jueves, 30 de septiembre de 2010

Parapsicología, psiquiatría y posesión

Algunos psiquiatras creen que los “endemoniados” son víctimas de esquizofrenia o personalidad múltiple, ocasionada por abusos sexuales sufridos en la infancia. Otros sugieren que se debe al síndrome de Gilles la Tourette, cuyos afectados maldicen, gruñen y se retuercen de manera incontrolada; aunque este mal es incurable y la posesión, sin embargo, se cura. Por su parte, la doctora Judith L. Rapoport lo achaca al desorden obsesivo compulsivo (OCD).
El padre Martínez Sierra, teólogo y profesor de la Universidad de Comillas (Madrid) ha declarado que “antes de determinar si alguien está poseído o no, hay que desterrar absolutamente una posible enfermedad mental o la existencia de fenómenos parapsicológicos. Por eso, antes de aprobar un exorcismo se exigen informes de psiquiatras y parapsicólogos. Tan sólo si la persona presenta varias de las características señaladas por el ritual (aversión exagerada a lo sagrado, conocimiento de cosas ocultas o de lenguas ignoradas, y fuerza sobrehumana) puede tratarse el caso como una posesión. En cualquier caso, al demonio no le es preciso llegar a ésta para dificultar el reinado de Dios”.
Por su parte, el padre Fortea, párroco de la diócesis de Alcalá de Henares (Madrid), esta de acuerdo en que sacerdotes y psiquiatras han de trabajar conjuntamente en casos de supuestos posesos. Aunque, tal y como explica en su tesina, El exorcismo actual, varias razones distinguen claramente al poseso del enfermo mental. “Los posesos son personas absolutamente normales cuando salen de los períodos de crisis, no padecen delirios ni alucinaciones, cosa que no ocurre a los esquizofrénicos. Tampoco puede tratarse de epilépticos, pues los espasmos y agitación que sufren duran más de los 15 minutos que se prolongan estos ataques.
Además, durante la posesión, las convulsiones y crisis de violencia van en aumento, en lugar de disminuir, como ocurre con los enfermos mentales, y simultáneamente a ellas aparece una nueva identidad que razona y contesta coherentemente. En todo caso, no deja de ser curioso que este extraño síndrome demonopático de disociación de la personalidad, con el que numerosas personas acuden a las consultas de los psiquiatras desaparezca para siempre con una oración litúrgica, cuando desde un punto de vista psiquiátrico, con el exorcismo se debería reforzar la sugestión del enfermo. Por supuesto que algunas personas pueden fingir que estan poseídas, pero para desenmascararlos basta decir el fragmento de un discurso de Cicerón en latín; si se agitan frenéticamente, entonces el sacerdote puede enviarlos con tranquilidad al psiquiatra. Es absurdo también – nos explica Fortea – sostener, como hacen algunos, que los posesos liberados por Jesús padecían en realidad enfermedades diversas. “Nunca se utiliza en los Evangelios la palabra posesión como sinónimo de enfermedad. Y además, si Jesús no creía en la posesión, ¿por qué no nos confirmó que estábamos en un error? Por el contrario, en Lucas 13,32 Jesús mismo se atribuye el poder de expulsar demonios y lo distingue de la virtud de curar enfermos. En realidad Jesús es el Gran Exorcista, y la Era Mesiánica se distingue por que al fin los demonios pueden ser expulsados del Reino de Dios”. Ayudante del padre Amorth en Roma, Fortea, para quien “el demonio no tiene cuerpo, tan sólo se manifiesta a través del cuerpo invadido”, tuvo la oportunidad de asistir a varios exorcismos. “Lo que ocurre en una posesión es algo más moderado y sorprendente a la vez que lo relatado en la película El Exorcista. No es usual que en un mismo caso se reúna toda la fenomenología que se produjo durante el caso en que se basó el film; normalmente el poseso se limita a blasfemar ante lo sagrado, caer en trance y poner los ojos en blanco, además de agitar los brazos mientras se le dicen las oraciones. Pero puedo asegurar que algo maligno emana de la persona”.
Opinión de la Iglesia

El hecho de que Juan Pablo II tuviera que hacer frente, en septiembre de 2000, a una joven endemoniada, ha puesto de actualidad el fenómeno de la posesión diabólica. La Iglesia admite la existencia del diablo y, aunque no es un dogma de fe, también acepta que el maligno tiene poder para poseer a una persona. Así, en el Nuevo Catecismo se lee: “El exorcismo esta dirigido a la expulsión de los demonios o a la liberación de una posesión demoniaca a través de la autoridad espiritual que Cristo confió a su Iglesia”. En Italia, la cifra de supuestos posesos debe ser muy elevada, pues la Conferencia Episcopal de este país ha pedido a los párrocos más rigor selectivo a la hora de reclamar exorcismos.
Asimismo, ha decidido imprimir cuanto antes en versión italiana el Rituale Romanum, revisado en 1998 par la Congregación del Culto Divino. En él hay algunas oraciones para rezar en solitario contra el maligno. Por su parte, el padre Gabriele Amorth, con más de 50.000 exorcismos a sus espaldas, ha declarado que “el mundo esta lleno de demonios dispuestos a adueñarse de personas, animales y cosas. Y existen varias vías: el ocultismo, los cultos satánicos y los maleficios”. De la misma opinión es el padre Suñer, exorcista durante cuatro años de la diócesis de Barcelona: “Cualquier práctica esotérica puede permitir que el demonio entre en una persona si ésta invoca a Satanás”.
Rituale Romanum

Entre las reglas a seguir por el exorcista que se indican en el Rituale Romanum de la Iglesia Católica para expulsar al diablo estan:Colocar un crucifijo ante la vista del poseso o en sus propias manos. Ponerle reliquias y medallas. Pero no acercarle demasiado la Santa Hostia pues puede maltratarla.
No dialogar nunca con el demonio y ordenarle que se limite a contestar a las preguntas que se le dirijan. No creerle si simula ser un ángel o un difunto.
No dar crédito a lo que vea u oiga que hace o dice el poseso.
Preguntar a la víctima el nombre y número de entes malignos que lo poseen.
Preguntar en que época y por qué o cómo se produjo la posesión, así como el día y hora en que abandonara al poseso.Exorcizar con autoridad enérgica, insistiendo en las palabras que más hacen sufrir al poseso.
Hacer la señal de la cruz en las zonas del cuerpo donde el poseso acuse alteración.
Rociar con agua bendita el cuerpo del poseso.Repetir las frases y palabras que más atormenten al demonio.
Deben estar presentes los familiares para que vean cómo reacciona el poseso y le sujeten firmemente. Deben rezar durante la ceremonia y ser rociados por el exorcista con agua bendita.No hay que dar pábulo a las trampas y engaños que usan los demonios para hacer creer que han abandonado al poseso. En ocasiones incluso les dejan comulgar o les muestran alguna visión beatífica.
Hay que recurrir siempre al ayuno y la oración pues, según dijo Jesús (Mateo 17,20), hay una especie de demonios que no puede ser expulsada más que por la oración y el ayuno.


martes, 28 de septiembre de 2010

El Exorcista, la verdadera historia


William Peter Blatty, autor de El Exorcista, era un joven estudiante de literatura en la universidad jesuita de Georgetown (Washington DC) cuando, en agosto de 1949, leyó una noticia en el diario The Washington Post: “Un sacerdote libra a un joven de Mount Rainier de las garras del demonio”. Veinticinco años después, tras investigar los hechos y cambiar – a petición del padre Bowdern, sacerdote que practicó aquel exorcismo – la identidad del protagonista, por la de una niña, escribió una novela de la que se vendieron trece millones de ejemplares. Dos años más tarde la convirtió en el guión de la mítica película del mismo nombre. Según Blatty, Bowdern, obligado por el juramento de secreto a no hablar del exorcismo, le dijo únicamente: “Puedo asegurar que el caso en que me vi implicado era auténtico”.

El arzobispado local ha eludido en diversas ocasiones la entrega de los documentos oficiales respecto a este caso, “por razones serias y validas” según sus propias palabras, pero nunca ha negado su existencia. Hoy, sin embargo, conocemos todos los detalles gracias a Tomas B. Allen quien, cuarenta años después, consiguió que el padre Halloran – uno de los nueve jesuitas que asistieron a Bowdern – le facilitara un diario del exorcismo. Este escrito fue hallado en 1978, durante las obras del hospital de los hermanos de los pobres de Saint Louis, en una de cuyas habitaciones, clausurada hasta esa fecha, se produjo el exorcismo último y definitivo. Se trata de veintiséis páginas mecanografiadas en las que se recogen los testimonios de 48 personas que asistieron a la víctima y contemplaron de cerca su endiablado estado.

El maligno se manifiesta

Todo empezó con el ruido de un suave goteo en casa de los Mannheim – los nombres son falsos –, en Mount Rainier (estado de Washington). Allí vivía Robbie, un chico de 13 años, con su abuela materna, su madre y su padre. El persistente sonido se inició un sábado por la noche. El niño y su abuela se hallaban solos y realizaron una gira por las habitaciones buscando el origen del ruido. Al entrar en el dormitorio de la anciana, vieron que en un cuadro en el que se representaba a Jesús estaba torcido y se movía como si alguien golpeara la pared tras él. El goteo cesó para dar paso al chirrido de unos arañazos tras la pared, “como si una garra rascara la madera”. Los arañazos continuaron oyéndose durante once días. Comenzaban hacia las siete de la tarde y paraban a media noche. Curiosamente, se detuvieron el día en que murió Harriet, una tía espiritista de Robbie, que había enseñado al muchacho a manejar el tablero ouija. A partir de aquel momento, Robbie pasaba horas enteras jugando con la ouija, intentando entrar en contacto con su querida tía difunta. Fuera ésta o no la causa de la posesión, el hecho es que los fenómenos paranormales comenzaron a producirse a su alrededor sin interrupción. Al irse a dormir oía pasos junto a su cama y, durante el día, objetos y muebles pesados se deslizaban por el aire o se volcaban solos. Sus parientes podían ver girar vertiginosamente las sillas en que Robbie se sentaba. Él insistía en que no era culpa suya. Pero la fenomenología crecía y llegó a un punto de paroxismo la noche en que, para ahuyentar el miedo del chico, su abuela y su madre se acostaron con él. De pronto el colchón levitó y colcha y sábanas – completamente estiradas – se elevaron ante sus ojos como si algo invisible tirara de las esquinas.

