, Livia Orestila, Lolia Paulin~ y Cesonia. Esta última fue la que más le duró, al parecer por sus artes libertinas, que excitaban al Emperador de manera especial y lo hacían deudor de sus caricias. La pasión por Cesonia y la manera cómo la consiguió, son dignas del carácter del Emperador. Era Cesonia una bella matrona llena de sabiduría a quien Calígula coiioció el mismo día que ella paría en palacio (de donde era habitante como una mas de las muchas personhs al servicio del emperador) una hermosa niña.

Encariñado desde ese momento con la madre y con la niña, puso a ésta el nombre de Drusila, en honor de su hermana y amante, y se proclamó padre de la criatura. Y, puesto que era el padre por su propia decisión, automáticamente obligó a que se le reconociera también como esposo de la madre, Cesonia. Momentáneamente metamorfoseado en ilusionado padre de familia, condujo a su esposa e hija a todos los templos de Roma, presentando a la pequeña a la diosa Minerva para que le insuflara saber y discreción. Sin embargo Cesonia ya había parido tres hijos de su matrimonio anterior con un funcionario de palacio, además era una mujer con la juventud ya perdida y no excesivamente hermosa. Por lo que se rumoreaba que aquella locura de Calígula por ella se debía a que Cesonia le había dado algún brebaje afrodisíaco, como por ejemplo, uno muy conocido extraído del sexo de las yeguas. Perdido el norte, Calígula empezó a practicar toda una serie de conductas absurdas y crueles como, por ejemplo, entre las primeras, el nombrar cónsul a su caballo favorito, Incitatus (Impetuoso), al que puso un pesebre de marfil y dotó de abundante servidumbre a su disposición. Y, entre las segundas, su deseo, expresado a gritos, de qUe «el pueblo sólo tuviera una cabeza para cortársela de un solo tajo», producto de una rabieta imperial al oponerse el público del circo a la muerte de un gladiador contra lo decidido por Calígula. También se distraía llevando sus cuentas personalmente, unas cuentas consistentes en redactar la lista de los prisioneros que, cada diez días, debían ser ejecutados.

Otra contabilidad llevada personalmente fue la de su propio gran prostíbulo, que había hecho construir dentro del recinto de su palacio y que resultó un negocio redondo. En otro orden de cosas, y para producir aún más terror, todas estas distracciones las vivía disfrazándose y maquillándose de forma que sus actos, de por sí ya terribles, contaran con el añadido de lo siniestro, de manera que sus caprichos resultaran implacables haciendo temblar a sus víctimas aún más. Las ejecuciones eran tan numerosas que, a veces, no había una razón medianamente comprensiva para tan definitivo castigo, como en el caso del poeta Aletto, que fue quemado vivo porque el Emperador creyó toparse con cierta falta retórica en unos versos compuestos, precisamente, a la mayor gloria de Calígula, por el desgraciado vate. La crueldad de Calígula podría resumirse en una frase que se trataba, en realidad, de una orden dada a sus matarifes respecto a cómo tenían que acabar con sus víctimas. Era ésta: «Heridlos de tal forma que se den cuenta de que mueren». La lista de sus desafueros sería interminable. A modo de muestreo, podemos decir que el Emperador, imbuido muy pronto de su carácter divino, hizo traer de Grecia algunas estatuas, entre ellas la de Júpiter Olímpico, escultura a la que ordenó arrancar la cabeza y sustituirla por una suya, y desde ese momento rebautizada como Júpiter Lacial (él mismo, transformado en el dios de dioses del Lacio).

El siguiente paso será la elevación de un templo en honor de ese nuevo dios y la presencia en el mismo de otra escultura, ésta de oro, y que cada día era vestida como el propio Calígula, en una especie de simbiosis y travestismo entre aquel artista llamado Pigmalión y su modelo, y que evidenciara de manera inequívoca, la naturaleza celestial del Emperador. También, y sin duda todavía en las alturas de su particular Olimpo, invitaba a la Luna (Selene) en su plenilunio, a que se acostara con él. Ya en terrenos más próximos a lo cotidiano, y en su afán por complicarle la vida a sus súbditos, se divertía, por ejemplo, regalando localidades a la plebe que, en principio, estaban destinadas a la aristocracia. Lo divertido para Calígula venía cuando, estos últimos, al encontrar ocupadas sus localidades, iniciaban un altercado con la chusma, espectáculo este mucho más divertido para Calígula que las propias representaciones teatrales. Calígula había sido un emperador que siempre había sorprendido y puesto a prueba a la gente. Como se quejara amargamente de que su reinado transcurría sin grandes cataclismos y, por tanto —según él—, su nombre y su tiempo apenas serían recordados por los historiadores, intentó suplir esta falta de terremotos, inundaciones, pestes o guerras auténticas, con la puesta en escena de batallas de ficción. Así, en una de sus incursiones por Germania y ante la nula presencia real de escaramuzas, decidió que parte de sus legiones pasaran al otro lado del río Rhin, desde donde se encontraban, e hiciesen como si pertenecieran a un ejército bárbaro. Una vez en la otra ribera, Calígula cayó sobre el enemigo con sus soldados, a los que venció sin paliativos.

