sábado, 6 de abril de 2013

El caso Clifford Hoyt

Clifford Hoyt, de 31 años de edad, sufrió heridas graves en un accidente de tráfico en 1999. Cuando recobró el conocimiento después del accidente, la enfermera dijo que, según él, Hoyt había muerto y visitado el infierno, experimentando la terrible tortura que el Demonio le ofrecería a cualquier condenado. Después de negarse a recibir tratamiento psiquiátrico, Hoyt salió del hospital.

Varias semanas más tarde, los vecinos de Hoyt se quejaron con el propietario del edificio de que Hoyt estaba haciendo música, pero a altas altas horas de la noche. Entonces, el propietario del edificio fue al apartamento de Hoyt, en repetidas ocasiones llamó a la puerta. Debido al ruido, el propietario pensó que Hoyt no lo escuchaba, entonces se tomó la libertad de abrir la puerta del apartamento. La escena era grotesca por decir lo menos. Hoyt se encontraba tirado el suelo totalmente desnudo, en una mezcla de su propia sangre y excrementos, abrazado a un bloque enorme de hielo, aquella habitación más que un hogar, parecía una pocilga. Pero Hoyt se encontraba totalmente lúcido y se quejó de la atrevida acción del propietario. El dueño de la propiedad resolvió quejarse con la policía, consciente del daño a la propiedad.

Preocupado por los daños a su propiedad, el propietario tomó algunas fotos. Más tarde, se puso en contacto con la familia de Clifford, para que observaran su comportamiento. Clifford dijo que los demonios del infierno intentaban capturarlo. Explicó que para que su cuerpo no se quemara en la eternidad, debía tocar música para asustar a los demonios.





La única ocasión en que salía de casa era durante cortos períodos de tiempo para obtener los suministros mínimos necesarios para la supervivencia, incluyendo grandes bloques de hielo que utilizaba para calmar el ardor que sentía cuando intentaba dormir.

Los médicos atribuyeron el comportamiento de Clifford al daño cerebral que sufrió en el accidente. A día de hoy, él todavía cree que está siendo perseguido por los demonios. Reside en un centro psiquiátrico de Maryland, EE.UU..


domingo, 17 de marzo de 2013

Triangulo del Dragon: El triangulo de las Bermudas japones


El Kaio Maru 5, un barco de investigación científica, desapareció en 1955 en un área localizada en el sureste del Japón, conocida como Mar del Diablo. Todos sus tripulantes desaparecieron.
Se formularon las más diferentes hipótesis a fin de tratar de resolver el misterio del Triángulo de las Bermudas.



Algunos autores hablan de visitantes extraterrestres venidos del espacio para llevarse hombres y aparatos modernos a fin de estudiarlos, mientras que otros dicen que estas desapariciones se deben a seres antropomorfos, pertenecientes a una civilización muy desarrollada, que vivirían supuestamente en cápsulas submarinas en el fondo del océano.



Ese lugar podría también ser el centro de una distorsión espacio-temporal que arrastraría a los barcos y a los aviones a épocas distintas a la nuestra o a otras dimensiones.
Una respuesta más probable sería la existencia de un campo magnético muy poderoso susceptible de explicar algunos de los fenómenos observados, como la descompostura de los instrumentos de a bordo, aunque no podría explicar otros aspectos de este enigma.



El Triángulo de las Bermudas no es la única zona geográfica donde se produjeron estas desapariciones inexplicables. El norteamericano Ivan Sanderson fue el primero en realizar un paralelo entre estos distintos lugares y en pensar que todos presentan perturbaciones magnéticas, así como una intensa actividad de luces submarinas, como las que fueron vistas en el Triángulo de las Bermudas. Sin embargo, solo el "Mar del Diablo" presenta semejanzas reales con este último.

El Mar del Diablo:

 Este mar se encuentra en el oeste del océano Pacífico, entre Japón y las islas Bonin. Desde hace siglos centenares de naves desaparecieron allí sin dejar rastros. En 1967 las tripulaciones de tres barcos mercantes vieron "ruedas submarinas fosforescentes", como bandas luminosas que se movían rápidamente bajo la superficie de las aguas y que irradiaban desde un foco central giratorio.
Según una leyenda japonesa, existe bajo el "Mar del Diablo" un reino donde el tiempo se detuvo.



En 1960 el batiscafo norteamericano Trieste tocó suelo a 12,000 metros.
En los años de paz entre 1952 y 1954 Japón perdió 5 buques militares con un total de tripulación perdida que supera las 700 personas; en eso el gobierno japonés, curioso por saber porqué se perdieron barcos y personal, financiaron un buque de investigación abordado por mas de 100 científicos para estudiar el mar del diablo, y finalmente desapareció el buque, por lo que Japón etiquetó el área como zona peligrosa.

Este triángulo y once más fueron ya señalados por el investigador y biólogo Iván Sanderson y sus colaboradores de SITU (Society fotr the Investigation of the Unexplained), de Nueva Jersey. Este grupo estaba formado por científicos especializados en distintas disciplinas: geólogos, meteorólogos, físicos, astrónomos, etc. Según ellos, existen en el planeta doce zonas de grandes perturbaciones geomagnéticas. Dos de ellas son los Polos y las restantes son todas marítimas. Se encuentran repartidas muy regularmente: cinco de ellas alrededor del paralelo 30 grados de latitud norte, y otras cinco en el paralelo 30 grados sur. Están separadas por distancias de 72 grados en cuanto a longitud

El Triángulo del Dragón sigue una línea que va desde el oeste de Japón, al norte de Tokio, hasta un punto del Pacífico y vuelve por el este, pasando por las Islas Ogasawara y Guam para subir, de nuevo, hacia Japón.


Se trata de una zona de gran actividad sísmica, con un fondo marino en continua transformación y fosas de 12.000 metros de profundidad. Islotes y masas de tierra emergen y desaparecen antes de poder ser cartografiadas. Hay cartas de navegación en las que marinos experimentados han incluido trozos de tierra en los que han desembarcado y que ya no existen.

Otra peculiaridad de la zona es la relativa a línea agónica que significa que los polos magnéticos del norte y los del sur no tienen ninguna desviación como sucede en el resto del planeta. En el triángulo, el magnetismo, afecta a menudo las brújulas y puede hacer que barcos y aviones pierdan la orientación.

Desde hace miles de años los habitantes de la zona la han calificado como extremadamente peligrosa porque se han producido múltiples desapariciones y sucesos muy extrañosLas narraciones más antiguas hablan de dragones que surgen de las profundidades para tragarse naves o islas y que se vuelven al fondo del mar sin dejar ni rastro.

Según una leyenda japonesa, existe bajo el "Mar del Diablo", un reino donde el tiempo se halla detenido, también habla de barcos fantasmagóricos que aparecen repentinamente como si subieran de las profundidades para desaparecer al cabo de un momento.

Despertó el interés mundial científico y naval cuando se empezó a informar de barcos patrulla, pesqueros y aviones que se desvanecían sin dejar rastro de naves y tripulación.

El gobierno japonés, en su afán por saber el motivo de la pérdida de barcos y personas, financió en 1955 un buque de investigación, el Kaio Maru 5 , para estudiar el Mar del Diablo. Pero el barco desapareció con todos los científicos que integraban la expedición, lo que llevó al gobierno japonés a etiquetar la zona como "oficialmente" peligrosa.