La familia consultó a médicos, psiquiatras y psicólogos, que declararon normal a Robbie. También a médiums que diagnosticaron una crisis de adolescente que pasaría a su tiempo. Pero Robbie ya no podía siquiera ir al colegio: su pupitre daba saltos y golpeaba los de los demás niños. Había comenzado a volverse hosco y reservado. Además, durante las noches tenía pesadillas en las que parecía hablar con alguien. Sus padres se dirigieron a un sacerdote luterano llamado Schulze quien, creyendo estar ante un poltergeist, rezó por el muchacho. Pero, tras pasar una noche con él y ser testigo directo de la aterradora fenomenología que rodeaba a Robbie y, sobre todo, al aparecer el 26 de enero sobre el pecho del niño unos arañazos en forma de letra, “como si alguien los hubiera trazado desde dentro con un cuchillo”, Schulze comenzó a pensar que un poder maligno había invadido al muchacho.

Es sabido que la posesión demoníaca se manifiesta, progresivamente, de tres formas: infestación (el demonio actúa sobre la materia circundante y produce fenómenos telequinéticos de toda índole); obsesión (atormenta a la víctima sin hacerla perder el conocimiento pero de modo evidente); y posesión (invade el cuerpo de la persona y lo trata como propiedad suya). Para Schulze, Robbie estaba a punto de pasar a la tercera fase, así que recomendó a la familia consultar a un sacerdote católico: “Ellos entienden de estas cosas”. Y es que, mientras las iglesias luteranas no conceden ninguna credibilidad teológica a la existencia del demonio, la católica tiene una larga tradición de exorcismos que se remonta a los realizados por Jesús. Además, desde los comienzos de la Cristiandad, cuentan para practicarlos con un ritual que se formalizó en 1614 bajo el nombre de Rituale Romanum.

Fue así como los Mannheim se pusieron en contacto con el padre Hughes, párroco de la iglesia católica más cercana. Al principio éste se limitó a darles agua bendita y unos cirios consagrados, remedios infalibles contra el demonio. Pero la botella con agua bendita explotó al entrar en el dormitorio de Robbie y las velas, al ser prendidas, lanzaron tales llamas que casi incendiaron la casa. Entonces Hughes decidió visitar al chico. Al parecer, Robbie estaba en la cama, en estado de trance, y le recibió diciéndole en latín: “Oh, sacerdote de Cristo, sabes que soy un demonio. ¿Por qué me molestas?”.

Precisamente, según el Rituale Romanum, la capacidad de hablar o entender una lengua extranjera desconocida anteriormente por la persona es una de las características de la posesión, sobre todo si va unida a la exhibición de una fuerza sobrehumana, el conocimiento de hechos ocultos o futuros y una profunda aversión hacia lo sagrado que se manifiesta incluso hacia las medallas, cruces o reliquias ocultas. Así que Hughes – tal y como indica el ritual – solicitó permiso para practicar un exorcismo al arzobispo de Washington, O’Boyle, quien, incomprensiblemente, se lo concedió. Y es que en el Rituale se dice expresamente que “el sacerdote designado para hacer un exorcismo, además de distinguirse por su piedad, prudencia y vida íntegra, debe ser inmune a cualquier ansia de engrandecimiento personal y no confiar en su poder sino en el divino, así como de edad madura y reverenciado no sólo por su cargo sino por sus cualidades morales”. Características todas ellas que Hughes, a sus 29 años de edad, no había tenido tiempo de reunir. Tampoco siguió el joven párroco otra instrucción del ritual, a saber: “Recurrir a un estudio profundo del asunto (…) examinando los autores aprobados y los casos producidos”. Quizá por todo ello, aunque realizó una confesión general, ofreció misa y oraciones especiales e incluso ayunó, el exorcismo resultó trágico.

A finales de febrero, Robbie fue ingresado en el Georgetown Hospital, dirigido por jesuitas y atendido por monjas que guardaron el más absoluto secreto. Fue atado con correas a una cama y permaneció tumbado con los ojos cerrados, aparentemente tranquilo. Al entrar Hughes en la habitación, tocado con birrete negro, estola púrpura al cuello y con un reluciente aspersor de agua bendita, Robbie “despertó” y con voz perentoria le ordenó quitarse la cruz que llevaba oculta. Asimismo se dice que empezó a proferir juramentos en lengua semítica y aramea y en su pecho comenzaron a aparecer nuevos arañazos.

Hughes se arrodilló junto a la cama con el ritual en las manos, recitó la Letanía de los Santos en latín y luego el Padre Nuestro con el que comienzan las oraciones propias del exorcismo, pero al decir “Mas líbranos del mal”, Robbie logró desasir una de sus manos y aflojar una pieza del somier… La monja y el auxiliar presentes oyeron de pronto un alarido de Hughes… Robbie había rajado el brazo izquierdo del sacerdote desde el hombro hasta la muñeca. Alguien dijo que para cerrar la herida fueron necesarios más de 100 puntos. El exorcismo no prosiguió. Hughes sufrió una crisis nerviosa y abandonó Mount Rainier durante un tiempo.

Las murmuraciones de los vecinos, la desesperación o el hecho de que el cuerpo de Robbie empezara a actuar como un tablero ouija formando palabras con arañazos, fueron el detonante para que sus padres se trasladaran a St. Louis, donde tenían parientes. Allí, la familia pidió consejo al padre J. Bishop, profesor de teología.

Bishop habló con sus superiores y parece que la comunidad jesuita se hizo cargo del asunto. El 9 de marzo, éste visitó por primera vez a los Mannheim. Les interrogó sobre lo sucedido y realizó aspersiones con agua bendita por toda la casa. Especialmente en el dormitorio de Robbie, donde además practicó un exorcismo simple y colocó una reliquia de Santa Margarita sobre la almohada. Todo fue inútil. La reliquia salió disparada y rompió un espejo y el propio Bishop presenció el frenético movimiento de la cama de Robbie y los arañazos que aparecieron en su cuerpo. Al día siguiente habló con el padre William S. Bowdern, jesuita de 52 años, responsable de la iglesia de San Javier y considerado como un hombre santo por quienes le conocían. Por indicación del arzobispo Ritter, habría de ser Bowdern quien llevara a cabo el exorcismo.

El 10 de marzo por la noche, Bishop y Bowdern hablaron con Robbie y rezaron el rosario con él. El niño parecía tranquilo, pero en cuanto le dejaron solo en su habitación volvió a gritar pidiendo ayuda. Poco después mostraba dos arañazos en forma de cruz en sus antebrazos, algo que no dejó de extrañar a los jesuitas que en secreto habían llevado una reliquia del antebrazo de san Javier. Los sacerdotes calmaron a Robbie y le bendijeron. Pero, en cuanto le abandonaron, Robbie sufrió una gran crisis durante la cual una librería de 25 kilos se movió sola colocándose ante la puerta de su dormitorio. Su madre logró introducirse por una rendija en la habitación a tiempo para ver cómo el crucifijo y las reliquias que los sacerdotes le habían puesto se deslizaban solos por su cuerpo hasta quedar a los pies de la cama. Los muebles habían cambiado de sitio por sí mismos, el niño se retorcía de dolor debido a los arañazos y las sacudidas del colchón eran frenéticas.

Tras haber ayunado, celebrado misa y hecho su confesión general, el 16 de marzo por la noche, Bowdern inició el exorcismo que habría de prolongarse en sucesivas sesiones hasta el 18 de abril. Comenzó pidiendo al niño que hiciera un examen de conciencia. Luego fue en busca de toda la familia y de los otros sacerdotes: Bishop, que habría de escribir el diario, y Halloran, de 26 años, cuya fuerza era necesaria para sujetar al poseso. Tras rociar con agua bendita la cama, que no dejaba de moverse, comenzó a leer las letanías del ritual. Cuando dijo: “Yo te ordeno, espíritu impuro, seas quien seas, junto con todos tus asociados que han tomado posesión de este siervo de Dios, que, por los misterios de la Encarnación, Pasión, Resurrección y Ascensión de nuestro Señor me digas mediante alguna señal tu nombre, el día y la hora de tu partida…”, ronchones rojos y arañazos cruzaron la garganta, los muslos, el estómago, la espalda y el rostro de Robbie. En su pecho apareció la palabra hell (infierno), y había sangre suficiente para ser secada con un pañuelo. Sobre el escaso vello púbico del niño también se dibujó la letra X y la palabra go (ir). Bowdern interpretó que el demonio se iría en diez días a través de la orina o los excrementos. En lo primero se equivocó. En lo segundo no. Pues, en cada sesión de exorcismo, salían de Robbie grandes cantidades de orina maloliente.

A partir de ese día, la lucha contra el mal fue ganando la batalla. Durante otra sesión, al preguntar al demonio su nombre, se dibujó con arañazos sobre el pecho de Robbie la palabra spite (rencor). No obstante, durante el día Robbie era un muchacho normal, algo característico de los posesos. Sólo durante los períodos de crisis, que a veces duraban horas y que, salvo en raras ocasiones, se presentaron siempre de noche, parecía ser otra persona. Chillaba, ladraba, reía diabólicamente, insultaba y maldecía al oír las plegarias o el nombre de Jesús. Y, al ir avanzando el exorcismo, comenzó a hablar con una voz profunda, ronca, y a volverse más violento. Gritaba obscenidades a los sacerdotes, les acusaba de terribles actos sexuales y les escupía. Su delgado cuerpo se arqueaba tanto que podía tocarse la cabeza con los dedos de los pies. Cantaba melodías que desconocía. Agitaba los brazos desesperadamente y, en cuanto se veía libre de ataduras, soltaba violentos puñetazos.

La última señal

Robbie era luterano y el padre Bowdern decidió bautizarle para acogerle en el seno de la Iglesia Católica. Además, el bautismo es otra forma de exorcizar. Sin embargo, tras recibir este sacramento, se tornó más agresivo. La voz del demonio salía con más frecuencia durante las crisis, hablaba con más autoridad, y profería más obscenidades. Su rostro adquiría expresiones diabólicas y sus uñas, extraordinariamente largas, arañaban su pecho.