Escribió, entonces, a Roma anunciando su triunfo al tiempo que se quejaba de que, mientras él exponía su preciosa existencia luchando, en la metrópoli el pueblo y los senadores se divertían en inacabable holganza. También humilló a sus legiones en las Galias obligando a los soldados a recoger, en el transcurso de jornadas agotadoras, toda clase de moluscos y otras especies de productos marinos. Tras agotar el tesoro imperial en su favor y mandar asesinar (como ya queda dicha) a destacados miembros de la aristocracia para quitarles el dinero, acabó siendo asesinado en una estancia de su palacio por el jefe de los pretorianos, Casio Quereas, en el pasillo que comunicaba aquél con el circo, al que volvía el Emperador tras un descanso en uno de los espectáculos de los Juegos Palatinos. Se vengaba así, de camino, Quereas del trato vejatorio que siempre le infligió el Emperador, tratándole de afeminado e impotente. Ahora había llegado su hora, y ya pudo empezar a alegrarse con la primera herida producida en el cuerpo de un Calígula medroso (un hachazo en el imperial cuello), que, sin embargo, no lo mató inmediatamente, aunque sí provocara en el sádico personaje gritos de dolor y desesperación. Inmediatamente acudieron el resto de los conjurados (hasta treinta de ellos con sus espadas desenvainadas) quienes, tras una estocada en el pecho propiciada por Cornelio Sabino, se ensañaron en la faena de acabar, definitivamente, con la vida del Emperador, su esposa Cesonia e, incluso, con la de la hija de ambos, una niña que fue estrellada sin piedad contra un muro. Se ponía fin, con la misma violencia sufrida, al sangriento y violento reinado de un loco que había torturado a su pueblo durante tres años y diez meses de pesadilla.

Crudelísimo incluso después de su muerte, se encontraron abundantes listas de nombres destinados a ser ejecutados. Incluso, junto a estas, fueron hallados gran cantidad de venenos destinados a cumplir de ejecutores de aquéllos, tan abundantes que, al ser arrojados al mar, envenenaron las aguas marinas, que devolvieron a las playas miles de peces muertos. Calígula (que contaba 29 años al morir) fue borrado por el Senado de la lista de los emperadores de Roma. Había sido un hombre tan malvado y despiadado con los demás como cobarde él mismo. Por ejemplo, en vida sentía un terror patológico por las tormentas, que le arrastraba debajo de las camas cuando empezaban los relámpagos.

Murió, como ya se ha dicho, muy joven, y nadie sabría nunca lo que hubiera podido ser su reinado de vivir más años. Como en el caso de tantos personajes polémicos o indeseables, el cine no lo dejaría escapar, siendo uno de los films más conocidos uno seudo porno del escandaloso director Tinto Brass titulado Calígula.

viernes, 20 de febrero de 2009

Gustav Ferdinand: La muerte mas insolita de la historia


Gustav Ferdinand von kelps, fue un físico y matemático aleman que tiene la "suerte" de ser una de las personas con la muerte mas extraordinaria del planeta.

Nacio en la ciudad de Núremberg en el año 1905, se crio dentro de una familia clase media alta.Sus padres desde chico lo estimularon a desarrollarse dentro del campo de la fisica y las matematicas.

Siempre fué el alumno que sobresalío en su clase, por su inteligencia y su curiosidad.

Su abuelo le enseñada matematica avanzada despues de la clase, cuanto mas aprendía...más queria aprender! Su curiosidad no tenía limites para "El niño genio".

A la edad de 14 años, desarrolló un aparato que fué capaz de lanzar una bola de luz (Nunca nadie logro entender su funcionamiento) a una distancia de 50 metros (aproximadamente). Sus padres preocupados por aquél invento (ya que era un peligro para Gustav y los que lo rodeaban), aprovechando una noche en la que el muchacho dormia, destruyeron la maquina y la tiraron en el rio Pegnitz.


Siempre fue un muchacho solitario, que gustaba de encerrarse en un lugar de la casa que él llamaba "laboratorio", tenía pocos amigos y caminaba siempre acompañado con algun libro debajo del brazo. Era el chico raro de la escuela y del barrio.

Cuando ya contaba con la edad de 25 años, sabía más que sus profesores academicos en la Universidad de Hamburgo .Eso le trajo más que algun problema, por el solo hecho de que en plena clase, desafiaba a los profesores con teórias que luego descubrian que estaban acertadas. Sus profesores tenian miedo de que Gustav, le refutára un problema matematico en clase, y que no tuvieran la capacidad de discutir con él.

A los 26 años de edad, publicó algunos trabajos técnicos y generales sobre el espacio, el tiempo, la materia, filosofía, lógica, simetría e historia de las matemáticas. Fue uno de los primeros en concebir la probabilidad de combinar la relatividad general con las leyes del electromagnetismo.



El 05 de abril de 1942 murío de una forma por demas de increible.

Por lo que se tiene registrado en el diario alemán Nürnberger Zeitung , Gustav Ferdinand von kelps Salío de su trabajo en el laboratorio Wëllishburng al mediodía, caminó hacía su casa (vivia solo) saludo a su vecina como de costumbre y se encerró en "su laboratorio" ..... nuncá mas se lo volvio a ver.