Fue a finales de la década de los sesenta cuando se empezaron a establecer conexiones con el Triángulo de las Bermudas. En Japón, obviamente, las historias sobre desapariciones de barcos en la zona eran muy conocidas pero rara vez saltaban a la prensa internacional.

Este triángulo y once más fueron señalados por el investigador y biólogo Iván Sanderson y sus colaboradores. El grupo estaba formado por científicos especializados en distintas disciplinas: geólogos, meteorólogos, físicos, astrónomos, etc. Según ellos, existen en el planeta doce zonas de grandes perturbaciones geomagnéticas. Dos de ellas son los Polos y las restantes son todas marítimas. Se encuentran repartidas muy regularmente: cinco de ellas alrededor del paralelo 30 grados de latitud norte, y otras cinco en el paralelo 30 grados sur. Están separadas por distancias de 72 grados en cuanto a longitud

En el año 1989, Charles Berlitz publicó un libro llamado The Dragon's Triangle (El Triángulo del Dragón) en el que afirma que esta región del Pacífico alrededor de la isla Miyake (Japón), más o menos a 100 kilómetros del sur de Tokio, es una zona altamente peligrosa y mucho más misteriosa que el famoso Triángulo de las Bermudas. Describió todo tipo de fenómenos y desapariciones aunque muchas de ellas han sido refutadas oficialmente por incorrectas o, incluso, falsas,

Todavía hoy, a pesar de todo tipo de explicaciones más o menos científicas, incluyendo, raptos, agujeros negros, "puertas dimensionales", abducciones, tornados, maremotos, olas gigantes, experimentos militares... incluso fraudes a compañías de seguros, el misterio sobre lo que verdaderamente ocurre en esta zona permanece sin explicación.



En cualquier caso, parece que un número significativo de barcos y aeronaves han desaparecido bajo circunstancias inusuales y resulta escalofriante la coincidencia del alto número de desapariciones en unas determinadas zonas del planeta, casi siempre sin dejar rastro.



sábado, 23 de febrero de 2013

El misterio del paso Dyatlov

En enero 1959 un grupo de experimentados esquiadores rusos del Instituto Politécnico Ural, emprendió una aventura hacia la cordillera montañosa de los Urales. Durante el viaje, el 28 de enero, Yury Yudin enfermó por el clima y permaneció reposando en Vizhai, el último pueblo antes de la montaña. A pesar de la pérdida de un miembro, el líder del grupo, Igor Dyatlov, decidió continuar con el viaje y así cruzar el paso de la montaña Kholat Syakl, ubicada en los montes Urales.

Cuando Yury se despidió de Igor, este le dijo que regresaría un poco después de la fecha prevista el 12 de Febrero. El brusco clima obligó al grupo a desviarse de su curso, para formar un campamento donde esperaría que las condiciones mejoren. Los diarios encontrados hasta ese momento muestran que los excursionistas montaron el campamento el 2 de febrero, donde decían que el grupo disfrutaba de su estadía en una pendiente de los Urales, actualizaban sus cuadernos y tomaban fotografías con regularidad.




Misteriosamente durante la media noche los aventureros salieron de sus tiendas de campaña a toda prisa, dejando a un lado sus esquís, raciones y abrigos, para enfrentarse a una temperatura de -30º Celsius vistiendo solamente sus prendas para dormir. En esas condiciones los viajeros se adentraron en una zona boscosa donde no tenían oportunidad de sobrevivir.

Días después los padres de los jóvenes se preocuparon por su tardanza y el 20 de febrero de 1959 enviaron un grupo de rescate que halló una inquietante y extraña escena. Después de la investigación, los confundidos oficiales cerraron el caso de los alpinistas muertos como archivo secreto, cuyas víctimas perecieron por una fuerza desconocida. Hoy por hoy de desconoce con exactitud que pudo obligar a estos expertos alpinistas a tener tanto miedo que prefirieron la muerte congelados al peligro al que se enfretaron aquella noche.

La escena fue revisada un día sábado y tras medio siglo sus eventos siguen siendo un misterio en los Urales. Gracias a los registros escritos de los aventureros se pudieron conocer sus últimos momentos, sin embargo en la década de los 90, fue revelada nueva información sobre el misterioso caso. En la actualidad, amigos y familiares de los fallecidos aún buscan la verdad sobre lo que sucedió esa noche.

Los diarios describen el momento en que acampan en una pendiente del monte Kholat-Syakhl, una montaña próxima a Otorten. A partir de las 5:00 de la tarde el grupo ya tenía su campamento armado, de acuerdo con Yury Yudin, Igor escogió ese lugar para no desviarse de la ruta planeada, aun cuando a sólo 1.5 kilómetros cuesta abajo se encontraba un bosque que los habría protegido mejor de los elementos. Es por eso que cuando se formaron grupos de rescate de profesores, estudiantes y la policía utilizando helicópteros para ayudar en la búsqueda no encontraron a los alpinistas en las ubicaciones "lógicas" y eso retrasara la búsqueda.
Nada los preparó para una escena sin mucho sentido cuando Mikhail Sharavin descubrió el campamento el 26 de febrero. Cuando las autoridades llegaron, se dieron cuenta que la tienda de campaña estaba rasgada y cubierta por la nieve, sin embargo no había nadie dentro. Las pertenencias de los excursionistas se encontraron esparcidas por todo el campamento.





Las pistas que los investigadores encontraron mostraban que la tienda había sido rasgada desde dentro, también se descubrieron pisadas de 9 personas, de las cuales 2 víctimas usaban calcetines, otro vestía 1 zapato y el resto estaba descalzo. Las huellas de los aventureros tenían más de 1 metro de profundidad, los investigadores comprobaron que las pisadas eran de los miembros del grupo y no habían aparecido nuevas personas en el campamento. El lugar tenía los restos de una fogata y las ramas de un árbol estaban rotas de tal forma que sólo pudo ser porque uno de los aventureros lo escaló. Las pisadas guiaron la investigación hacía una pendiente cerca de un bosque de pinos, pero estas desaparecieron después de 500 metros. El joven Sharavin encontró los primeros 2 cuerpos en la entrada del bosque. Los cadáveres de Georgy Krivonischenko (24) y Yury Doroshenko (21), estaban descalzos y sólo vestían su ropa interior.

Los cuerpos de Igor Dyatlov (23), Zina Kolmogorova (22) y Rustem Slobodin (23), fueron encontrados entre el bosque y el campamento. La posición en la que cayeron sugiere que estaban regresando al campamento. Cuando revisaron los cuerpos descubrieron que los 5 habían muerto por hipotermia, sin embargo el cuerpo de Slobodin tenía el cráneo fracturado. Aunque la herida no era mortal fue suficiente para que las autoridades inicien una investigación criminal. Las autopsias no revelaron evidencia que relacionen las muertes con un crimen.



Fotografía encontrada en uno de los rollos de película encontrados en el campamento. Los esquiadores establecen su campamento a las 5 de la tarde del 2 de Febrero de 1959. Esa misma noche sucedió algo que acabó con sus vidas.





Tras 2 meses más de búsqueda encontraron a los esquiadores faltantes, quienes fueron descubiertos bajo 4 metros de nieve a 75 metros lejos del bosque. Los cadáveres de Nicolas Thibeaux-Brignollel (24), Ludmilla Dubinina (21), Alexander Zolotaryov (37), y Alexander Kolevatov (25), evidenciaban muertes traumáticas. El cráneo de Nicolas estaba quebrado, mientras que Dubinina y Zolotarev tenían múltiples costillas rotas. Lo más escalofriante fue cuando descubrieron que a Dubinina le faltaba la lengua.