Conforme avanzaba la batalla, a los períodos de crisis se sucedían estados de calma en los que el chico proyectaba un aura siniestra que los exorcistas llaman “el roce de Satanás”. En cierta ocasión estuvo cuatro días muy tranquilo, pero era sólo otra treta del maligno que, “a veces, deja al cuerpo libre de molestias para hacer creer que ha sido expulsado”, señala el Rituale.

Finalmente, tras pasar por un verdadero calvario, durante el cual estuvo alojado en la rectoría de la Iglesia de San Javier, Robbie regresó en tren a Maryland y volvió de nuevo a Saint Louis. El niño fue ingresado a principios de abril en el hospital de los hermanos de los pobres.

El día 18 de ese mes, el padre Bowdern, consumido por el prolongado ayuno y la vigilia, se enfrentó a la que sería la última batalla. Robbie había comulgado ese día y los hermanos de los pobres habían puesto en su habitación una estatua del arcángel San Miguel venciendo al dragón. Con el último amén del exorcismo la habitación pareció invadida de una calma absoluta y Robbie habló con una nueva voz, clara, autoritaria, rica y profunda: “Satanás, Satanás, soy san Miguel y te ordeno a ti y a los otros espíritus malignos que abandonéis el cuerpo en nombre de Dominus, inmediatamente, ¡ahora, ahora, ahora!”. Entonces, durante 7 u 8 minutos, Robbie se debatió entre violentísimas contorsiones. Luego, dijo con calma: “Se ha ido”. Miró a los sacerdotes y aseguró sentirse bien. Todos se felicitaron. Todos menos Bowdern, que ya no se fiaba del maligno y esperaba una señal característica del final exitoso del exorcismo. Robbie contó que había visto en sueños como el arcángel se había encarado con el diablo haciéndole retroceder hacia una cueva cerrada con barrotes en cuya entrada estaba la palabra spite. Cuando los demonios desaparecieron, notó como si algo tirara de su estómago. Luego se sintió relajado y feliz como no lo había estado desde el 15 de enero. A la mañana siguiente comulgó en la capilla del hospital. Por la tarde durmió una larga siesta. Cuando despertó parecía no recordar nada de su penosa experiencia. “¿Dónde estoy? ¿Qué ha ocurrido?”, preguntó. En esos momentos, una explosión resonó en todo el hospital. Era la señal que Bowdern esperaba. Cuando Robbie salió del hospital, su habitación fue clausurada con llave. En el cajón de la mesilla permaneció el diario de Bishop hasta ser hallado en 1978.

Poco después de finalizar el exorcismo, durante una misa celebrada por Bowdern en la iglesia de San Francisco Javier, el ábside se iluminó y ante los asombrados jesuitas allí reunidos brilló por un instante la imagen de san Miguel, con una espada llameante en la mano.
La casa donde se iniciaron los hechos fue quemada durante un ejercicio de bomberos. Hoy tan sólo queda el solar, pero nadie quiere comprarlo.

A pesar de las amenazas de muerte prematura que el demonio hizo a los exorcistas, el padre Bowdern murió en 1983 con 86 años y Bishop en 1978 con 72. En cuanto a Robbie, su vida transcurrió con normalidad. Se casó y tuvo dos hijos.

No tuvieron tanta suerte algunas de las personas implicadas en el rodaje del film, William Friedkin, el director, recibió numerosas amenazas por parte de grupos satanistas. Cuatro miembros del equipo murieron en misteriosas circunstancias. La desaparición de objetos – incluidas varias cintas con escenas ya filmadas – era frecuente. En fin, tal cúmulo de desgracias que ha llevado a algunos a sugerir que sobre la película pesa una maldición.

lunes, 27 de septiembre de 2010

Las OVNIs Extraterrestres son reales según ex-Director de Lockheed en su lecho de muerte

Según el artículo publicado en la revista UFO MUFON, Ben Rich, el “Padre del Caza-Bombardero Stealth” y ex-Director de Lockheed Skunk Works, había filtrado información sobre la realidad de las visitas extraterrestres a nuestro planeta, como así también que los militares de EE.UU. viajan a las estrellas gracias a los avances obtenidos mediante la ingeniería inversa aplicada a naves alienígenas estrelladas.


Lo que dijo podría ser nuevo para muchas personas hoy en día, pero dicha información fue revelada antes de su muerte en Enero de 1995. Sus declaraciones han ayudado a dar credibilidad a los informes que afirman que militares de EE.UU. han estado volando vehículos que imitan a las naves alienígenas.

“Dentro de Skunk Works (entidad de Lockheed donde se desarrolla este tipo de investigaciones secretas), eramos un grupo pequeño, consistente y cohesivo, de cerca de cincuenta ingenieros y diseñadores veteranos junto con un centenar de operarios expertos y trabajadores. Nuestro fuerte era la construcción de aviones tecnológicamente avanzados puestos a disposición de misiones de alto secreto,” declaró Ben Rich.

“Ahora tenemos la tecnología para llevar a casa a los ETs. No, no llevaría la vida entera lograrlo. Hay un error en las ecuaciones. Sabemos lo que es. Ahora tenemos la capacidad para viajar a las estrellas. En primer lugar, usted tiene que entender que no vamos a llegar a las estrellas con la propulsión química. En segundo lugar, tenemos que idear una nueva tecnología de propulsión. Lo que tenemos que hacer es averiguar donde Einstein se equivocó”, agregó.

Ben Rich tenía conocimiento sobre la influencia que el incidente Roswell había tenido en los diseños de los modelos Testor y los aviones más secretos de EEUU, los cuales fueron basados en la nave alienígena recuperada en el incidente. También señaló que:

1. Existen dos tipos de OVNIs —los que nosotros construimos y los que “ellos” construyen. Aprendimos tanto de lo que se recuperó en los accidentes como de aquello que nos “cedieron”. El gobierno lo sabía y hasta 1969 tuvo un papel activo en la administración de estos datos. Luego de la “purga” de Nixon en 1969, la administración pasó a manos privadas…
2. Casi todos los diseños “biomórficos” de naves aeroespaciales fueron inspirados en el objeto alienígena estrellado en Roswell —desde los SR-71 Blackbird hasta los presentes drones, UCAVs, y naves espaciales.
3. Ben era de aquellos que pensaban que el público no debía enterarse sobre de la presencia extraterrestre en nuestro planeta. Creía que no podrían manejar la verdad —nunca. Solo en los últimos meses de su vida, ya abatido por una enfermedad, comenzó a pensar que los “directores de corporaciones internacionales” que tenían en sus manos el “Asunto” pueden representar un problema mayor para la libertad personal de cada ciudadano que la presencia de visitantes de otros mundos.

Un ingeniero confirma la historia

“Estos OVNIs son de gran tamaño y son capaces de detenerse en seco, hacer giros de 60, 45, o 10º, y luego revertir la acción. Durante el alunizaje del Apolo, Neil Armstrong vio allí esas naves gigantescas y dijo que a los ocupantes de éstas no les parecía agradar nuestra presencia. Cuando trabajé para Skunk Works con Kelly Johnson, firmamos un acuerdo con el gobierno para mantener todo esto en secreto” —admitió Don Williams, ingeniero de Lockheed Skunk Works y contratista de la CIA.

“La investigación sobre fuerzas antigravitacionales estaba en progreso. Sabíamos de la existencia de alguna nave capturada en Roswell en 1947, eran reales. Y sí, es verdad que obtuvimos cierta tecnología a partir de ellas, además las pudimos hacer funcionar. Era parte de la llamada ‘industria oculta’. Si quieren la pueden rotular como negra o muy negra.

“El conocimiento que tenía de estas tecnologías vino de la nave que capturamos aquí. No vi la nave, ni siquiera los cuerpos, pero conocía a algunas personas que sí tuvieron acceso a verlos. No existía duda alguna, estos seres no eran de este mundo.”

viernes, 24 de septiembre de 2010

Desentierran una "vampiresa" en una antigua fosa de Venecia

Los investigadores italianos creen que han encontrado los restos de una "vampiresa" en Venecia, enterrada con un ladrillo metido entre sus mandíbulas para evitar que se alimentara de las víctimas de una plaga que hubo en la ciudad en el siglo XVI.

Matteo Borrini, un antropólogo de la Universidad de Florencia, dijo que el descubrimiento en la pequeña isla de Lazzaretto Nuovo en la laguna de Venecia apoyaba la creencia medieval de que los vampiros eran responsables de la extensión de las plagas como la peste negra.

"Esta es la primera vez que la arqueología ha triunfado en la reconstrucción del ritual de exorcismo de un vampiro", explicó Borrini a Reuters por teléfono. "Esto ayuda (...) a explicar cómo nació el mito del vampiro", añadió.

El esqueleto fue exhumado de una fosa común de la plaga de 1576 en Venecia, en la que murió Tiziano, en Lazzaretto Nuovo, que está alrededor de tres kilómetros al noreste de Venecia y que se utilizó como sanatorio para los afectados por la plaga.
La sucesión de plagas que afectaron a Europa entre los años 1300 y 1700 incrementó la creencia en los vampiros, sobre todo porque no se entendía el proceso de descomposición de los cuerpos, explicó Borrini.

Los enterradores que reabrían las fosas comunes se encontraban a veces cuerpos hinchados con gas, con el pelo creciéndoles todavía y la sangre saliendo por la boca, lo que llevó a pensar que todavía estaban vivos.

Los paños utilizados para cubrir las caras de los muertos normalmente estaban podridos por las bacterias de la boca, dejando ver los dientes del cadáver, por lo que los vampiros fueron se ganaron el nombre de "come-paños".

Según textos medievales médicos y religiosos, se creía que los muertos vivientes extendían la pestilencia para chupar la vida que quedaba en los cuerpos hasta que conseguían la fuerza para volver a las calles.

"Para matar a un vampiro tenías que quitar el paño de su boca, que era su sustento como la leche lo es para un niño, y poner algo que no se pudiera comer ahí", dijo Borrini.

"Es posible que otros cadáveres hayan sido encontrados con ladrillos en la boca pero esta es la primera vez que se ha reconocido el ritual", agregó.

Mientras las leyendas sobre los bebedores de sangre se remontan a miles de años atrás, la figura moderna de vampiro se resumió en la novela de 1897 "Drácula", del autor irlandés Bram Stoker, basada en cuentos populares de Europa Oriental del siglo XVIII.

jueves, 23 de septiembre de 2010

¿Realmente murio Hitler, o tal vez escapase?