El expediente de la policia (numero 1209834)declara que por las pericias hechas en el lugar, Gustav estaba trabajando en un proyecto "secreto" para presentarlo en el instituto de Matematica y fisica cuántica de Munich , cuando encendío una maquina que emitia rayos (La policia nunca digo de que rayos se trataban, por que el experimento fue hecho en epoca de guerra. (segunda guerra mundial) que la vecina pudo testificar que vío la luz que salia por la ventana del laboratorio y sintió como un zumbido (Como cuando hierve el agua dentro de la pava). Luego una fuerte corriente de aire la tiró a unos 12 o 14 metros del lugar!
Los investigadores policiales no podían creer lo que declaraban los testigos: Un haz de luz color violeta, ráfagas de viento, zumbido en el aire (dolores profundo de cabeza, luego del incidente)...etc.

El interior del laboratorio estaba casi intacto, solo papeles desparramados y algún vidrio roto. El cuerpo del cientifico nunca fué hallado.

Pero lo mas interesante del caso, fué cuando 3 meses despues del extraño suceso, los nuevos inquilinos estaban acomodando los muebles en la casa.Cuando de pronto ven (4 testigos coinciden en lo mismo) asomar una cabeza por la pared y que les dió los buenos días! y desaparecer en el acto.

Los inquilinos testificaron bajo juramento que 4 o 5 veces más vieron a la extraña figura cruzar de pared a pared.Luego de mostrarles fotografias de Gustav, todos aseguraron que era la persona que apareció por la pared!


Decidieron llamar a investigadores, cientificos, de varias ciudades para encontrar una explicacion a lo sucedido. Se formó una junta de investigacion y luego de estudiar el caso por dos meses, concluyeron lo siguiente:


Gustav era la unica persona que sabia lo que estaba experimentando.

De alguna extraña manera pudo vencer el tiempo y espacio y pasar a otro plano dimensional.

Todos coinciden en que el fisico matematico sigue vivo en otro lugar (dimension) ya que cuando aparece, saluda normalmente y habla con los asombrados moradores del lugar.

En una ocacion un investigador se sorprendío al ver aparecer a Gustav por la pared, aseguró saludarlo y que Gustav le respondío: Buen día! ¿Lindo dia para descubrir cosas nuevas,no? El investigador se quedó tan perplejo que cuando atinó a responder, Gustav ya habia desaparecido.

Conclusion: No solo está vivo en otro lugar, sino que cada tanto aparece y habla con los visitantes del lugar. Cuando en una ocasion le preguntaron a Gustav, si estaba en otra dimension. Él solo respondío:

No se preocupen por mi, yo estoy en un lugar que ustedes tarde o temprano descubrirán y una vez que lo visiten....no querrán volver.

miércoles, 18 de febrero de 2009

Tatuaje extremo

Hay gente que hace realidad sus sueños, pero acaban conviertiendose en pesadillas. Es el caso de este estúpido, que se implantó silicona en la pierna para dar volumen a su cutre tatuaje y al final tuvo que quitárselo. Al parecer el dolor es tremendo y el peligro de infección bastante alto.






sábado, 14 de febrero de 2009

¿Embarazo o negocio?

Nadya Suleman, Californiana de 33 años es una mujer que dió a luz el pasado 26 de enero de octillizos. En su primera entrevista desde el parto afirmó que sus nuevos hijos fueron producto de la implantación de seis embriones, en un procedimiento que también había usado anteriormente para tener seis hijos, para un total de catorce. Y hay que reconocer que su estrategia ha sida buena, ya que a logrado pasearse por los platós de la mitad de las cadenas de EEUU para contar su historia y así obtener beneficios económicos (en su última visita a un programa de televisión obtuvo 1,5 millones de euros).

"Como no era suficiente", ha creado una página web para recibir donaciones a través de cuentas bancarias e incluso de domiciliaciones a casa. El objetivo de esta astuta mujer californiana no es sólo recibir dinero sino que el usuarios que esté interesado también pueda contribuir con regalos para sus futuros bebes (para eso deja su dirección postal en la web que ha creado).

Durante el embarazo también se hizo operaciones de labios, pómulos y nariz para parecerse a la actriz Angelina Jolie. La noticia salió en la web TMZ, donde irónicamente decían que "la única cosa más dolorosa que tener ocho bebés es ir con ellos en tu ridícula tripa.


miércoles, 11 de febrero de 2009

Saltos en el Tiempo: El curioso caso de las Señoritas Moberley y Jourdain

La experiencia que vivieron dos inglesas durante una visita a Versalles en verano de 1901 fue discutida durante muchos años. Las señoritas Moberley y Jourdain afirmaban haber retrocedido al siglo XVIII, en plena época de María Antonieta.

En una cálida tarde de agosto de 1901, dos maestras de mediana edad, las señoritas Anne Moberley y Eleanor Jourdain, decidieron aprovechar sus vacaciones en París para visitar el palacio de Versalles, que ninguna de las dos conocía. Ambas se interesaban por la historia y poseían cierto nivel cultural, ya que la señorita Moberley era directora del Instituto St Hugh, y la señorita Jourdain, de una escuela de niñas en Watford. Ninguna de las dos tendía a ser crédula ni neurótica.

Después de recorrer el palacio se sentaron a descansar en la Galería de los Espejos. Las ventanas abiertas y el aroma de las flores las incitaron a volver a salir, esa vez en dirección al Pequeño Trianón, el palacete que Luis XV construyó en los terrenos de Versalles, y que su sucesor, Luis XVI, regaló a la reina María Antonieta. Llegaron a un lago alargado, a cuya derecha había un bosquecillo con un claro, y después a otro estanque, junto al cual se levantaba el Gran Trianón, palacio construido por Luis XIV. Lo dejaron a su izquierda y llegaron hasta un sendero cubierto de hierba.