Los cuerpos no mostraban heridas internas y los 4 jóvenes vestían prendas de sus compañeros que murieron primero. Por ejemplo Zolotaryov usaba el gorro y abrigo de piel de Dubinina, mientras que el pie de Dubinina estaba envuelto con un trazo del pantalón de Krivonischenko. Finalmente los expertos revisaron minuciosamente la ropa y descubrieron que contenía varios niveles de radiación. Extrañamente la investigación fue cancelada debido a que no había un culpable y los archivos del caso fueron escondidos como secreto. Como prevención se prohibió la entrada a los esquiadores y exploradores por 3 años.


Teorías sobre la verdad


Hoy en día la fundación Yekaterinburg-Dyatlov busca solucionar el misterio de la montaña, explicó el director Yury Kuntsevich, quien recuerda que cuando tenía 12 años se hablaba mucho sobre el tema, pero las autoridades trataron de esconder el terrible evento.

La primera teoría en ser estudiada fue la presencia de los Mansi, indígenas nativos de la región, quienes pudieron atacar a los jóvenes esquiadores por entrar en sus tierras sin permiso. Esta idea fue descartada debido a que no se encontró evidencia que la respalde, nunca se encontraron huellas de otras personas distintas a los esquiadores de la expedición. Además estudios previos de la cultura Mansi mostraron que las tierras de Otorten y Kholat-Syakhl en las que se desencadenaron los hechos no eran considerados como lugares sagrados.

Finalmente intervino el doctor Boris Vozrozhdenny, quien tras examinar los documentos del caso afirmó que las heridas que mataron a los esquiadores no pudieron ser infligidas por un hombre, debido a que dichas heridas eran equivalentes a los efectos de un choque automovilístico, pero no dañaron el tejido superficial de su piel cosa totalmente imposible de lograr con un objeto contundente o ningún arma humana de la época.


Esta historia fue la que más evidencias tenía, así lo afirmó Lev Ivanov, el director de la investigación en 1959, quien en 1990 dio una entrevista al diario Leninsky Put de Kazakh. El viejo jefe confirmó haber recibido órdenes de los oficiales superiores de la región, los mismos que le ordenaron terminar la investigación y clasificar las evidencias como secreto. Esto se debió a los múltiples reportes recibidos de testigos, militares y personal del clima, que confirmaron haber visto esferas brillantes ese año durante el mes de febrero hasta marzo.

Los documentos desclasificados mostraban apuntes del diario de Igor Dyatlov, texto que hablaba sobre la presencia de esferas naranjas que flotaban en el cielo nocturno en dirección al monte Kholat-Syakhl.

En ese entonces, Ivanov creía que durante la noche, uno de los esquiadores salió, se asustó al ver las esferas y sus gritos despertaron al resto. Los primeros 5 exploradores murieron por una explosión causada por una de estas armas experimentales. Para apoyar esta teoría se utiliza como prueba que las ropas de los fallecidos tenían niveles de radiación y también sus caras tenían un bronceado marrón, algo inusual, se habla también de que el color del pelo de algunas víctimas había cambiado a un tono gris y que era probable que hubiesen quedado ciegos.

Después del funeral, Yury Yudin (el hombre que abandonó la expedición al enfermar) y Yury Kuntsevich seguían la pista de qué sucedió con las investigaciones y porqué se escondieron las evidencias, este secretismo respaldaba la posibilidad de que los 9 esquiadores se adentraron en territorio de pruebas militares. Sin embargo no había rastro de explosiones en ningún lugar del área de Kholat-Syakhl.

El historiador de misiles soviéticos, Alexander Zeleznyakov realizó varias investigaciones, pero no encontró registro de ningún lanzamiento durante esa fecha.

Sin embargo el 2 de febrero de 2008, un grupo de 6 socorristas y más de 30 expertos se reunieron en el lugar para examinar los hechos y encontrar respuestas. Tras investigar el sitio concluyeron que las muertes fueron causadas accidentalmente por pruebas militares ya que encontraron varios restos metálicos que podrían pertenecerr a algún tipo de misil.

El evento que ocurrió en el este sendero le otorgó el nombre de “El paso Dyatlov” en honor a los 9 esquiadores que perecieron ante estas circunstancias. El accidente fue horroroso, pero hasta la fecha no se ha podido mas que especular si la tragedia se produjo por culpa de un accidente militar y la mala suerte de unos jóvenes que estuvieron en el lugar y hora equivocada.

sábado, 12 de enero de 2013

Los muertos vivientes de Tojara



En el pasado, cuando los pueblos de Tana Toraja todavía se encontraban muy aislados y difíciles de visitar, se tenía la creencia de que ciertas personas poseían el poder de hacer que los muertos caminaran por el pueblo con el fin de asistir a su propio funeral. De esta manera, los familiares de los fallecidos se liberaban de la necesidad de tener que cargar su cadáver. Un área particular, Mamasa, al oeste de Toraja, fue particularmente conocida por esta práctica.


Los habitantes de esa región no son exactamente del mismo grupo étnico que el pueblo de Tana Toraja. Sin embargo, los extranjeros a menudo se refieren a ellos como Toraja Mamasa. En muchos sentidos, las culturas de los dos grupos son similares, aunque cada una tiene sus propias características que los distinguen. En particular, el estilo de tallado de madera de los dos grupos es diferente. De acuerdo con el sistema de creencias de la gente de Mamasa, el espíritu de una persona muerta debe regresar a su aldea de origen. Es esencial que se reuna con sus familiares, para que puedan guiarle en su viaje a la otra vida después de que la ceremonia se ha completado.






En el pasado, la gente de esta zona tenían miedo de viajar grandes distancias, en caso de que murieran mientras estaban lejos y no pudieran regresar a su aldea. Si alguien moría mientras estaba en un viaje, y si no tiene un poder mágico fuerte, sería necesario contar con los servicios de un experto, para guiar a la persona muerta de vuelta a la aldea. Y no lo hacían metafóricamente hablando, la persona muerta se haría regresar a pie desde donde había viajado hasta su aldea de origen, no importa lo lejos que se estuviera.

El cadáver caminaría rígido, sin ninguna expresión en su rostro, asemejando a un robot. Si alguien se dirigía al muerto directamente, este caería sin sentido, incapaz de continuar su viaje. Por lo tanto, las personas que acompañaban al difunto en la macabra procesión tenían que advertir a la gente que encontraban en su camino de no hablar directamente con el muerto. Los asistentes solían buscar caminos tranquilos donde era menos probable que la procesión se viera infiltrada por los extraños.






En la actualidad, la práctica de caminar con los muertos a su lugar de origen ha caído en el olvido. Los buenos caminos ahora conectan las aldeas de Tana Toraja, y la gente tiende a confiar en medios más convencionales de transporte para llevar los cuerpos de vuelta a casa. Sin embargo, la posibilidad de traer a los muertos a la vida no se ha olvidado del todo. A veces, incluso hoy, pareciera que el muerto seguir respirando hasta que todos sus parientes se reunen alrededor de él. En la actualidad la habilidad se practica en animales. En una ceremonia fúnebre, cuando un búfalo se ha sacrificado y su cabeza es separada de su cuerpo, se hace levantar y caminar durante diez minutos. Una demostración de este tipo demuestra a la audiencia que la capacidad de resucitar a los muertos a la vida no se ha olvidado totalmente por la comunidad.