El cadáver de Hitler nunca se encontró y no hay ninguna prueba concluyente de que muriera en Berlín. Esto ha sido el origen de diferentes historias y de muchos rumores sobre una pregunta que millones de personas se han hecho y aún hoy se hacen: ¿Escapó Hitler de Berlín?

La versión oficial siempre ha sido que se suicidó, junto a su esposa Eva Braun, en el bunker de la Cancillería de Berlín, Hitler de un disparo y Eva Braun tomando cianuro. También existe un libro titulado Yo quemé a Hitler (Ich habe Adolf Hitler verbrannt), escrito por Erich Kempka. La historia oficial del suicidio de Hitler se fundamenta en los testimonios contradictorios y parciales de tres hombres de la SS, que estuvieron a su servicio durante una década y quienes afirmaron haber visto su cadáver.

Por el contrario, el hitlerismo esotérico sostiene que Hitler nunca murió en Berlín, sino que huyó y murió a una edad avanzada.

Desde el fin de la Segunda Guerra Mundial se han presentado al público varias fotografías del supuesto "cadáver de Hitler"; en algunas aparece quemado y en otras sin lesiones aparentes. Resulta bastante raro y contradictorio el hecho de que algunas de las imagenes hayan sido fotografiadas, según la versión oficial, por los mismos alemanes que, según esta versión oficial, intentaban hacer desaparecer el cuerpo del Führer para esconder su muerte. ¿Se trataba de dejar "pruebas" falsas que hicieran creer en la muerte de Hitler en Berlín?

Tras el fin de la Segunda Guerra Mundial, aparecieron muchas informaciones, a veces contradictorias, sobre el destino de Hitler. Algunos periódicos publicaron cosas tan dispares como que Hitler estaba escondido en un monasterio de budistas tibetanos, que había huído a España o que utilizó un submarino para llegar a Suramérica o a la Antártida.

Según el escritor Patrick Burnside, Hitler sobrevivió a la Segunda Guerra Mundial, se evadió de Berlín en un avión jet y desde Noruega se embarcó con sus seguidores en un convoy de U-Boote viajando hasta la costa patagónica de la Argentina, donde, en la falda de los Andes, vivió tranquilo por casi 15 años. Sólo en la Argentina hubo cuatro testigos que afirmaron que se toparon con Hitler entre los años 1945 y 1957.
Por otro lado, Stalin nunca creyó que Hitler muriera en Berlín. Tras la guerra, en la famosa Conferencia de Potsdam con Churchill y Truman, le informó a su colega americano que Hitler había escapado. Cuando el presidente americano Truman le preguntó a Stalin si Hitler estaba o no muerto, Stalin respondió: "No. El mariscal Gregory Zhukov, cuyas tropas ocuparon Berlín en 1945, declaró después de una concienzuda y larga investigación: 'No hemos encontrado ningún cadáver que pudiera ser el de Hitler'".
También es significativo el hecho de que los norteamericanos interrogaran durante muchas horas al almirante Dönitz, el almirante de la flota alemana de submarinos, repitiéndole insistentemente la misma pregunta: ¿A donde ha llevado Vd. a Hitler? También las tripulaciones de algunos submarinos alemanes, que se rindieron pocos días tras el fin de la guerra, fueron interrogados sobre "el escondite de Hitler".
Y los aliados preguntaron a Dönitz con razón, puesto que el mismo Dönitz había declarado durante la guerra lleno de orgullo: „Die deutsche U-Boot Flotte ist stolz darauf, daß sie für den Führer in einem anderen Teil der Welt ein Shangri-La gebaut hat, eine uneinnehmbare Festung“, cuya traducción fiel es: "La flota alemana de submarinos está orgullosa de haber construido para el Führer, en otra parte del mundo, un Shangri-La, una fortaleza inexpugnable".
En la década de los 50 corría el rumor de que Hitler había conseguido escapar a una base secreta del III Reich en el Polo Sur. En 1952 Dwight D. Eisenhower dijo: "Hemos sido incapaces de descubrir ni una sola evidencia que pruebe la muerte de Hitler. Mucha gente cree que Hitler escapó de Berlín".
El jefe del consejo americano en la revanchista parodia de juicio de Nürnberg, Thomas J. Dodd dijo: "Nadie puede decir que [Hitler] esté muerto". El General Mayor Floyd Parks, comandante general del sector americano en Berlín, añadió que él mismo se encontraba presente cuando Zhukov entraba en Berlín, y éste declaró que pensaba firmemente que Hitler podría haber escapado. Lt. Gen. Bedell Smith, jefe del Estado Mayor del general Eisenhower en la invasión sobre Europa, y más tarde, director de la CIA, declaró públicamente el 12 de octubre de 1945: "Ningún ser humano puede decir de forma concluyente que Hitler esté muerto".
Los aliados permitieron que fuera el Ejército Rojo el que asediera y tomara finalmente Berlín. Una victoria completa hubiera significado la captura de Hitler, a quien Stalin quería vivo, como traidor del pacto de no-agresión que ambos firmaron en 1941. A un batallón especial de la Smersh se le ordenó tal captura pero cuando llegaron al búnker, sólo encontraron los cadáveres de Goebbels, su mujer Magda y sus seis hijos, todos envenenados con cianuro para evitar su captura por las tropas soviéticas.
El coronel W. J. Heimlich, anterior jefe de los servicios de inteligencia de los EE.UU. en Berlín, declaró que él estaba a cargo de determinar lo que le había pasado a Hitler, y tras una cuidadosa investigación, su informe decía: "No hay evidencia que pruebe la teoría del suicidio de Hitler". También afirmó que: "En base a la presente evidencia, ninguna empresa de seguros de vida en Estados Unidos pagaría la prima por Adolf Hitler".
El juez del proceso-parodia de Nürnberg Michael Mussmanno publicó en su libro Diez días para morir: "Rusia debe aceptar la culpa de que Hitler no muriera en 1945". Sin embargo, Mussmanno declaró que él había entrevistado al camarero personal de Hitler, a su chófer, sus dos secretarias, pilotos, generales, etc., y todos estaban perfectamente de acuerdo en una cosa: Hitler se suicidó.
Dos días después de que los soviéticos tomaran Berlín, no hallaron en el búnker ni a Hitler ni sus restos. Más tarde, hallaron un cadáver cuyo rostro era casi idéntico al de Hitler. Lo cotejaron con fotos, midieron su estatura y parecía él. Sin embargo, hicieron firmar en un papel al personal que quedaba en el búnker si el cadáver hallado correspondía al del Führer. Al final resultó ser el de un doble de Hitler.
Los rusos alegaron haber descubierto, en su momento, varios cuerpos medio enterrados con las características de Hitler, los llamados "Doppelgänger" del Führer. Algunos creen que tenía varios de estos "dobles" y que uno de ellos fue el que murió en el famoso atentado explosivo en su contra en 1944, del que Hitler "sobrevivió milagrosamente", según se dijo.
El oficial soviético Anatoli Klimenko, por ejemplo, uno de los principales encargados de la toma del Reichstag el 9 de Mayo de 1945, declaró que el cadáver supuestamente perteneciente a Hitler calzaba medias tejidas de lana, que el Führer siempre se negó a utilizar en vida, pues las detestaba.
Por su parte, el mariscal Zhukov negó públicamente la versión oficial rusa de haber encontrado con seguridad el cuerpo de Hitler. Sobre el verdadero paradero de Hitler, declaró: "Mi opinión personal es que se encuentra en algún punto de Europa, tal vez en España".
Hitler, un hombre sumamente inteligente, podría haber orquestado un gran montaje sobre su muerte, si así lo hubiera deseado. Al fin y al cabo, era el Führer de Alemania y tenía todos los medios y recursos a su alcance para hacerlo. Por eso, de haber efectivamente escapado, es verosímil que creara un mito sobre su destino, con el fin de evitar que nadie pretendiera buscarle. Algunos autores hablan de que el supuesto cadaver que se quemó en Berlín era realmente el de uno de sus dobles. Las declaraciones de los testigos que afirmaron haber quemado su cadáver podrían o bien estar equivocadas (quemaron un cadaver, pero ¿el de Hitler?) o bien ser falsas, mintiendo por el Führer. Es incluso posible que se aleccionara a todas las personas susceptibles de ser interrogadas al respecto sobre lo que debían declarar, y también es posible que se les hiciera creer premeditadamente a todos ellos que Hitler se suicidó. Estas sospechas se basan fundamentamente en el hecho de que, aunque la historia del suicidio al principio sonaba convincente, no se puede olvidar que todos eran absolutamente partidarios y fieles a Hitler.

El que fue secretario de estado de EE.UU. Jimmy Byrnes, en su libro Frankly Speaking, escribe: "Cuando estaba en Potsdam en la reunión entre americanos, británicos, rusos y franceses, Stalin dejó su silla para brindar conmigo, cuando le pregunté sobre su teoría acerca de la muerte de Hitler". Stalin dijo: "No está muerto: seguro que escapó a España o Argentina".

El número de la revista The Plain Truth de Junio del 52 se titulaba «¡Hitler puede estar vivo!». El artículo revelaba que en 1940 el Reich Alemán comenzó a trasladar un ingente número de maquinaria al Polo Sur con el objeto de construir en un continente desconocido una estación secreta, un nuevo Berchtesgaden para el Führer.

El informe continuaba explicando cómo los técnicos vaciaban un monte entero en la Antártida para construir un nuevo refugio completamente camuflado, en un continente más grande que Europa a 9.000 Km de África, 3.000 Km de la Tierra de Fuego en Sudamérica y 7.000 Km de Australia.

Hacia el quinto día de la caída de Berlín, se encontraron unos restos calcinados envueltos en tela en el jardín del búnker. Se formó una comisión de médicos, denominada comisión Autopsia para estudiar tales restos. Analizando la dentadura de Hitler y comparándola con la dibujada por el ayudante de su dentista personal, ambas coincidían a la perfección. Al final la autopsia estuvo amañada.

La revista Bonjour y el parisino Le Monde tenían artículos sobre la huída de Hitler al Polo Sur. El almirante Doenitz en 1943 declaraba: "La flota de submarinos habrá amarrado en algún punto del Polo, en algún punto paradisíaco". Aunque no decía dónde, Bonjour señalba que en 1940 ingenieros nazis habían comenzado la construcción de edificios capaces de soportar temperaturas de 60 grados bajo cero.