No estaban seguras del camino y, en vez de bajar por el sendero, que llevaba directamente al Pequeño Trianón, lo cruzaron y siguieron por un sendero lateral. La señorita Moberley vio a una mujer asomada a la ventana de un edificio que había en un recodo del sendero; sacudía una tela blanca. La inglesa se sorprendió al ver que su amiga no se detenía a preguntarle el camino. Después se enteró de que la señorita Jourdain no lo hizo porque no había visto ni a la mujer ni el edificio.

A esas alturas, las dos mujeres no tenían conciencia de que sucediera algo extraño, y conversaban animadamente sobre temas que no tenían nada que ver. Doblaron a la derecha, pasaron junto a unos edificios y distinguieron el final de una escalera tallada al otro lado de un portal abierto. No se detuvieron, sino que tomaron el sendero central de los tres que había delante de ellas; la única razón para que lo hicieran fue la presencia de dos hombres que parecían estar trabajando allí, con una especie de carretilla y una pala puntiaguda. Parecían jardineros, aunque las mujeres pensaron que vestían de forma rara; llevaban largas chaquetas gris verdoso y tricornios. Los hombres les dijeron que siguieran en línea recta y las amigas continuaron como antes, absortas en su conversación.

Irrupción Del Pasado

Fue más o menos entonces cuando las dos mujeres comenzaron a sentir una cierta opresión (de forma independiente; no comentaron el hecho en aquel momento); observaron que su entorno era curiosamente llano, y ambas tuvieron la sensación de que el paisaje se había vuelto bidimensional. Esas sensaciones se hicieron abrumadoras cuando se acercaron a «un pequeño kiosco de jardín, circular, como un kiosco de música; junto a él se sentaba un hombre». A ninguna de las dos le gustó el aspecto del hombre; su rostro era oscuro y repulsivo. Notaron que llevaba una capa y un sombrero al estilo español. Aunque no se sentían muy seguras de su camino, por nada del mundo le hubiesen dirigido la palabra al hombre del kiosco.

Sintieron alivio al escuchar pasos que se acercaban aprisa detrás de ellas pero, cuando se volvieron, el sendero estaba vacío. Con todo, la señorita Moberley vio a otra persona que apareció súbitamente. Parecía «sin duda, un caballero... alto, con grandes ojos oscuros... cabellos negros rizados». Él también llevaba capa y sombrero español y parecía nervioso cuando les indicó dónde estaba la casa. Les sonrió de una forma que les pareció peculiar pero, cuando se volvieron para darle las gracias, había desaparecido. Volvieron a escuchar el ruido de alguien que corría, aparentemente muy cerca de ellas, pero no vieron a nadie.

Cruzaron un puentecito sobre un barranco en miniatura, miraron la cascada que caía junto a él y, finalmente, llegaron a «una mansión campestre pequeña, cuadrada y sólidamente construida», con una terraza que daba al norte y al oeste. La señorita Moberley vio a una dama sentada en el césped, de espaldas a la terraza, que parecía estar haciendo un dibujo. La dama las miró fijamente cuando pasaron junto a ella. La señorita Moberley comentó que, aunque era bastante bonita, ya no era joven, y no le pareció atractiva. Esto no le impidió observar el vestido que llevaba, de una tela ligera y escotado. Sus abundantes cabellos rubios estaban cubiertos por un gran sombrero blanco.

Las dos inglesas pasaron junto a ella en silencio y subieron a la terraza; la señorita Moberley se sentía como si estuviera andando en sueños. Entonces volvió a ver a la dama, esta vez de espaldas, y sintió alivio porque la señorita Jourdain no le había preguntado si podían entrar en la casa. En realidad, la señorita Jourdain no la había visto.

Estaban ya en el ángulo suroeste de la terraza. Cuando se volvieron, vieron una segunda casa de la que salió un joven (con «aspecto de lacayo») quien les ofreció acompañarlas en la visita. Entonces se les unió una alegre boda y se sintieron de mejor humor.

Las dos señoritas no hablaron de estos acontecimientos durante la semana siguiente. Sólo cuando la señorita Moberley se puso a escribir su versión de los hechos y volvió a sentir una sensación de opresión, preguntó a su amiga: «¿No crees que el Pequeño Trianón está embrujado?» La señorita Jourdain pensaba lo mismo. Sólo entonces compararon las notas y supieron las diferencias existentes entre sus experiencias.

Ambas mujeres escribieron, tres meses después y por separado, sendos relatos completos de lo sucedido. Este lapso de tiempo fue uno de los factores que provocaron el escepticismo, de comentaristas posteriores: los recuerdos de un suceso, registrados al cabo de tres meses, eran menos exactos que si se redactaban de forma inmediata. Las maestras eran pues, sospechosas de «reconstrucción imaginativa».