Aunque la leyenda sigue viva en la comunidad, no hay un solo video que permita ver a un muerto andando, la primera imagen que acompaña a este artículo es un completo misterio, no hay fuente especifica ni un fecha. La mayoría la refiere con los rituales que se celebraron alguna vez en esa antigua población de Indonesia.

domingo, 23 de diciembre de 2012

Un repaso por las profecías fallidas del fin del mundo



A lo largo de la historia, muchos fueron los que anunciaron que el final de una era llegaba, en base a cálculos matemáticos y supuestas revelaciones bíblicas. Aquí, el listado 

Cada cierto tiempo, un "elegido" aparece con la revelación sobre la fecha en que ocurrirá el fin del mundo, basándose en especulaciones sobre los diferentes textos de la Biblia o cálculos matemáticos, o incluso anunciando el nacimiento de un Anticristo y el año en que su poder caerá sobre toda la humanidad. 

Las predicciones apocalípticas fallidas son documentadas a lo largo del tiempo por los diferentes escritos realizados por esas mismas personas o sus "obedecidos".Aquí, un listado de las profecías más famosas y que lograron ser documentadas. 

Año 90: A menos del 100 años del nacimiento de Cristo, el Papa Clemente I, elegido en el año 88 y fallecido en el 97, profetizó que el fin del mundo sucedería en cualquier momento de ese año. 

Año 365: El obispo y escritor francés Hilario de Poitiers, pronosticó ese año como el del fin del mundo, ya que alegaba que el último emperador (Constancio II), que lo había desterrado de Frigia, era el anticristo, y el responsable del final que se acercaba. 




Año 400: El obispo San Martín de Tours desde el año 375 comienza a predicar que el fin del mundo llegaría en el 400. Su escrito aseguraba: “No hay dudas de que el anticristo ya nació. Firmemente establecido ya en sus primeros años, después de alcanzar la madurez, alcanzará el poder supremo”. Sus cálculos aseguraban que a los 25 años, el anticristo se adueñaría del mundo y lo destruiría. 

Año 999: La inminente llegada del año 1000 provoca una histeria colectiva, que lleva incluso a iniciar guerras contra los paganos del Norte de Europa para “convertirlos” antes de la “Segunda venida”. Miles de personas vendieron sus propiedades y descuidaron sus plantaciones para peregrinar a Jerusalén, a la espera de la llegada del Mesías. 

Año 1260: El monje italiano Joaquín de Fiore, que vivió entre los años 1135 y 1202, había asegurado que el fin del mundo estaba previsto para este año. Su cálculo para el fin del mundo rezaba que eran 30 generaciones que pasaban antes del fin de la era, y teniendo en cuenta que 42 años es la edad promedio de una persona, al multiplicar 30 por 42 el resultado era 1260. Tras su muerte, sus seguidores, denominados “Joaquinitas” formaron un movimiento que avalaba esa teoría, aunque al no pasar nada ese año, aplazaron el fin del mundo un año más, hasta el 1290, aduciendo que faltaba una generación. 

Año 1284: El Papa Inocencio III, que vivió entre los años 1161 y 1216, aseguró que el fin del mundo estaba previsto para 666 años después de la fundación del Islam, por lo que la suma de esas cifras le daba ese año. 

Año 1496: Según los místicos del Siglo XV, teniendo en cuenta que el nacimiento de Cristo se produjo en realidad en el año 4aC, en ese año se estaba viviendo el 1500 después de su nacimiento, lo que llevaba a que el fin de la era antigua llegue en ese momento. 

Año 1666: Teniendo en cuenta que esta fecha es la suma del milenio más el Número de la Bestia, y los diferentes conflictos que se sucedían en Inglaterra, todo hacía prever que el fin del mundo llegaba. Incluso, el Gran Incendio de Londres que ocurrió ese año ayudó a acrecentar los rumores y teorías. 

Año 1669: Los Antiguos Creyentes de Rusia estaban convencidos de que el fin del mundo sucedería ese año, lo que llevó a que 20.000 de ellos se inmolaran quemándose, para protegerse de la inminente llegada del supuesto anticristo. 

Años 1843-1844: William Miller, líder del denominado Movimiento Millerita, predijo basado en un minucioso cálculo, que la segunda venida de Cristo se produciría entre el 21 de marzo de 1843 y el 21 de marzo de 1844, año durante el cual reunió a miles de devotos, a la espera de su llegada. Tras el fracaso de la profecía, se aseguró que el 22 de octubre de 1844 era la fecha en realidad. Para ese día, reunió a todos sus seguidores en una colina, y tras el fracaso, el hecho es recordado como “La gran decepción”. 

Año 1981: En el año 1835, Joseph Smith, fundador de la Iglesia Mormona, aseguró que la segunda vanida tendría lugar pasados los 56 años, lo que daba como resultado ese año. 

Año 1914: Los Testigos de Jehová creyeron que cada uno de los “siete templos” mencionados en el libro bíblico de Daniel era de 360 días, lo que totalizaba 2520 días. Ellos interpretaron esto como representativo de 2520 años, comenzando en el año 607 aC, lo que fija como meta el año 1914, más precisamente el día 1 de octubre. De hecho, consideraron la Primera Guerra Mundial como la batalla del Armagedón. Luego de ese año y que nada pasara, la revista Watchtower predijo que el año final del mundo sería 1915, 1918, 1920, 1925, 1941, 1975, y por último 1994. No, ninguna se cumplió. 

Año 1919: El reconocido meteorólogo italiano Alberto Porta, residente en San Francisco, aseguró que para esa fecha una conjunción de seis planetas causaría una corriente magnética tal que “penetraría el sol, causando grandes explosiones de llamas de gas, que finalmente terminarán con la Tierra”. El terror comenzó a expandirse hacia otros países, y muchas personas fueron las que se suicidaron antes de que tal catástrofe llegue. 

Año 1987: Leland Jensen, líder de la secta bahá’í, profetizó que el cometa Halley sería desviado a la órbita de la Tierra el 29 de abril del 1986, y los pedazos del cometa cubrirían la Tierra durante un año. La fuerza de la gravedad del cometa podría causar grandes terremotos, y el 29 de abril de 1987 el cometa se estrellaría contra la Tierra causando una destrucción generalizada. 

Año 1999: Varias son las teorías que afirmaban que en ese año el fin del mundo llegaría. Desde las publicaciones de los Testigos de Jehová hasta el lingüista Charles Berlitz, quien predijo una devastación nuclear, el impacto de un asteroide o incluso el cambio de polos. Según una publicación astrológica que circulaba en la India, el mundo desaparecería por una serie de graves desastres naturales el 8 de mayo, predicción que llevó a que una importante cantidad de indios entraran en pánico. 
Además, los miembros de la secta denominada Iglesia Stella Maris, de Colombia, se reunieron en Sierra Nevada asegurando que el fin del semana del 3-4 de julio de ese año pasarían a ser recogidos por un OVNI que los salvaría del fin del mundo. Sin embargo, el fin del mundo no llegó, pero los más de 30 integrantes de ese culto desaparecieron sin dejar rastros. 

Año 2000: Según el arqueólogo Richard W. Noone en su libro 5/5/2000Ice: The Ultimate Disaster, una acumulación de exceso de hielo en la Antártida es la causante de un desequilibrio en la tierra. Ese desequilibrio cambiaría los polos, que podría causar el envío de miles de millones de toneladas de hielo a las cascadas de todos los continentes. 