Por otra parte, es cierto que los archivos sobre Hitler, que están en manos de los rusos, siguen clasificados y como uno de sus secretos mejor guardados, casi 60 años después.

Los restos de lo que se pensaba eran Hitler y Eva Braun fueron enterrados en un bosque cercano a Buch, y al final fueron inhumados en la ciudad de Magdeburgo. Lo que es cierto es que ambos cadáveres fueron enterrados y exhumados sucesivamente por las Smersh por lo menos en unas tres o cuatro veces, siempre de noche.

En el programa As it happens del 17 de septiembre de 1974 en la Televisión Canadiense, el Dr. Ryder Saguenay, cirujano dental de la UCLA, dijo que Hitler había ordenado un avión especial (posiblemente un Arado Ar-234) para abandonar Berlín con todos los registros médicos y dentales y radiografías de los más altos dirigentes nazis hacia un destino desconocido. De ahí que los registros dentales que se usaron para identificar el posible cadáver de Hitler se sacaran de la memoria de un asistente dental de Hitler que más tarde desaparecería.

Con la Glasnost en Rusia y al principio de los 90, los protagonistas de la Smersh que participaron en los enterramientos y desenterramientos de Hitler decidieron contar su secreto al mundo. Fueron conducidos de Rusia hasta Alemania y señalaron el punto exacto del último enterramiento del Führer. Pruebas realizadas con un radar terrestre localizaron dos objetos anómalos en el subsuelo, en el mismo sitio donde señalaron los ex-oficiales rusos, hoy un abandonado taller de coches. Las excavaciones que se llevaron a cabo tan sólo dieron con un hueso, y no parecía ser humano.


El editorial del diario Zig Zag del 16 de enero del 48 de Santiago de Chile aporta nuevas evidencias. El 30 de abril de 1945, el capitán de aviación Peter Baumgart llevó en avión a Hitler, su esposa Eva Braun y unos cuantos leales del aeródromo de Tempelhof al de Tondern en Dinamarca. Desde allí tomaron otro avión hasta Kristiansund en Noruega, desde donde embarcaron en un convoy de submarinos hacia rumbo desconocido.

En 1993, en uno de los archivos de la KGB en Moscú, se permitió filmar por primera vez, y con un permiso oficial, uno de sus secretos mejores guardados. Cuidadosamente envuelto en un papel, mostraban al mundo restos de lo que dicen es el cráneo de Hitler. En el cráneo aparece un orificio de bala, según el cual Hitler se habría disparado en la boca, pero la historia oficial es que Hitler se disparó en la sien... Por otro lado, ¿por qué los rusos mostraron tan sólo un fragmento de cráneo? Una prueba de ADN solucionaría con casi total certeza las dudas sobre si ese fragmento de cráneo es o no de Hitler. Si los rusos afirman su autenticidad, ¿por qué no se comparan las muestras de ADN de ese fragmento con muestras del ADN de parientes de Hitler muertos?

Lo que a Hitler sí que le importaba y sí que quería evitar a toda costa es que se produjeran hechos como los que le ocurrieron a Mussolini y Clara Petacci una vez muertos, cuando sus cuerpos fueron llevados al Duomo de Milán y allí estuvieron colgados varios días y noches para que todo el que pudiera acercarse escupiera.

La existencia de planes de huída está clara con sólo tener en cuenta a una figura tan clave como desconocida de la Segunda Guerra Mundial: el General de la SS Heinrich Müller, jefe durante todo el tiempo de la Amt IV (Gestapo) y a quien por eso se conocía coloquialmente como Gestapo Müller. El o los planes que hubiera para una posible huída de Hitler seguro que estaban bajo su directo control, y hasta posiblemente diseñados por Gestapo Müller. Se sabe de él que estuvo en Berlín y que visitaba la Cancillería con regularidad hasta Marzo de 1945 cuando, como por arte de magia, desapareció de la faz de la Tierra y nunca jamás se volvió a saber de él. Él es, exceptuando al propio Hitler, el más alto jerarca del Nacional-Socialismo al que ni Weissman, ni la CIA, ni el Mossad, ni la KGB jamás echó el guante. Parece por tanto razonable pensar que Heinrich Müller y Adolf Hitler huyeron junto a un número indeterminado de fieles (como por ejemplo Eva Braun).

miércoles, 22 de septiembre de 2010

Los enigmas del apagon de 1965 (Nueva York)

Muchas ciudades han sufrido largos apagones a lo largo de la historia e incluso en Nueva York, el apagón de 1965 no fue el único ni el más duradero y costoso pero, sin lugar a dudas, pasará a los anales de la historia por ser el más enigmático de todos los que jamás han ocurrido.

El mal llamado “Apagón de Nueva York”, porque ésta solo fue una de las muchas ciudades de la costa Este que lo sufrió, comenzó de manera inexplicable el 9 de Noviembre de 1965 a las 5:28 minutos de la tarde.

En ese instante, 36 millones de personas que habitan en los estados norteamericanos de New Hampshire, Massachusetts, Rodhe Island, Connecticut, Nueva York, Nueva Jersey, Vermont y Pennsylvania, y los Canadienses de Quebec y Ontario, quedan sumidos en la más profunda oscuridad.

Posiblemente, la zona del planeta más avanzada tecnológicamente queda totalmente paralizada; todo deja de funcionar, elevadores, semáforos, electrodomésticos, radio, televisión… Los núcleos urbanos sufren grandes embotellamientos y la gente no puede llegar a sus hogares, en las gasolineras, los surtidores de carburante no funcionan y muchos tienen que abandonar sus vehículos en las cunetas al quedarse sin combustible. Nadie sabe los motivos del apagón, porque no funcionan las televisiones ni la radio, ni las rotativas de los diarios.


Es la primera vez que sucede un apagón de tanta envergadura y apenas un puñado de edificios poseen generadores propios que les dotan de unos servicios mínimos de iluminación. En los aeropuertos todo es un caos, la iluminación de las pistas y la comunicación con los aviones se interrumpe por unos momentos.

-“Es urgente que aterricemos, ¡Ya casi no nos queda combustible!

Los bomberos y las fuerzas de seguridad recorren alocadamente todos los puntos de la ciudad. Hay gente atrapada en los ascensores y en el metro.

-“En el parque de atracciones de Long Island se han quedado bloqueadas varias atracciones. ¡Hay niños allí arriba, bájenlos por favor!

La histeria se va desatando en muchos lugares. Se comienzan a dar algunos casos de robos y pillaje en distintos puntos de la ciudad. Las autoridades son conscientes de que el caos puede ir en aumento como el fallo eléctrico dure mucho más y piden explicaciones a los técnicos que rastrean la red en busca de la avería.

Lo que ha sucedido no tiene explicación razonable, toda la red ha caído fallando todos los sistemas de seguridad. Nadie encuentra una explicación a lo sucedido, puesto que los sistemas automáticos de control energético están más que preparados para soportar y redirigir todo tipo de sobrecargas y en el caso hipotético de fallar, están preparados para cortar y aislar diferentes sectores. Con lo que solo los distritos en los que se localizara la avería deberían de haber sufrido el apagón.


Cientos de trabajadores de las compañías eléctricas comprueban cada metro de la red eléctrica. Cableados, torres, transformadores, distribuidores… nadie encuentra avería alguna.

“Los sistemas de radar no funcionan ¡están ciegos! Cualquier proyectil aéreo puede cruzar nuestro cielo en este preciso momento. ¡No podríamos detectar su presencia!.”

“Es más, ni siquiera podríamos enviar uno de nuestros proyectiles teledirigidos a interceptarlo, porque “los botones de mando con los que se les ordena despegar, dependen de la electricidad para su funcionamiento” ¡Es inútil este inmenso aparato, no sirve para nada!”.

El nerviosismo va en aumento.

Exactamente a las 12 horas de su comienzo, ni un minuto más ni un minuto menos, la electricidad volvió del mismo modo en el que se había esfumado. Los relojes eléctricos ni tan siquiera se tuvieron que poner en hora, puesto que sus manecillas reanudaron su marcha con gran exactitud.

En algunas zonas del Norte todavía sufrieron el apagón durante un par de horas más por cortes manuales que se realizaron mientras se buscaba la avería.

“Que se deslinden responsabilidades. Ciudadanos comunes y corrientes, hombres de empresas y periodistas pidieron del gobierno de Estados Unidos una explicación sobre lo ocurrido. Siguen llegando telegramas, señor. Nos exigen que aclaremos lo ocurrido”.



El suceso será explicado técnicamente como un colapso en cadena de la red interconectada de 375.000 voltios CANUSE que vincula Canadá y la costa noroeste de los EE.UU. originada por sobrecarga en el sistema debido a una serie de imprevistas fallas encadenadas en el sistema de protección automática de la red.

La vulnerabilidad de las grandes ciudades quedan al descubierto ante un suceso que se suponía nunca habría de ocurrir y que afecta en conjunto a mas de 30 millones de personas. El disparador del colapso del sistema será atribuido presuntamente a una falla producida en los relés de protección de la subestación Clay en Niagara Falls, a pesar de trascender semanas más tarde de fuentes no oficiales que una detenida inspección de los mismos no mostró ninguna anomalía.

Los rumores no tardan atribuir el apagón a una serie de luces extrañas que cientos de personas dicen haber visto sobre las centrales eléctricas y sobre las ciudades antes, durante y después del apagón. Nadie deja de recordar la película de 1951, Ultimátum a la tierra (The Day the Earth Stood Still), dirigida por Robert Wise, en la que un ser venido del cosmos advierte a la humanidad sobre el mal rumbo que ésta lleva y para captar la atención de los gobiernos provoca un apagón a nivel mundial.

Avistamientos desconcertantes

Pocas horas después de superarse el problema con el restablecimiento del servicio eléctrico en el área trascienden algunos desconcertantes y coincidentes testimonios sobre la aparición en Niagara Falls y en las proximidades de Syracusa de objetos voladores desconocidos, (ovnis) tanto sobre la planta Sir Adam Beck como sobre la subestación Clay, momentos antes de iniciarse el colapso del sistema.

En el primer caso la noticia es desmentida por las autoridades de la planta, pero en el segundo caso son el piloto instructor Weldon Ross junto a otro tripulante quienes dan cuenta poco después de aterrizar a tientas en el Hancock International Airport, de la presencia de un ovni de más de 30 mts. de diámetro sobre las líneas de alta tensión provenientes de Niagara Falls sobre la estación Clay.