Sin embargo, existían leyendas relacionadas con el Trianón que apoyaban su versión. Una amiga parisina de la señorita Jourdain le contó que gente de Versalles había visto a María Antonieta, un día de agosto, sentada en los jardines del Pequeño Trianón, con un vestido rosa y un gran sombrero de paja. El lugar, en su conjunto -las personas presentes y el tipo de diversiones- parecía, según dijo esta amiga, una reproducción exacta del fatídico 10 de agosto de 1792, día del saqueo de las Tullerías, de la fuga de la familia real a París y del encarcelamiento del rey y la reina en el Temple. Las dos señoritas se preguntaron si se habrían topado con algún recuerdo de la reina, proyectado por ella sobre el Trianón o retenido por el propio lugar. Desconcertadas por lo que habían encontrado, decidieron comparar los detalles de su experiencia con los hechos, y regresaron a Versalles.

Un Círculo De Influencia

La señorita Jourdain volvió sola al Trianón en enero del año siguiente, y de nuevo sintió una cualidad alucinatoria en el lugar, derivada en parte de la atmósfera y en parte de lo sucedido anteriormente. Algunos detalles eran diferentes: el kiosco, por ejemplo, no parecía ser el mismo edificio, y al comienzo no sintió nada extraño. Sólo cuando atravesó el puente que conduce al Hameau (Aldea), donde la reina María Antonieta y sus amigos jugaban a los campesinos, sintió como si hubiese atravesado una línea, como si hubiese entrado en un círculo de influencia. Vio un carro que estaba siendo cargado de leña por dos peones que llevaban túnicas y capas con capucha. Volvió un momento la cabeza hacia el Hameau, y cuando miró nuevamente los dos hombres y el carro habían desaparecido.

Hubo otros incidentes: la visión de un hombre embozado moviéndose entre los árboles, el crujido de vestidos de seda, la sensación de estar rodeada por una multitud de seres invisibles, el sonido de una banda distante tocando música ligera; pero ninguna de esas sensaciones era comparable a los hechos de agosto de 1901.

Las dos amigas volvieron varias veces a Versalles, pero nunca revivieron su primera experiencia. Por el contrario, descubrieron que la disposición del jardín había cambiado mucho desde su primera visita. Algunos bosques habían desaparecido; ciertos senderos también; había edificios alterados; el kiosco había desparecido; el barranco, el puente y la cascada también. El Trianón del siglo XX tenía muy poca relación con el que habían visto la primera vez. Desconcertadas e intrigadas, las dos maestras emprendieron una investigación de la historia del Trianón de la reina María Antonieta.

Hay que tener en cuenta lo poco que se sabía en esa época de las experiencias retrocognitivas a gran escala. Como esta aventura fue especialmente compleja, la explicación más simple parecía ser que habían tenido una alucinación, que sus recuerdos eran inexactos o que estaban «adornando» su experiencia; también se habló mucho de que ninguna de las dos mujeres se apercibió en aquel momento de que estaba viendo cosas que no existían.

Las dos maestras se sentían lo suficientemente convencidas de la rareza de su experiencia como para querer comprobar los hechos, ya que en los años siguientes se tomaron el trabajo de investigar los detalles de la estructura original del Trianón, la disposición primitiva de los jardines y el nombre de su responsable, la clase de trabajadores que podía emplear la reina allí y los uniformes que podrían haber llevado. A la luz de los resultados, el sarcasmo de un periodista que dijo que habían visto a gente real en 1901, con ropas de 1901, no se sostiene. Los uniformes gris-verde y los tricornios no correspondían a funcionarios del Trianón de 1901, ya que «el verde era el color de la librea real, y ahora nadie lo lleva», según los resultados de la investigación de Moberley y Jourdain, publicada en las últimas ediciones de su libro An adventure (Una aventura). Las apariciones, ¿pudieron ser una mascarada?; la música fantasmal, ¿la de una orquesta real que tocaba fuera de la vista? Quizá, pero, ¿por qué había máscaras corriendo por bosques inexistentes y senderos desaparecidos en un cálido día de agosto de 1901? Se podrá objetar que Moberley y Jourdain se paseaban por ese mismo paisaje en ese momento, pero no corrían, ni iban disfrazadas. En cuanto a la música que oyó la señorita Jourdain en 1902, descubrió inmediatamente que ninguna banda había estado tocando esa tarde.

Una Ocurrencia Tardía

El kiosco que vieron se parecía algo a uno que había figurado en los planos originales del Trianón como una ruine -o sea, una locura decorativa-, pero no es seguro que fuera construido alguna vez. De hecho, el kiosco fue una fuente de dificultades para las dos maestras en sus esfuerzos por identificarlo con algún rasgo original del Trianón; vacilaron y modificaron sus opiniones. Les parecía que «tenía algo de chino». Un crítico francés, Léon Rey, que escribía en la Revue de Paris, lo identificó con un edificio llamado Jeu de Bague, que era de estilo vagamente oriental. Pero las dos inglesas no estuvieron de acuerdo y señalaron las discrepancias entre el kiosco del 10 de agosto -que, después de todo, ellas habían visto y Rey no- y el Jeu de Bague. Su referencia a «algo de chino» no fue hecha hasta 1909, lo que sugiere una ocurrencia tardía. Sin embargo existen datos de que, en 1774, el jardinero jefe de María Antonieta, Antoine Richard, había planeado la construcción de un kiosco pequeño, del tipo del que las dos maestras creyeron ver en 1901.