Año 2001: La Academia de Ciencias Unarius, fundada en 1954, aseguró que a fines de este año los “hermanos del espacio” enviarían OVNIs a la zona de El Cajón, California, para la inauguración de una nueva era. Sin embargo, en enero de 2002, al ser consultados respecto del error de su profecía, adujeron: "Los Hermanos de espacio no aterrizaron porque nosotros, el pueblo de la Tierra, no estamos dispuestos a aceptar los pueblos avanzados de otro planeta". 

Año 2003: Este año llegaría el fin del mundo, más precisamente el 5 de mayo, según lo que aseguraba Nuwaubians, un culto a Georgia dirigido por el Dr. Malachi Z. York, que dice ser la encarnación de Dios y un nativo del planeta Rizq, que incluso fue entrevistado por la revista Time en julio de 1999. 

Año 2007: Utilizando la numerología, donde mezcló profecías bíblicas, el Y2K, los códigos de la Biblia y la astrología, Thomas Chase confirmó que el Armagedón ocurriría en agosto de este año.

Año 2012: Harold Camping, locutor de radio cristiana estadounidense predijo que el 21 de mayo de 2011 ocurriría el retorno de Jesús, que los elegidos volarian hasta el cielo, y luego seguirían cinco meses de fuego, azufre y plagas, con millones de personas muriendo cada día, que culminarían el 21 de octubre de 2011, con el fin del mundo... pero como era de esperarse no pasó nada.

viernes, 14 de diciembre de 2012

El laberinto de la muerte del Dr. Holmes



El 1° de mayo de 1893 se inauguró en Chicago la Exposición Universal, que debía reflejar el gigantesco progreso de la humanidad en las industrias y en las ciencias. Era la edad de la seguridad. Y del optimismo. Por esos días, abrió sus puertas en la ciudad de los vientos un fastuoso hotel. La obra fue proyectada por un tal Campbell y realizada bajo la dirección de un tal doctor Holmes. Ambos tenían un rasgo común: no existían. Habían sido creados por un tal Herman Webster Mudgett, quien recurrió a ese arbitrio para estafar a albañiles y proveedores de materiales de construcción y equipamiento del suntuoso establecimiento.

Si el aspecto exterior del edificio era por lo menos extraño, su interior era inquietante: toda su estructura estaba horadada por pasadizos secretos, trampas, espejos que permitían ver cuanto acontecía en las habitaciones, y hasta cañerías de gas colocadas debajo del parquet, que se accionaban desde el subsuelo y hacían posible que los huéspedes pasasen involuntariamente del sueño diario al sueño eterno.

Si los clientes hubiesen tenido oportunidad de echar un vistazo a los sótanos, seguramente se habrían marchado sin detenerse a recoger sus equipajes. Porque hubiesen descubierto un horno crematorio, una tinaja con ácido sulfúrico, una mesa de disección anatómica, con decenas de bisturíes, sierras y otras herramientas relativamente afines con la industria hotelera. Si nadie se preocupaba por las desapariciones, menos intriga despertaban las cartas falsificadas que enviaba a los familiares de sus huéspedes para que sus familiares o socios les girasen más fondos, porque lo estaban pasando bomba.

Con, probablemente, unas doscientas muertes sobre la conciencia, este Barba Azul sádico y obseso sexual puede considerarse, en la lista de premios de los grandes criminales, como una especie de “recordman” en todas las categorías. Su mansión del suburbio de Englewood en Chicago -el Holmes Castle- es aún hoy la casa de matar más sofisticada de toda la historia de la criminología.





El Dr. Holmes, cuyo verdadero nombre era Herman Webster Mudgett, nació en 1860 en Gilmanton, en una honrada y muy puritana familia de New Hampshire. Muy pronto manifestó hacia las mujeres -y sobre todo hacia las mujeres de fortuna- el interés poco corriente que iba a hacer de él un auténtico donjuán del crimen. A los dieciocho años, se casó con una rica joven llamada Clara Louering. Para pagar sus estudios de medicina, la arruinó, y después, una vez obtenidos con lustre sus diplomas en la Universidad de Michigan, la abandonó para irse a vivir con una guapa viuda que se complació en subvenir a sus necesidades gracias a las rentas de su respetable casa de huéspedes. Siendo ya médico, dejó sin pena a aquella segunda conquista, ejerció durante un año en el estado de Nueva York y fue después a establecerse en Chicago.

Alto, guapo, con aire distinguido, siempre elegantemente vestido, Mudgett tenía innumerables éxitos amorosos. Al llegar a su nueva ciudad no tardó en seducir a una joven encantadora (y casualmente millonaria) llamada Myrta Belknap. Para vencer las reticencias que la virtuosa señorita le oponía, tomó el nombre de Holmes, se casó con ella y, gracias a unas falsificaciones de escrituras, se apresuró a estafar 5,000 dólares a su familia política para hacerse construir, en Wilmette, una casa suntuosa.

Consiguió entonces, en las afueras de Englewood, la gerencia de una farmacia propiedad de una viuda excesivamente ingenua, de quien se hizo a la vez su amante y hombre de confianza. A base de falsificaciones de contabilidad y de malversaciones de fondos, logró hacerse dueño de la totalidad de los bienes de la desgraciada, después la hizo “desaparecer” y puso en obra su gran proyecto.

Para construir su castillo el Dr. Holmes recurrió a varias empresas. Estas nunca eran pagadas e interrumpían pronto sus obras. De esa manera, el propietario era el único en conocer detalladamente un edificio cuyo extraño arreglo habría podido suscitar la curiosidad.



La exposición de 1893 se estaba preparando y debía atraer a Chicago una muchedumbre considerable, entre la cual habría, por supuesto, multitud de mujeres guapas, ricas y solas. Ingeniosamente, Holmes decidió por lo tanto aprovechar aquella situación. Gracias a una serie de hábiles estafas adquirió un terreno y emprendió la construcción de un enorme hotel con aspecto de fortaleza medieval, cuya disposición interior concibió él mismo. Cada una de las habitaciones de aquel extraño inmueble estaba provista de trampas y de puertas correderas que daban a un laberinto inextricable de pasillos secretos desde los cuales, por unas ventanillas visuales disimuladas en las paredes, el doctor podía observar a escondidas el vaivén de sus clientes y sobre todo de sus clientas.

Disimulada bajo el entarimado, una instalación eléctrica perfeccionada le permitía por otra parte seguir en un panel indicador instalado en su despacho el menor desplazamiento de sus futuras víctimas. Con sólo abrir unos grifos de gas, podía finalmente, sin desplazarse, asfixiar a los ocupantes de unas cuantas habitaciones.

Un montacargas y dos “toboganes” servían para hacer bajar los cadáveres a una bodega ingeniosamente instalada, donde eran, según los casos, disueltos en una cubeta de ácido sulfúrico, reducidos a polvo en un incinerador o simplemente hundidos en una cuba llena de cal viva. En una habitación, bautizada como “el calabozo”, estaba instalado un impresionante arsenal de instrumentos de tortura. Entre las máquinas sádicas instaladas por el ingenioso doctor, una de ellas llamó particularmente la atención de los periodistas. Era un autómata que permitía cosquillear la planta de los pies de las víctimas hasta hacerles literalmente morir de risa.

El Holmes Castle fue terminado en 1892 y la exposición de Chicago abrió sus puertas el 1 de mayo de 1893. Durante los seis meses que duró, la fábrica de matar del Dr. Holmes no se desocupó. El verdugo escogía a sus “clientas” con mucha precaución. Tenían que ser ricas, jóvenes, guapas, estar solas y, para evitar las visitas inoportunas de amigos o familiares, su domicilio tenía que estar situado en un estado lo más alejado posible de Chicago.