Otros calificados testigos en tierra han reportado también otros avistamientos desconcertantes. Las investigaciones oficiales efectuadas por la U.S. Federal Power Commission y por la Comisión de Energía Hidroeléctrica de Ontario (Canada) concluirán en atribuir el suceso a causas técnicas desestimando cualquier posible relación del mismo con los hechos reportados.

Sin embargo ninguna explicación logra rebatir la validez de los testimonios de cientos de observadores, algunos calificados, acerca de las observaciones de dos objetos voladores no identificados en el área de Niagara Falls – Syracusa y también sobre Nueva York antes, durante e inmediatamente después del imprevisto apagón. Los testimonios ganan trascendencia en primera instancia a partir de su difusión a través del “Globe and Mail” de Toronto y del “The Syracuse Herald-Journal”.

Los testimonios más calificados corren por cuenta de experimentados pilotos, dos de ellos comerciales, Jerry Whitaker and George Croninger, un instructor de vuelo, Weldon Ross y avalados por el comisionado en jefe de Aviación de Syracusa Robert C. Walsh.

Los reportes iniciales a los cuales se suman avistamientos sobre Nueva York 20 minutos después del apagón ganan trascendencia nacional a través de Associated Press y de la cadena NBC, del New York Journal American y del Indianápolis Star. Las observaciones efectuadas sobre Manhattan cuentan con el respaldo de algunas fotografías obtenidas por un fotógrafo del Times-Magazine, pero las mismas tratarán de ser desacreditadas sugiriéndose que en realidad las presuntas evidencias aportadas corresponden al paso de un satélite ruso o a simples defectos de las fotografías. El transcurso de los días diluye la trascendencia de los sucesos reportados, pero no las sospechas de un posible encubrimiento oficial sobre las verdaderas causas del apagón cuyos alcances involucrarían incluso a las autoridades canadienses. Frank Edwards, un investigador dedicado al estudio del fenómeno ovni, comprometerá a las autoridades militares estadounidenses al afirmar que las mismas estaban en alerta sobre la presencia de los objetos voladores no identificados en el área desde 45 minutos antes de producirse el apagón.


martes, 21 de septiembre de 2010

Georgia Guidestones, un misterioso monumento

En una árida loma en el noreste de Georgia, Estados Unidos, se encuentra uno de los más extraños y misteriosos monumentos.

Pero no fue creado durante los tiempos antiguos. Conocido como el "Georgia Guidestones', esta estructura de piedra de 20 toneladas de losas de granito pulido, está inscrito en ocho idiomas - entre ellos los jeroglíficos egipcios, el hindi y el swahili - con instrucciones para los aturdidos supervivientes del apocalipsis que intenten reconstruir la civilización.

El Georgia Guidestones fueron encargados por un grupo anónimo, cuya identidad sigue siendo un misterio.

lunes, 20 de septiembre de 2010

El Pueblo que desapareció sin dejar rastro


El misterio comenzó en 1930, cuando el cazador Arnand Laurent y sus dos hijos vieron un extraño destello que cruzaba el cielo septentrional del Canadá. Laurent declaró que la luz cambiaba de forma por momentos, de modo que en un instante era cilíndrica y al siguiente parecía una bala enorme. Pocos días después, un par de miembros de la policía montada que iban camino del lago Anjikuni se detuvo en la cabaña de Laurent en busca de un abrigo. Uno de ellos explicó que en el lago había “algo así como un problema”. El policía preguntó al confundido Laurent si la luz que había visto se dirigía hacia el lago y éste le respondió afirmativamente.
El policía movió la cabeza sin más comentarios, durante los años siguientes los Laurent no volvieron a ser interrogados. Ese fue un descuido comprensible pues la Real Policía Montada de Canadá ya estaba ocupada en esa época con el caso más extraño de su historia...

Pueblo cerca del lago Anjikuni

Cuando otro cazador, llamado Joe Labelle, marchaba con sus raquetas de nieve hacia el pueblo junto al lago Anjikuni, se sintió agobiado por una extraña sensación de pavor. Normalmente, aquel era un ruidoso núcleo rural de mil doscientas personas y ese día, Joe hubiera esperado oír a los perros de los trineos que ladraban para darle su habitual bienvenida.
Pero las chozas rodeadas por la nieve estaban recluidas en el silencio, y no salía huno de ninguna chimenea.
Al pasar por la orilla del lago Anjikuni, el cazador vio que los botes y los kayaks todavía se hallaban amarrados a la orilla. Sin embargo, cuando fue de puerta en puerta, solamente encontró una soledad misteriosa. Aún estaban apoyados en las puertas los apreciados rifles de los hombres. Ningún viajero esquimal dejaría jamás su rifle en casa.
Dentro de las cabañas, las ollas de caribú guisado estaban mohosas sobre los fuegos apagados hacía mucho tiempo. Sobre un camastro había un anorak remendado a medias y dos agujas de hueso junto a la prenda.
Pero Labelle no encontró cuerpos, ni vivos ni muertos, ni tampoco señales de violencia.

En algún, momento de un día normal -cerca del almuerzo según parecía- se produjo una repentina interrupción en el trabajo diario, pero lo que la vida y el tiempo parecían haberse detenido en seco.
Joe Labelle fue a la oficina de telégrafos y transmitió su informe al cuartel general de la Real Policía Montada de Canadá. Todos los oficiales disponibles fueron enviados a la zona de Anjikuni. Al cabo de unas pocas horas de búsqueda, los policías montados dieron con los perros de los trineos perdidos. Estaban atados a los árboles cerca del pueblo y sus cuerpos se hallaban bajo una sólida capa de nieve. Habían muerto de hambre y de frío.
En lo que fuera el cementerio de Anjikuni, se produjo otro descubrimiento escalofriante. Ahora, era un lugar de grandes tumbas abiertas, de las cuales, bajo una temperatura glacial, alguien se había llevado los cadáveres.

No se veían huellas fuera del pueblo, ni tampoco posibles medios de transporte por los cuales la gente pudiera haber huido. Sin poder creer que mil doscientas personas pudieran desvanecerse de la faz de la tierra, la Real Policía Montada de Canadá amplió su búsqueda. Con el tiempo, la investigación cubría todo el Canadá y continuaría durante años. Pero después de tantos años, el caso sigue sin solución.

viernes, 17 de septiembre de 2010

Familia aterrorizada porque se le apareció EL DIABLO en una baldosa del baño

Una aterrorizada familia temen que su baño ha sido poseído por el diablo al aparecer una imagen de Satanás, de un día para el otro, en un azulejo del baño.


Laszlo Csrefko, gastó una fortuna en la renovación de su casa familiar en Békásmegyer, Budapest, con un nuevo baño, ducha y azulejos nuevos.

Pero después de tomar su primera ducha, su horrorizada esposa Andrea, de 47 años, huyó del cuarto de baño cuando vio la cabeza con cuernos del diablo en una de las baldosas.

Ella dijo: “Estuve desnuda en la ducha y de repente me veía con sus ojos fijos en mí. Sólo grité y salí corriendo.”

Laszlo, de 52 años, agregó: “No podemos limpiarlo y no estaba allí cuando pusimos los cuadros de arriba. Se acaba de aparecer de un día para el otro y nada lo puede mover”.

“La habitación está siempre muy fría, no importa qué tan alto la calentemos y acabamos de dejar de usarla porque es demasiado espeluznante”.

La pareja ahora llamaron a un exorcista para limpiar el cuarto de baño de los malos espíritus.
Laszlo dijo: “Necesitamos la ayuda de Dios o del espíritu santo o vamos a sellar la habitación para siempre”.

jueves, 16 de septiembre de 2010

De aqui a nada comeremos carne sin necesidad de animales

La producción en laboratorios de carne sin necesidad de matar animales se aleja de la ciencia ficción y podría poner en menos de diez años una hamburguesa “verde” sobre el plato. La carne fermentada es “carne” elaborada a partir del cultivo en el laboratorio de células madre o de músculo de animales como pollos, cerdos o corderos.

No es un chiste, los estudios están muy adelantados. La fórmula secreta está en una especie de sopa “biomédica” compuesta de nutrientes procedentes de sangre animal y microorganismos, donde se coloca una célula que podría teóricamente alimentar a toda la población mundial durante un año.

Por el momento, el resultado son sólo unas pequeñas tiras de carne de cerdo de un centímetro de largo que pueden ser estiradas y a las que se puede añadir proteínas. Si la tecnología continúa avanzando dentro de cinco a diez años esas tiras podrían producir sustitutivos de carne a gran escala con dureza suficiente como para hincarle el diente y confundir su sabor con el de una costeleta “tradicional”.

Claro, no todo es tan sencillo, por ahora la producción de esta carne de laboratorio tiene como desventaja el alto costo de producción, pero nadie descarta que en el fututo ese sea un obstáculo salvable.

Los puntos a solucionar tienen que ver con automatizar el proceso de industrialización y conseguir “ingredientes” más económicos, ya que los utilizados hasta el momento son producto de caras investigaciones biomédicas.

Mientras el público ha reaccionado con reservas a esta alternativa alimenticia, los defensores del proyecto establecieron claramente las ventajas que traería. Se podría controlar su producción para evitar enfermedades como el mal de las vacas locas o la gripe A, e incluso obtener carne “light”. “Y hasta podemos hacer hamburguesas que prevengan los ataques al corazón”, aseguró Jason Matheny, director de New Harvest, una organización sin ánimo de lucro que une los esfuerzos de científicos de todo el mundo en este campo. Para convencer a los que desconfían de una comida alejada de los prados o las granjas, y con “ganaderos” de bata blanca, argumenta que “la mayor parte de lo que comemos viene del laboratorio, todo está procesado”, como la leche, el queso o los “nuggets”.

Sobre la posibilidad de que estas prácticas experimentales puedan tener efectos inesperados para la salud humana, respondió: “No somos conscientes de ningún riesgo”.

La idea de carne sin el coste de las vidas de seres vivos es una aspiración que va más allá de las reivindicaciones de los defensores de los animales. Este invento podría ser una solución a la insostenibilidad de un planeta con un ganado que devasta el Amazonas y aumenta el calentamiento global, como alertó el informe de Naciones Unidas “La larga sombra del ganado”.