A medida que uno examina los «hechos» narrados por Moberley y Jourdain, y las acusaciones y contraacusaciones que se les hicieron a lo largo de los años (hasta los años cincuenta), su relato y su interpretación se vuelven cada vez más confusos. El hombre moreno que inspiró tanta aversión a las maestras fue «identificado» como el conde de Vaudreuil, quien desempeñó un siniestro papel en los últimos meses del reinado de María Antonieta, aunque otro crítico sugirió que la figura podía haber sido el anciano Luis XV. Apenas existe un detalle en la narración de las dos mujeres que después no haya sido contradicho o discutido por otra explicación, aún más improbable, de lo que habían visto originalmente.

Resultaría pesado reconstruir los pasos de las investigaciones que Moberley y Jourdain realizaron a lo largo de varios años, o discutir las muchas formas en que han sido interpretados los detalles de su aventura. Los críticos no sólo contradijeron a las maestras sino que se contradijeron entre sí, e hicieron los mayores esfuerzos por demostrar que las mujeres imaginaron lo que vieron, lo malinterpretaron, lo distorsionaron o lo desfiguraron: Sus investigaciones, según los críticos desfavorables, no fueron suficientemente cuidadosas ni estuvieron bien llevadas; ellas dejaron que investigaciones posteriores influyeran en el relato que hicieron de los hechos, y adoptaron a posteriori sus propias experiencias para que coincidieran con lo que habían descubierto. En otras palabras,(los críticos afirmaron que Moberley y Jourdain habían distorsionado sistemáticamente los libros para que coincidieran con suhistoria. Las dos damas, cuya inteligencia parece haber sido tan aguda como la de sus críticos, fueron condenadas como una pareja de solteronas crédulas, cuyas cabezas estaban llenas de tonterías románticas acerca de la desventurada reina de Francia.

Sin embargo, ésta no es la impresión que se obtiene al leer los documentos Moberley-Jourdain. Las mujeres parecen equilibradas, sensatas y verdaderamente intrigadas por lo que les sucedió aquel día de agosto de 1901. Sus investigaciones posteriores fueron tan completas como permitieron la oportunidad y la disponibilidad de materiales, y aunque las dos mujeres fueron acusadas de alterar su relato original para adaptarlo a hechos revelados posteriormente, bien podría ser que no hubieran entendido lo que habían visto hasta que el descubrimiento de ciertos hechos lo aclaró. Desde luego, Moberley y Jourdain no conservaron un registro minucioso y un relato documentado de lo sucedido. Probablemente, nunca se les ocurrió que eso sería necesario para probar su veracidad.

No es posible juzgar qué sucedió realmente el 10 de agosto de 1901. Es probable que las maestras tropezaran con una alucinación a gran escala consecuente con las condiciones de un salto temporal retrocognitivo. El aspecto más interesante de la cuestión fue el constante intercambio, visual y verbal, que al parecer tuvo lugar entre las figuras del pasado y las del presente.

Tampoco fue única, en cuanto a la escala, la aventura de Versalles, ya que otras dos inglesas vivieron una experiencia similar en Dieppe 50 años después. ¿Será el aire de Francia, o su historia, lo que promueve esos fenómenos tan curiosos?

Cuando las señoritas Moberley y Jourdain visitaron el palacio de Versalles el 10 de agosto de 1901, todo parecía normal, al principio. Después de visitar la Galería de los Espejos atravesaron el parque, buscando el Pequeño Trianón (en la foto), la mansión aislada que había pertenecido a María Antonieta. Fue entonces cuando se encontraron en lo que parecía otra época.

Las señoritas Anne Moberley y Eleanor Jourdain. Decididas a descubrir qué había detrás de su experiencia, las dos visitaron repetidamente el Pequeño Trianón, pero descubrieron que los jardines habían cambiando mucho desde su primera visita.

lunes, 9 de febrero de 2009

El Extasis

La MDMA, llamada "Adam", "Éxtasis" o "XTC" en la calle, es una droga sintética psicoactiva (que altera la mente) con propiedades alucinógenas y similares a las de las anfetaminas. Produce daño cerebral ya que afecta a las neuronas. Las opiniones sobre la MDMA recuerdan aseveraciones similares a las que se hicieron del LSD en los años 50 y 60, las cuales resultaron ser falsas. Según sus defensores, la MDMA puede hacer que las personas confíen unas en las otras y derribar barreras entre terapeutas y pacientes, entre amantes y entre familiares. El éxtasis, por ser una droga sintética, su composioción química es sumamente dificil de especificar. Contiene como principales activos uno de los cuatro derivados anfetamínicos que se parecen química y farmacológicamente: MDMA, MDEA, MDA y MBDB. La presencia de MDA es preocupante por su alta toxicidad. Debido a que el éxtasis es usualmente creado en laboratorios ilegales, es posible que haya sido mezclado con PCP, metanfetaminas, ácido o inclusive DXM (una droga legal que se vende sin receta para el tratamiento de la tos y puede causar vómitos, epilepsia, mareos y dolor de estómago.Un usuario acostumbrado a una cierta cantidad de pastillas puede un día consumir el triple de lo habitual sin saberlo. Una pastilla grande puede contener hasta el triple de otra y el consumidor no lo sabe . Si es mezclada con tabaco, o alcohol puede producir efectos mortales o causar graves problemas neuronales, o incluso, puede causar derrames en casos extremos. Su composición química la vuelve una de las drogas con peores efectos ya sean inmediatos o secundarios.También afecta a la serotonina (que regula la memoria, el sueño y el dolor) ,, quitando el sueñoo, afectandoo al control del cuerpo, dando la sensacionn de falsa energía, poniendo feliz al consumidor, y creando falsas sensaciones en la persona que ingirió la droga.No solo viene en forma de pastillas, también se puede encontrar en forma líquida o en polvo.