¿Cuántas mujeres fueron violadas, torturadas y asesinadas en el castillo del Dr. Holmes? La cifra de doscientas es una aproximación verosímil. Seguramente por modestia, Holmes sólo confesó veintisiete, lo cual sería bien poco si se toma en cuenta la importancia de las instalaciones que había colocado.

Alicia y Howard Pitizel niños asesinados para cobrar el seguro de vida de su padre.

Los últimos crímenes.
Con el final de la Exposición, las rentas del hotel acusaron una caída brutal, y Holmes se encontró pronto corto de dinero. El medio más sencillo que imaginó para procurarse ingresos fue incendiar el último piso de su inmueble y reclamar a su asegurador una prima de 60,000 dólares, sin pensar un instante que la compañía podría muy bien hacer una investigación antes de pagárselos. Descubierto, nuestro doctor tuvo que refugiarse en Texas, donde se apresuró a realizar diversas estafas que lo llevaron por primera vez a la cárcel. Liberado bajo fianza, vuelve a salir unos meses después no sin haber puesto en pie una nueva operación criminal.

La idea era sencilla e ingeniosa. Un cómplice, llamado Pitizel, debía hacerse un seguro de vida en una compañía de Filadelfia. Se presentaría luego como suyo un cadáver anónimo desfigurado por un accidente. No habría más que repartir la prima que cobraría la Sra. Pitizel, mientras que el “muerto” iría durante algún tiempo a hacerse olvidar a Sudamérica. Para su desgracia, Holmes tuvo la mala idea de cambiar su plan y de matar realmente a Pitizel. Aquella solución tenía en su opinión la ventaja de ahorrarle la búsqueda peligrosa de un cadáver y, sobre todo, permitirle quedarse él solo la totalidad de la prima, deshaciéndose ulteriormente de la Sra. Pitizel y de sus hijos -lo cual, para él, sólo era un simple trabajo rutinario.

Muy cooperador acudió, pues, a la morgue para reconocer el cuerpo de su amigo, fue a Boston a buscar a la desdichada viuda y la trajo a Filadelfia para que cobrara su dinero. La denuncia de un antiguo compañero de celda, Marion Hedgepeth, vino a sembrar la duda en el ánimo de los aseguradores.

La policía hizo una investigación. Remontó con paciencia todos los eslabones de la cadena. Holmes confesó primero la estafa a la compañía aseguradora y, ante las pruebas abrumadoras reunidas en su contra, los asesinatos de Pitizel y de sus hijos.

Holmes fue condenado a muerte por el Tribunal de Filadelfia y ahorcado el 7 de mayo de 1896. Sólo tenía treinta y cinco años.

¿Doscientas víctimas?
Ante el tribunal, Holmes afirmó haber asesinado a veintisiete personas a lo largo de su vida. Eso es poco creíble. El acusado disfrutaba burlándose de la justicia; confesaba, por ejemplo, el asesinato de personas que estaban vivas. Por lo tanto nunca sabremos con certeza el número de sus víctimas. A juzgar por los descubrimientos hechos en su castillo, es considerable. La cifra de doscientas es propuesta por los criminólogos como la más verosímil.

viernes, 7 de diciembre de 2012

La NASA anuncia que se viene la tormenta solar más grande de los últimos 50 años



Un informe reciente de la NASA y la ESA asegura que la tormenta solar más grande de los últimos 50 años estaría por estallar para finales 2012, principios de 2013. Las tormentas solares podrían afectar las telecomunicaciones y los aparatos electrónicos. La última gran tormenta solar fue en 1958 y provocó que se vieran auroras boreales hasta en México.

Un reciente informe realizado para la NASA y la ESA anuncia para el 2012/2013 la tormenta solar más potente de los últimos cincuenta años. Según ha pronosticado el equipo dirigido por Mausumi Dikpati, del Centro Nacional de Investigaciones Atmosféricas (NCAR por sus siglas en inglés), “el siguiente ciclo solar será de un 30 a un 50% más intenso que el anterior”.



La actividad solar sufre altibajos periódicos, y en los últimos dos años ha vivido el período de más baja actividad que se recuerda. Pero, en el caso del Sol, después de la calma viene la tormenta. Según han comprobado los astrónomos, con una frecuencia cada vez mayor están apareciendo pequeñas manchas solares que anuncian el comienzo del próximo ciclo solar, que se estima tendrá su máximo entre 2012 y 2013.



En el siglo XVIII, el astrónomo suizo Rudolf Wolf desarrolló un método para contar las manchas solares que aún sigue vigente hoy día. Wolf estudió los ciclos solares en períodos de once años, y denominó “ciclo 1″ al primero que analizó (1755-1766). Desde entonces, los siguientes se numeraron consecutivamente. El próximo, que tendrá su máximo solar en 2012 ó 2013, será el ciclo 24.



Si las predicciones de Dikpati son correctas, en los próximos años se producirá un estallido de actividad solar apenas menor que el del histórico máximo solar de 1958. Durante aquel año se llegaron a ver auroras boreales en México, pero no tuvo mayores consecuencias. Sin embargo, ahora los investigadores dan por hecho que un máximo solar de intensidad similar a aquel podría perjudicar muy seriamente a los satélites, las redes eléctricas, las redes de telefonía móvil, los sistemas GPS y otras tecnologías modernas.


sábado, 24 de noviembre de 2012

El proyecto Mountauk y el Proyecto Fenix

El Proyecto Montauk es una secreta serie de proyectos del gobierno de los Estados Unidos, que se llevó a cabo en el Hero Camp o la estación de la Fuerza Aérea de Montauk, Long Island, Nueva York, con el propósito de desarrollar técnicas de guerra psicológica y exóticas investigaciones incluyendo la del viaje en el tiempo. Debido a la escasez de pruebas verificables para apoyar su existencia, los críticos argumentan de Montauk, que es un experimento sin verificar de la teoría de la conspiración, leyenda urbana o, posiblemente, de una falsa alarma.






La primera cita del Proyecto Montauk es incierta, pero los elementos de la historia han circulado al menos desde principios del decenio de 1980. Según el investigador de OVNIs y astrofísico Jacques Vallée, el Experimento Montauk parece tener su origen en la cuenta de Preston Nichols, que afirmaba haber recuperado recuerdos reprimidos de su participación. No hay ninguna versión definitiva del proyecto Montauk narrativa, pero algunas cuentas lo describen como una extensión o continuación de la Experimento Filadelfia.

Según los creyentes del Proyecto Montauk, los supervivientes del Experimento Filadelfia se reunieron en 1952-1953. Con el fin de continuar su labor anterior en la manipulación de los "blindaje electromagnético" que se habían utilizado para hacer el USS Eldridge invisible, e investigar las posibles aplicaciones militares de campo magnético como la manipulación del dispositivo de la guerra psicológica. Los investigadores supuestamente crearon un informe sobre sus propuestas, que se presentó al Congreso de los Estados Unidos y fue rechazado por ser considerado demasiado peligroso. El proyecto volvio directamente al Departamento de Defensa y por encima de la aprobación del Congreso, los investigadores prometieron una nueva y poderosa arma que podría inducir a los síntomas de trastornos psicóticos y esquizofrenia con el solo hecho de tocar de un botón. El Departamento de Defensa lo aprobó. La financiación supuestamente procedía de un alijo de EE.UU. $ 10 mil millones de oro recuperado de los nazis que se habia encontrado en un tren por soldados del Ejército de EE.UU. en un túnel de tren en Francia, cerca de la frontera suiza. El tren fue volado y todos los soldados implicados fueron asesinados. Cuando se agotaron los fondos, la financiación adicional se obtuvo a partir de ITT Corporation y Krupp AG en Alemania.