No sé que les pasó a ustedes después de leer este post, pero a mí no se me hizo agua la boca, e incluso diría que mientras más pienso en carne fermentándose en una sopa biológica, más me imagino un matambrito sobre la parrilla con unas buenas achuras que lo rodeen. Buen provecho.

miércoles, 15 de septiembre de 2010

El misterio del esqueleto múltiple




Los breves de la prensa italiana esconden a menudo historias fascinantes. Conviene alertar de que, a medida que se lee, la trama de ésta es cada vez más incomprensible. Empieza el 26 de julio de 2007 con un incendio, intencionado, en un cañaveral de las afueras de Roma. Cerca de un campamento de gitanos en el barrio de la Magliana y junto a un carril- bici, en la orilla del río Tíber. Los bomberos lo apagan pero, sorpresa, encuentran restos de un cadáver.

Era un esqueleto apenas enterrado, casi tendido, junto a un muro. De hecho, fue pasto de las llamas. Yacía en perfecta disposición, como si se hubiera muerto allí mismo. Al lado había una bolsa con ropas, unas llaves y un documento personal. La Policía relacionó el documento con un hombre de 77 años desaparecido cuatro años antes, el 31 de octubre de 2003, víspera del día de difuntos. Salió a dar un paseo y nunca volvió. Un tal Libero Ricci, judío, jubilado, ex-empleado del Vaticano. La Policía cogió las llaves y fue a su casa: abrían la puerta. Pensaban que el caso estaba resuelto y esperaron a que el análisis forense corroborrara la identificación. Pero no estaban más que al principio de un caso endiablado, no al final de uno fácil.

El esqueleto no era de Libero Ricci. Es más, no era de una persona, sino de cinco. Se trataba en realidad de un puzzle completo y perfecto, al que sólo le faltaban huesecillos de pies y manos, compuesto con restos de cinco cadáveres. Tres mujeres y dos hombres. Y ninguno era Libero Ricci. Además, murieron en fechas muy distintas y distantes, un periodo de dos décadas que va de 1986 a 2006.

Las piezas del puzzle

Los análisis establecieron el siguiente reparto de procedencias. El cráneo y la columna eran de una mujer de entre 45 y 55 años fallecida entre noviembre de 2002 y noviembre de 2006. Es decir, poco antes del incendio. Pero las fechas se alejan con las otras dos mujeres. La segunda, de 35 a 45 años, habría perecido entre abril de 1995 y diciembre de 2000. Suya es la tibia izquierda. La tercera, de 20 a 35 años, murió entre noviembre de 1992 y febrero de 1998. Los restos de uno de los hombres, de 40 a 50 años, datan de entre febrero de 2002 y octubre de 2006, otra fecha próxima al hallazgo. Pero el segundo, que tenía entre 25 y 40 años, es el cadáver más antiguo, de alguna fecha entre febrero de 1986 y octubre 1989.
Los forenses practicaron un test del ADN del cráneo y resultó que al menos esa mujer es pariente, por parte de madre, de Libero Ricci, el hombre desaparecido. La madre de Ricci se llama Rebecca Moscato y escapó milagrosamente, con Libero y sus otros dos hijos, de la persecución nazi en la Segunda Guerra Mundial. El profesor forense Luigi Cipolloni ha añadido que el cráneo tiene una lesión y era de una persona que no fue en su vida al dentista.

La Policía tiene cinco muertos y un solo nombre, pero de un sexto hombre desaparecido. La zona del hallazgo es muy frecuentada y el incendio parece hecho adredre para forzar el descubrimiento del esqueleto. Como un desafío. Quien lo haya construido tiene precisos conocimientos de anatomía. Al final la Policía ha acudido al conocido programa 'Chi l'ha visto?', el '¿Quién sabe dónde?' italiano, que se ocupa de casos sin resolver. Se emitió el lunes. Han llamado decenas de personas con parientes desaparecidos para cotejar sus datos genéticos. La Policía cree que puede tratarse de un macabro coleccionista de huesos, pero no saben de dónde los sacaba, o de un asesino en serie, aunque el lapso entre las muertes es demasiado largo. Quizá sean mendigos o víctimas de desapariciones, pero tampoco se sabe dónde están los huesos que faltan. El fiscal ha abierto una investigación por homicidio múltiple y ocultación de cadáver, pero poco más.

martes, 14 de septiembre de 2010

Aparece un cadaver con rasgos extraños en su cuerpo en Plum Island



Ahora el reciente descubrimiento es mucho más dramático y desconcertante pues se trata de un humano con “extrañas” características. La primera información la ofreció el “New York Post” y ahora corre por toda la red sin que sea posible ver una fotografía del cuerpo.

El cuerpo esta parcialmente descompuesto y hasta el momento no ha sido identificado. Según la Policía del Condado de Sufflolk, el descubrimiento lo realizo un guarda de seguridad que patrullaba el “Centro Federal de Investigación de Enfermedades” situado en la Isla de Plum, en concreto en el extremo suroeste alrededor de las 4:15 pm. Siendo precisamente el lugar donde se ha descubierto el cuerpo, lo que ha suscitado tanta sospecha.

El cuerpo pertenece a un hombre de raza negra, de 1,90m de altura “con unos dedos extremadamente largos, lo mismo que su cuerpo” – según describió el guarda de seguridad -. Llevaba puestos pantalones de color verde con una frase que decía “God Body Collection” inscrito en sus botones, y una camiseta también de color verde de manga corta, y mocasines marrones en los zapatos. El cinturón tenía una hebilla que llevaba escrito “Stacey Adams”.

Según el análisis preliminar, no hay señales de traumatismos o heridas por lo que se ha descartado el homicidio. Para su análisis forense, el cuerpo será llevado a la Oficina del Condado de Sufflolk donde se le realizara la autopsia para determinar la causa de la muerte, para lo que la policía, como decía, descarta el asesinato.

lunes, 13 de septiembre de 2010

Misteriosas bolas de hielo gigante descubiertas en la costa de Suecia


Los observadores de aves caminando por la playa en la isla báltica de Öland, frente a la costa sudeste de Suecia, quedaron desconcertados por un recientemente fenómeno natural inusual cuando se toparon con decenas de bolas de hielo del tamaño de pelotas de fútbol que se extendían en la orilla.

Una semana antes de Navidad, Magnus Bladh, de la estación de aves de Ottenby, ubicada en el sur de Cabo de Öland, estaba paseando por la playa con un colega cuando vio algo que nunca había visto antes.

“Las temperaturas eran bajo cero y había un ligero viento, ¡hacía mucho frío! En las algas vimos al menos 200 bolas de hielo”, dijo en un informe a la agencia meteorológica de Suecia SMHI.

“Las bolas variaban en tamaño, pero las más grandes eran bastante grandes, algunas más grandes que una pelota de fútbol”.

Lo que desconcertó a Bladh fue que las bolas estaban descansando en el lado oeste de un lecho de algas, a pesar de que los vientos dominantes eran del este.

Cuando más tarde Bladh y sus colegas rompieron una de las bolas de hielo para abrirla, descubrieron que se trataba de una gruesa capa 2 a 5 centímetros de hielo, que cubría un núcleo de nieve blanda y húmeda.

Según SMHI, las bolas de hielo se forman probablemente cuando los rollos de nieve ligera son barridos de la orilla hacia las aguas que se encuentran en o por debajo de cero, pero no se forma hielo uniforme debido a los fuertes vientos.

Luego los rollos de nieve se agitaban en las frías aguas, donde la acción del oleaje eventualmente las moldea en bolas de hielo.

“Es difícil decir cuán común son las bolas de hielo, ya que depende de los informes de los testigos”, dijo la portavoz de SMHI, Alexandra Ohlsson, a The Local.

Una revisión del SMHI de las condiciones meteorológicas en el sur de Öland en los días previos al descubrimiento de Bladh de las bolas de hielo, reveló que las temperaturas en la zona en general estaban por debajo de cero, con nevadas y vientos del norte y el noreste de un promedio de 50 kilómetros por hora.

Según el SMHI, era posible que los rollos de nieve cerca de la costa sigan siendo suaves debido al calor que emana desde el terreno, los que luego son barridos al agua por los fuertes vientos.

Una vez formadas, las bolas pueden regresar a la costa y, en lugar de flotar en aguas abiertas, permanecen allí debido a un cambio en las condiciones del mar en los días previos a que fueran descubiertas las bolas de hielo. Los niveles de agua variaron varios decímetros entre el 17 y 18 de diciembre, cuando Bladh y sus colegas encontraron las bolas de hielo regadas en la orilla.

Al lado del descubrimiento de Bladh, la página web del SMHI sólo menciona otros dos casos denunciados de bolas de hielo que se descubrieron en Suecia desde la década de 1950.

viernes, 10 de septiembre de 2010

"Mary Celeste": La historia de un buque fantasma


Había algo extraño en ese velero de dos mástiles que daba bandazos, sacudido por el oleaje del Atlántico. Al principio no fue fácil discernir qué era lo que tenía de raro, pero sin duda algo no andaba bien en él. La tripulación del bergantín De! Grano, reunida en cubierta, observó el rumbo errático que llevaba el misterioso barco, al que un tiempo antes había visto emerger como una pequeña mancha blanca en el horizonte grisáceo. El Dei Gratia se fue acercando lentamente al velero, hasta que, a primeras horas de la tarde, el capitán David Morehouse tomó un nimbo paralelo y comenzó a observar el extraño aspecto que ofrecía el barco a través de sus catalejos.
Morehouse advirtió que el barco misterioso era, como el suyo, un bergantín sólidamente aparejado; pero éste sólo mantenía desplegadas dos velas; las otras aparecían hechas jirones o estaban recogidas. La enigmática embarcación, empujada por las suaves ráfagas del viento, viraba de izquierda a derecha como si el timonel estuviera borracho.

Pero el capitán Morehouse no tardó en averiguar por qué ese barco no navegaba en línea recta y uniforme: cuando el Dei Gratia se acercó al barco misterioso, el capitán pudo comprobar que no había nadie al timón, no aparecía nadie en la cubierta y, en general, no se observaban signos de vida. Morehouse hizo señales, pero nadie contestó desde ese velero fantasmal desconocido. Ordenó que se bajara una lancha y que tres hombres trasbordaran; los tres marineros, cuando se hubieron aproximado al velero, gritaron «Ah del barco!... iAh del barco!» Pero no obtuvieron respuesta. En la lancha se desplazaron hasta la popa del velero y leyeron el nombre que allí estaba pintado: Mary Celeste, Nueva York.