sábado, 7 de febrero de 2009

EL SUICIDIO

El 1 de mayo de 1947, Evelyn McHale saltó desde la plataforma de observación del Empire State Building para abrazar la muerte dejando sin quererlo un sobrecogedor testimonio gráfico mezcla de belleza y horror. El fotógrafo Robert Wiles tomó esta foto de McHale tan solo unos pocos minutos después de su fallecimiento.


La foto apareció un par de semanas más tarde en la revista Life acompañada de la siguiente leyenda:“El primero de Mayo, justo después de dejar a su prometido, Evelyn McHale de 23 años de edad escribió una nota:'Él está mucho mejor sin mí … Nunca seré una buena esposa para nadie...'Luego se dirigió a la plataforma de observación del Empire State Building. A través de la niebla echó un vistazo a la calle, 86 pisos más abajo. Y entonces saltó. En su desesperada determinación consiguió lo que pretendía y al llegar al suelo su cuerpo golpeó una limusina de las Naciones Unidas estacionados en la acera. Al otro lado de la calle, un joven estudiante de fotografía llamado Robert Wiles escuchó un sonido como de explosión. Tan sólo cuatro minutos después de la muerte de Evelyn McHale, Wiles obtuvo esta imagen de violencia y serenidad en la muerte”.El siguiente texto esta extraído del obituario de la señorita McHale aparecido en el New York Times.“A las 10:40 AM, el agente John Morrissey se encontraba dirigiendo el tráfico entre la calle 34 y la Quinta Avenida cuando percibió como una bufanda blanca caía como flotando en remolinos desde los pisos superiores del Empire State. Un momento después oyó un choque que sonó como una explosión y vio una muchedumbre converger hacia la calle 33.Doscientos metros al oeste de la Quinta Avenida, el cuerpo de la señorita McHale aterrizó encima del coche. El impacto destrozó el techo de metal y las ventanas del vehículo. El conductor se encontraba en ese momento comprando en una farmacia cercana, lo que le permitió escapar de la muerte o de graves lesiones.Sobre la plataforma de observación, el detective Frank Murray de la comisaria de la calle 30 Oeste, encontró la capa de tela gris de la señorita McHale, su cartera con varios dólares y la nota, y un kit de maquillaje lleno de fotografías familiares”.Lo mas asombroso de la imagen probablemente sea la serenidad que transmite el cuerpo de McHale entre los hierros retorcidos y el destrozo provocado por el golpe, como si en realidad estuviera plácidamente dormida en lugar de muerta... como una bella durmiente. Años más tarde, Andy Warhol se apropió de la fotografía de Wiles para crear una obra que llamó Suicide (Fallen Body).

viernes, 6 de febrero de 2009

El dramático ascenso de la “Pared Asesina” del Eiger (homenaje a Toni Kurz)

"Ya no puedo más"

Estas son las últimas palabras que pronunció el alpinista Toni Kurz antes de morir. La expedición de la que formaba parte protagonizó uno de los sucesos más trágicos de la historia del alpinismo: durante el ascenso de la pared norte del Eiger(Ogro en alemán) (tambien llamada Pared Asesina) , los compañeros de Kurz fueron muriendo uno a uno y él se quedó solo, colgando del extremo de una cuerda, luchando por mantenerse con vida en las más terribles circunstancias mientras el equipo de rescate no podía hacer nada para salvarlo. Su tenacidad y su sufrimiento heroico lo convirtieron en un escalador legendario.


En 1936, cuatro montañeros intentaron la difícil ascensión de la cara norte del Eiger (3970 m. de altura), en los Alpes suizos.

Dos alpinistas, Edi Rainer y Willi Angerer, eran austriacos y los otros dos, Anderl Hinterstoisser y Toni Kurz, alemanes. Kurz era especialmente alegre y afectuoso y se había ganado el cariño de todos sus compañeros. Todos eran jóvenes: el de más edad, Angerer, tenía veintisiete años; Kurz y Hinterstoisser, sólo veintitrés.

El sábado 18 de julio de 1936 las dos cordadas, Angerer-Rainer y Hinterstoisser-Kurz, que habían iniciado el ascenso por separado, decidieron unirse.

Desde abajo, los cuatro hombres eran observados con prismáticos por algunos espectadores (curiosos, reporteros, guías de montaña y alpinistas) que manifestaron su admiración por la rapidez y la seguridad que mostraban en el ascenso.

Sin embargo, la segunda cordada -la de Rainer y Angerer- comenzó a tener dificultades y a avanzar con lentitud. Podía apreciarse cómo uno de ellos se apoyaba en el otro. Al parecer, Angerer había sido golpeado por una roca y Rainer intentaba ayudarlo. Cuando la primera cordada -Hinterstoisser y Kurz- descubrieron las dificultades de sus compañeros les tiraron una cuerda. Finalmente, consiguieron subir a Angerer y pasaron la noche todos juntos en el lugar donde se encontraban.