El trabajo comenzó en el Brookhaven National Laboratory (BNL) en Long Island, Nueva York bajo el nombre de "Proyecto Fénix", pero pronto se dieron cuenta de que el "proyecto" requeria una gran antena de radar avanzadao, y la instalación de uno en el Brookhaven National Laboratory pondría en peligro la seguridad del proyecto. Afortunadamente, la Fuerza Aérea de Estados Unidos tuvo un cierre de base en Montauk, Nueva York, no lejos de la BNL, en donde había una completa instalación de radar SAGE. El sitio era grande y remoto en Montauk, el punto todavía no era una atracción turística. Permitiría el acceso al agua el equipo que se ha movido dentro y que fuera detectado. Más importante aún, el radar SAGE trabajó en una frecuencia de 400 MHz - 425 MHz, en la gama de 410 MHz - 420 MHz, la señal que se dijo para influir en la mente humana.





Los experimentos se llevaron a cabo en teleportación, dimensiones paralelas y los viajes en el tiempo. En torno al 12 de agosto de 1983, el proyecto del viaje en el tiempo en el Camp Hero fue interbloqueado con el original del proyecto del Arco Iris en 1943. Dos hombres, Al Bielek y Duncan Cameron ambos afirman haber saltado desde la cubierta del USS Eldridge al hiperespacio, y cuando se terminó el viaje después de un período de grave desorientación en el Hero Camp en el año 1983 en Montauk. En este punto coinciden en afirmar que John von Neumann, un famoso físico y matemático, supuestamente, había trabajado en el Experimento Filadelfia, pero la Marina de los Estados Unidos lo niega.

Habia creado una "ventana (portal) en el tiempo" que permitió a los investigadores viajar a cualquier parte en el tiempo o el espacio. Este fue desarrollado en forma estable "Túnel del Tiempo". Túneles subterráneos abandonados fueron explorados en Marte usando esta técnica donde aparentemente algún tipo de "marcianos", una vez había vivido muchos miles de años antes. Se estableció contacto con extraterrestres a través de el túnel del tiempo y se intercambió con ellos la mayor parte del proyecto Montauk.


Esto permitió un acceso más amplio al hiperespacio. Stewart Swerdlow desarrollo también el "lenguaje de hiperespacio", utilizando arquetipos y glifos, así como el color y el tono, en otras palabras, un "idioma no-lingüística", el lenguaje del Creador, que es Dios mismo. Sin embargo, muchos investigadores han cuestionado la validez de Swerdlow y lo que efectivamente hizo en el proyecto Montauk. Enrico Chekov, un disidente ruso-español, informó en 1988, después de defecting a América, que la vigilancia por satélite capturadas durante el decenio de 1970 mostró la formación de una gran burbuja de espacio-tiempo que se centró en el sitio, dando mayor apoyo a la Base D1 de la investigacion del tunel del Tiempo. Después de Chekov compartido fotografías con un periodista del The New York Times, en su apartamento de Manhattan, fueron robadas y las fotos era lo unico que se tenia como prueba.


miércoles, 31 de octubre de 2012

La misteriosa enfermedad de las niñas afganas



Una misteriosa enfermedad está afectando varias escuelas femeninas en Afganistán. Cientos de estudiantes han sido trasladadas a hospitales, y muchos profesores y funcionarios sospechan que han sido envenenadas. Sin embargo, ninguna sustancia ha sido encontrada todavía.

En la Escuela de Bibi Hajera, en la provincia de Tajar, en el norte de Afganistán, el día comienza ahora de manera diferente.

Las chicas llegan con sus velos islámicos blancos limpios, pero antes de entrar en el salón de clases, sus maestros las registran. Todas son sometidas a inspección, incluso la más pequeñas.

El 23 de mayo, las niñas comenzaron a caer enfermas como piezas de dominó. Se sospechaba que la bomba de agua de la escuela había sido envenenada.

"Una de mis compañeras de clase estaba en el jardín de la escuela. Sea cayó al suelo y se la llevaron al hospital. Algunas se enfermaban en la calle, algunas en casa", dice Naziah, quien no ha alcanzado la adolescencia y quiere ser médico algún día.

Manos internacionale s

El director de la escuela, Abdul Hai, no tiene ninguna duda de que una mano criminal está detrás de lo sucedido.

"Interferencia externa es la responsable. Los talibanes afganos no son lo suficientement e sofisticados como para desarrollar venenos. Esto fue causado por los enemigos de Afganistán y nuestro gobierno", dijo.

Durante todo el verano, la televisión nacional e internacional ha estado informando de los supuestos ataques. También ha habido niñas enfermas en otras provincias, como Khost, Bamiyan y Nangarhar.

Las imágenes son perturbadoras: chicas jóvenes en camas de hospital con sondas, lamentándose o desmayándose.

En ocasiones, los funcionarios locales han dado información contradictoria . Si una vez dijeron que la enfermedad fue producto del envenenamiento, en otra atribuyeron el caso a una situación de histeria colectiva.

Las jóvenes suelen salir del hospital en cuestión de horas. Ninguna de ellas ha muerto.

Pero las imágenes de las pacientes, presas de la angustia o padeciendo un dolor que parece considerable, han causado indignación.

Talibanes

El dedo acusador también ha apuntado a los talibanes. Los insurgentes, que prohibieron la educación femenina durante su gobierno, parecen sospechosos obvios, en opinión de las autoridades afganas.

Estos niegan su participación y emitieron una declaración en la que señalan a los "invasores y sus medios de comunicación contratados" de emitir falsas acusaciones, como parte de "la guerra de los medios, que no tiene ninguna base en la realidad".

Uno de los primeros ataques ocurrió en el pueblo de Rustaq, en la provincia de Takhar. Cinco muestras de agua fueron tomadas dentro y en los alrededores de la Escuela de Niñas Dabiristan por el Ministerio de Salud Pública.

Pero Afganistán no tiene la tecnología para analizarlas, por lo que la misión internacional en Afganistán, la ISAF, envió las muestras a un laboratorio fuera del país. El laboratorio no encontró rastro de nada sospechoso.

"Sólo encontramos las bacterias que se hallan naturalmente en el agua, no hay pruebas de toxinas", dijo el portavoz de la ISAF, el teniente coronel Jimmie Cummings.

Aún así, las niñas siguieron cayendo enfermas. Los padres exigían respuestas, y medidas por parte del gobierno.

Sospechosos

A principios de junio, 14 sospechosos fueron detenidos y trasladados a una cárcel de Kabul, a cargo de la agencia de inteligencia afgana, el NDS.

La mayoría de los detenidos han sido puestos en libertad, pero a principios de esta semana, se me invitó a conocer a tres de los sospechosos todavía tras las rejas.

Ningún abogado estuvo presente. Y antes de cada entrevista, un funcionario del servicio de inteligencia (NDS) le dio instrucciones breves a los prisioneros sobre cómo responder.

Los tres están acusados de pertenecer a una cadena de suministro que trajo dos botellas de veneno de Pakistán, a través de la provincia de Kunar, al Takhar.