A las 7 de la mañana del día siguiente, 19 de julio, iniciaron de nuevo el ascenso. Las dos cordadas se habían unido. Los espectadores que los seguían observando desde abajo descubrieron que avanzaban con más dificultad que el día anterior. Podían estar agotados o ir más lentos a causa del compañero herido.

El lunes 20 de julio, a las 7 de la mañana, se apreció movimiento en el campamento de altura, un lugar diminuto en el que los cuatro montañeros cabían con dificultad. Sólo Kurz y Hinterstoisser iniciaron el ascenso. Al parecer, Angerer no se encontraba en condiciones de proseguir. De repente, Kurz y Hinterstoisser se pararon y retrocedieron hasta el lugar en el que estaban los austriacos. Finalmente, todos decidieron abandonar la escalada. Sin duda, consideraron que la vida humana era más importante que conseguir llegar a la cima.

El martes 21 los espectadores vieron que el grupo, que descendía a buen ritmo, sólo se componía de tres personas ¿se habría caído uno de ellos?

Para empeorar todavía más la situación, se levantó una tormenta. Se oyó un fuerte ruido de piedras cayendo y de aludes de nieve polvo. El tiempo fue cambiando con rapidez. La lluvia, que fue rociando las rocas, se convirtió en hielo y era imposible utilizar el camino de retorno. Los especialistas empezaron a presentir que iba a suceder una tragedia.

Tras la tormenta, unos gritos desesperados pidieron ayuda:

¡Socorro! ¡Socorro! Mis compañeros están todos muertos y sólo yo sigo aún con vida! ¡Socorro!

El guardavía, Albert von Allmen, oyó al único sobreviviente de la expedición, Kurz, y lo tranquilizó diciéndole que en seguida buscaba ayuda. Los guías de montaña Hans Schlunegger, Christian y Adolf Rubi de Wengen se pusieron en marcha con rapidez, incluso desobediciendo las órdenes recibidas.

Cuando localizaron a Kurz, le aseguraron que lo iban a salvar y le pidieron que mantuviese la calma. Toni quería que subieran más, hasta donde se encontraba, pero le respondieron que era imposible a causa del hielo. El día llegó a su fin. Los guías le preguntaron si podía aguantar hasta la mañana siguiente.

-”¡No, no, no!”- gritó desesperadamente el alpinista a través de la niebla y la tormenta.

Los guías sabían que tenían que abandonarlo porque de noche era imposible su rescate pero se sentían angustiados e impotentes. Le aseguraron que regresarían al día siguiente, a primera hora, e iniciaron el descenso oyendo a sus espaldas los gritos de angustia de Kurt.

Toni Kurt se encontraba ya al límite de sus posibilidades pero estaba decidido a luchar por su vida y resistió colgado de un anillo de cuerda, azotado por la tormenta, aguantando el estrépito de las piedras que caían y las bajísimas temperaturas. Perdió el guante de su mano izquierda y sus dedos se congelaron, quedando su mano inerte, incapaz de realizar movimiento alguno.

A la mañana siguiente, los guías le indicaron que la única manera de rescatarlo era que consiguiera más cuerda para descender. Tenía que hacer caer el cuerpo sin vida de Angerer y coger su cuerda, destrenzarla, anudar unas partes a otras, y echársela a ellos.

Kurz respondió:

- “Lo voy a intentar”.

Resultaba increíble que Kurz pudiera realizar tantos esfuerzos con la mano izquierda congelada, pero logró cortar ocho metros de cuerda. Después la destrenzó con una sola mano y con los dientes. Finalmente, consiguió lanzar el cordel a los guías, que anudaron a él una cuerda, clavos, mosquetones y un martillo. Kurz, al límite de sus fuerzas, consiguió izar esos objetos. La cuerda resultó ser demasiado corta y los guías anudaron otra a ella. Toni al fin pudo iniciar el descenso, sentado en un anillo de cuerda que estaba enganchado a su cuerda con un mosquetón. Bajó hasta treinta y cinco metros, pero, de repente, el nudo que unía las cuerdas chocó con el mosquetón del asiento de descenso.

Los guías le pidieron que intentase hacer pasar el nudo, lo animaron con desesperación, pidiéndole que hiciese un esfuerzo más que le permitiera superar el último obstáculo para seguir con vida. Kurz movió los labios con enorme esfuerzo y dijo:

- “Ya no puedo más”.

Su cuerpo se volcó hacia adelante y se quedó suspendido, colgando de la cuerda, a pocos metros de un equipo de rescate que no pudo hacer nada más por salvarle.





La prensa suiza (imagen superior) se ocupó de la trágica noticia destacando, esencialmente, el comportamiento heroico de los guías locales.

Dos años más tarde, una nueva expedición logró con éxito la ascensión por la cara norte. En tres días, dos cordadas aunadas: Anderl Heckmair-Ludwig Vörg y Fritz Kasparek-Heinrich Harrer llegaron a la cima.


Heinrich Harrer durante la ascensión al Eiger en 1938

Los cuatro alpinistas de la expedición de 1938

Heinrich Harrer recogió en su libro La araña blanca la historia de aquella escalada pero, además, relató los dramáticos intentos anteriores de escalar la terrible pared, resaltando el dramático descenso del valeroso alpinista Toni Kurz.