Uno de los sospechosos, Najibullah, maestro de escuela, me dijo que le dio dos botellas de veneno y 50.000 afganos (US$1.000) a dos niñas. Al menos una de las botellas fue utilizada.

"Fue un error", me dijo, cuando los funcionarios del NDS lo miraban. "Fue antiislámico, y fue mi culpa", añadió.

Otro hombre, el mulá Yakub, admitió formar parte de los talibanes y haber ayudado a transportar los líquidos. El tercero, Nooragha, niega cualquier implicación.

La presión para encontrar a los responsables de perjudicar a las escolares ha sido enorme. Los tres hombres pronto serán entregados a la Fiscalía General para su enjuiciamiento .

Pero a falta de cualquier evidencia física de las toxinas, otros cuestionan si los ataques son reales.

Shrafudin Azemi, profesor de psicología en la Universidad de Kabul, cree que las tensiones de años de conflicto, y el poder de los medios de comunicación, han provocado el pánico entre los escolares afganos.

"Las investigacione s médicas y penales indican un daño mental, no un daño físico, a las víctimas de Afganistán, que ha estado en guerra durante 30 años. La gente de aquí están sufriendo bajo un gran estrés", dijo.

En la escuela Bibi Hajera, todas las chicas han regresado a las aulas. A falta de evidencia sólida, los hechos son desconcertante s.

Algunos quieren que las niñas dejen de asistir a la escuela. Aunque por ahora, la supuesta intoxicación es un misterio que sigue sin respuesta.

Otro hombre, el mulá Yakub, admitió formar parte de los talibanes y haber ayudado a transportar los líquidos. El tercero, Nooragha, niega cualquier implicación.

La presión para encontrar a los responsables de perjudicar a las escolares ha sido enorme. Los tres hombres pronto serán entregados a la Fiscalía General para su enjuiciamiento .

Pero a falta de cualquier evidencia física de las toxinas, otros cuestionan si los ataques son reales.

Shrafudin Azemi, profesor de psicología en la Universidad de Kabul, cree que las tensiones de años de conflicto, y el poder de los medios de comunicación, han provocado el pánico entre los escolares afganos.

"Las investigacione s médicas y penales indican un daño mental, no un daño físico, a las víctimas de Afganistán, que ha estado en guerra durante 30 años. La gente de aquí están sufriendo bajo un gran estrés", dijo.

En la escuela Bibi Hajera, todas las chicas han regresado a las aulas. A falta de evidencia sólida, los hechos son desconcertante s.

Algunos quieren que las niñas dejen de asistir a la escuela. Aunque por ahora, la supuesta intoxicación es un misterio que sigue sin respuesta.

miércoles, 24 de octubre de 2012

Stonehenge: La Gran Mentira

Un artículo titulado “Stonehenge, the big hoax”, adelantado en la edición digital de EEUU, el arqueólogo Mike Parker Pearson pone encima de la mesa las pruebas que demuestran que el 90% de las piedras que hoy vemos en Stonehenge no pertenecen a la formación original y fueron colocadas en sucesivas “restauraciones” como parte de un gran montaje. Y para atestiguarlo, aporta la correspondencia entre los autores del engaño y las autoridades británicas desde el año 1898 en adelante.






Entre la documentación aportada por Parker Pearson hay cartas, planos, bocetos del proyecto y una colección de fotografías que hasta ahora no habían visto la luz. En muchas de ellas puede observarse a los operarios al servicio de Su Majestad levantando con grúas las pesadas piedras y colocándolas unas sobre otras para simular una gran formación de megalitos. “Debemos construir algo grande”, aseguraba el ingeniero jefe en una misiva de febrero de 1901, “un monumento que ponga Gales en la mente de todos y haga palidecer los hallazgos del continente [franceses]”.






El autor del artículo, el profesor Parker Pearson, lleva más de diez años dedicado al estudio de este monumento y es el primero en reconocer, con cierto sonrojo, que él mismo ha sido víctima de un montaje de proporciones colosales que ha durado más de cien años. Pearson se topó con la primera pista mientras realizaba un análisis rutinario de la base del altar central, durante uno de los muchos trabajos que ha realizado en la zona.

Como parte del análisis, su equipo analizó esta roca y el resto del círculo central que aparecen en los pocos grabados del monumento anteriores al siglo XX y las comparó con el conjunto. El resultado les dejó sin aliento: cerca del 90% de las grandes rocas de dolerita presentaban una variedad de feldespato incompatible con las rocas de las colinas de Preseli, de donde proceden los megalitos más antiguos. En otras palabras: algo no encajaba en el puzle de Stonehenge.

Intrigado por los datos, Pearson comenzó a indagar sobre la historia de la excavación y empezó a atar cabos. Revisó los primeros planos de Stonehenge, la documentación primigenia y llegó hasta un misterioso personaje llamado William Gowland, que había trabajado en una primera “restauración” del monumento en 1901. Después de dos años, la investigación le llevó hasta una vieja mansión en Amesbury, perteneciente al propio Gowland, y a varias casas en el entorno de Stonehenge, donde encontró todas las claves para desmontar el engaño.





Los documentos oficiales reconocen a William Gowland como el ingeniero que ayudó en 1901 a restaurar parte de la formación y a levantar la piedra 56, en la parte oeste del gran Trilithon, pero la realidad es que añadió al menos una docena de piedras más y tramó el plan para que en los años posteriores se añadieran decenas de ellas sin conocimiento de la opinión pública.

“La cabeza me daba vueltas”, escribe Parker Pearson en National Geographic. “Había decenas de cartas entre Gowland y alguien del gobierno que firmaba como 'Mr. H' en las que detallaban un meticuloso plan para convertir la zona en un foco de atracción basado en la cultura druida, y que debía mantenerse en el más absoluto secreto".

Por lo que se deduce de las notas, el plan fue tramado por el círculo de amistades de Gowland, que incluía a Alfred Harvey (muy bien situado en las más altas esferas de la administración y posible 'Mr. H') y varios poetas de poco renombre y especialmente interesados por la historia británica.





"Será como un sueño druida", escribía el poeta Milton Partridge en una carta a Gowland. "Debéis hacer algo a la altura de sir Walter Scott, digno del Rey Arturo". En otro de los documentos, firmado por un amigo astrónomo de Gowland, Douglas Byron, se presentan varios mapas del cielo de Gales durante el solsticio de verano y la disposición que deben tener las rocas para conseguir el alineamiento. "Es una planificación concienzuda", insiste Parker Pearson, "se tomaron tiempo de pensar hasta en el último detalle".

“Las fotografías acabaron de convencerme”, asegura Pearson. Algunas estaban en las casas y otras se las han proporcionado fuentes del gobierno británico, que siguen desde hace meses su investigación y que, aunque no se han pronunciado, tampoco han negado los hechos.







La investigación de Pearson revela que hubo tres "restauraciones" sucesivas, en 1901, 1919 y 1920, y una última en 1958, en las que se añadieron rocas y monolitos falsificados y se ocultó la información a la sociedad británica. Las pruebas fotográficas y documentales muestran que todo fue una gran mentira aunque, como dice Pearson, “parece increíble que algo tan evidente haya tardado tantos años en salir a la luz”.

La documentación original tardará varias semanas en ser publicada, pero las pruebas que presenta National Geographic en este número especial de enero parecen tener suficiente contundencia como para hacer tambalearse el mito de Stonehenge y cuestionar la forma en que ha trabajado la Arqueología en los últimos años.