La última vez que se había visto al Mary Celeste había sido un mes atrás, el 1 de noviembre de 1872, cuando el barco zarpó de Nueva York con rumbo Génova, portando una carga de 1700 barriles de alcohol en bruto. A bordé estaban el capitán, Benjamin Spooner Briggs —un americano de 37 años— i ¡su primer oficial, Albert Richardson, que comandaban una tripulación compuesta por siete marineros. También viajaban a bordo Sarah, la esposa del capitán, y su pequeña hija de dos años, Sophie. Briggs, un hombre barbudo, honesto y creyente, hacía su primer viaje en el Marv Celeste; anteriormente habla sido, capitán de un barco y luego de una goleta; obtuvo su oportunidad de mandar el Mary Celeste cuando el consorcio dueño del barco le ofrecía tener una participación, la tercera parte del velero que anteriormente ostenta, A el nombre de The Amazon. Los propietarios dieron al velero su nuevo nombre y lo sometieron a reparaciones que en realidad no resultaban imprescindibles. antes de enviarlo hacia el invierno del Atlántico.

El Mary Celeste zarpó del East River de Nueva York y puso proa hacia las Azores, que según el libro de a bordo fueron avistadas el 24 de noviembre. En ese lapso, el tiempo fue bueno y la señora Briggs pudo pasar muchas mañanas en cubierta; por las tardes trabajaba con su máquina de coser o tocaba el armonio (había persuadido a su marido para llevarlo con ellos). Sin embargo, una vez pasadas las Azores, el tiempo empeoré. Soplaba una considerable galerna, algo que no era suficientemente serio como para preocupar a un capitán experimentado. Briggs se limitó a ordenar que se recogieran algunas velas. No cundió el pánico y así lo demuestran las anotaciones del cuaderno de bitácora, que sólo consigna hechos ordinarios. El día siguiente fue 25 de noviembre; por la mañana se anotó en el libro de a bordo la orientación del barco. Y ése fue el último apunte que registraba el libro.

Diez días después, el bote del Dei Gratia atracó a un costado del Mary Celeste. El primer oficial, Oliver Deveau, y el segundo de a bordo, John Wright, subieron al velero y dejaron al tercer marinero atrás, a fin de asegurar la lancha. Deveau y Wright examinaron el barco, y lo que encontraron no hizo más que profundizar el misterio. El viento agitaba libremente el cordaje. El timón oscilaba en silencio; el agua entraba y salía por la puerta de la cocina, que estaba abierta; los marinos encontraron una brújula aplastada; el bote de desembarco había desaparecido Pero bajo las cubiertas, el panorama era aún más extrañamente normal: todo parecía en orden, salvo que no habla persona alguna. En el camarote del capitán estaba el armonio de la señora Briggs, fabricado de palo de rosal; sobre el instrumento aparecía una partitura abierta. La máquina de coser descansaba sobre la mesa; los juguetes de la pequeña Sophie, tiernos polizones, aparecían cuidadosamente ordenados.

En los camarotes de la tripulación, la escena era igualmente normal; la ropa lavada colgaba de una cuerda, donde la habían puesto a secar, y la ropa seca se apilaba sobre las literas en orden, tal como la hablan dejado. En la cocina era evidente que se esto yo preparando el desayuno, aunque sólo la mitad de las raciones parecía había sido servida. Deveau y Wright volvieron a su bergantín e informaron a Morehouse de sus descubrimientos. El capitán sugirió que tal vez el Mary Celeste hubiera sido abandonado por su tripulación durante una tormenta.

Pero Deveau preguntó ¿Por qué, entonces, la botella con jarabe para la tos permaneció abierta sobo la mesa sin derramarse? ¿Y cómo no se rompieron los platos y los adornos encontrados en el camarote del capitán? Un motín, sugirió Morehouse; peo en el Mary Celeste no se encontraron indicios de que se hubiera producido una lucha; y además ¿no era improbable que los amotinados abandonaran el barco junto con sus víctimas? Quizá el barco había comenzado a hacer agol Deveau admitió que en la bodega el agua subía casi a un metro y que en la cubierta yacía abandonada la vara de sondeo. Pero un metro de agua es cantidad normal que se acumula en un viejo barco de casco de madera después de diez días de navegación, y se la podría haber achicado fácilmente bombeándola. Morehouse decidió dejar de lado preguntas que no tenían respuesta y centrarse por entonces en los problemas más importantes: salvar lo que se diera, por ejemplo. De manera que envió al barco a la deriva a algunos de tripulantes que en unas pocas horas de bombeo dejaron la bodega constantemente seca. Al día siguiente, los marineros repararon el aparejo.

El capitán sólo podía utilizar a tres de sus siete tripulantes para conducir a puerto al Mary Celeste. Eligió para esa tarea a Deveau y a los marineros Augustus Anderson y Charles Lund. En lo que constituye una proeza de habilidad náutica, los tres hombres consiguieron conducir al Mary Celeste, a lo largo de 1.100 kilómetros, hasta el que seria su primer puerto de escala, Gibraltar; allí estaba esperándolos el Dei Gratia. Las autoridades británicas de Gibraltar se hicieron cargo del Mary Celeste y ordenaron una investigación. Morehouse, Deveau y sus hombres fueron sometidos a largos interrogatorios. Se supo que bajo la litera del capitán Briggs se había hallado una espada con manchas de sangre: ¿no probaba esto que en el Mary Celeste tuvieron que ocurrir cosas muy graves? Pero una vez que se examinó la espada, quedó claro que sus manchas no eran de sangre.

La investigación comprobó que nueve barriles de alcohol estaban vacíos y que otro estaba abierto: ¿no se habría sublevado la tripulación mediante una borrachera? Deyeau explicó pacientemente a la comisión investigadora que bajo las cubiertas el barco estaba en perfecto orden. ¿No habría cedido Briggs al pánico durante una tormenta y ordenado que se utilizara el bote salvavidas? No había señales de nada semejante: el camarote del capitán estaba todo lo ordenado que pueda esperarse de la habitación de un caballero; la mesa del desayuno estaba puesta, e incluso el capitán había retirado cuidadosamente las cáscaras de los huevos hervidos, que permanecían intactos en su plato. Pero el problema que más desconcertó a los investigadores lo constituyó el encontrar respuestas convincentes para estas preguntas: ¿Cómo pudo el Mary Celeste mantener el rumbo, sin tripulación, durante diez días y 926 kilómetros?

Cuando el Dei Gratia se emparejó con el misterioso velero, Morehouse navegaba rumbo a un puerto; el Mary Celeste estaba rumbo a estribor. Según la comisión, resultaba inconcebible que el Mary Celeste hubiera navegado un trayecto tan largo con el velamen tal corno lo encontró Morehouse. Alguien hubo abordar el barco durante algunos días, después de la última anotación en el cuaderno de bitácora. Las autoridades de Gibraltar estaban seguras de que el bote salvavidas del Mary Celeste aparecería pronto, para dar respuesta a todas las preguntas. Pero el bote no apareció jamás y, el 10 de marzo de 1873, el tribunal de la comisión Investigadora acordó compensar a Morehouse y a sus hombres con la poco generosa cantidad de 1700 libras, muy escasa si se tiene en cuenta lo que éstos habían salvado del mar al rescatar al Mary Celeste: alrededor del 15% del valor de ese barco de 200 toneladas de carga.

La investigación fue cerrada, pero las discusiones continuaron se afirmó que los tripulantes del Mary Celeste habían sido capturados por piratas o atrapados por un pulpo gigantesco, o que habían chocado; algunos supusieron que el capitán había enloquecido. Sin embargo, la más extraordinaria de las teorías sobre el caso del Manry Celeste fue sugerida cuarenta años más tarde, en 1913. Howard Linford, director de un colegio de Hampstead, Londres, dio a conocer un manuscrito sorprendente que un antiguo empleado del colegio le había dejado en herencia. El empleado se llamaba Abel Fosdyk y en su juventud había realizado numerosos viajes. En el documento que en su lecho de muerte entregó al director del colegio, Fosdyk revelaba que, aunque no quedó registrado oficialmente entre los pasajeros, había sido uno de los hombres que viajó en el Mary Celeste, de cuya tragedia era el único sobreviviente. El manuscrito de Fosdvk dice que durante el viaje el capitán Briggs encontró a su pequeña hija jugando cerca del bauprés, la yerga que sobresale de la proa en los veleros. Entonces ordenó al carpintero que hiciera una plataforma segura, para que la niña pudiera jugar sin peligro en su sitio favorito.

A fin de asegurar la plataforma el carpintero practicó profundas muescas en el casco de madera, debajo del bauprés, a ambos lados de la proa. Ése era el origen de las misteriosas marcas que, ciertamente, fueron observadas en el Mary Celeste. Un día de calma, Briggs —dice el manuscrito— sostuvo con su primer oficial una discusión acerca de la capacidad humana para nadar con la ropa puesta. El excéntrico capitán, en el calor de la discusión, saltó del barco al agua para probar su teoría. Todos los tripulantes y pasajeros se precipitaron hacía la plataforma recién construida, para ver mejor el espectáculo fue entonces cuando las maderas de la plataforma se quebraron arrojando al mar a todos.

Pronto aparecieron los tiburones, que dieron cuenta de todos los pasajeros con excepción de Eosdyk, que se aferró a los restos de la plataforma hasta que las corrientes lo arrastraron a la costa de África. Aunque impresionó vivamente a los lectores de todo el mundo, el relato fue rechazado por inverosímil. Así, lo que en verdad sucedió a la tripulación y a los pasajeros del Mary Celeste sigue siendo hasta hoy un misterio.

Veamos qué destino tuvo el barco. Cuando el tribunal de la comisión investigadora de Gibraltar dio por finalizada su labor, el Mary Celeste volvió a estar disponible pero los marineros se negaban a trabajar en ese barco creían que era un barco maldito. El Mary Celeste cambió de manos diecisiete veces durante los once años siguientes, hasta que en 1884 fue adquirido por un grupo de empresarios de Boston. Los nuevos dueños aseguraron el barco por una gran suma de dinero y lo fletaron rumbo a Haití. Allí, un día claro y con la mar en calma, el capitán puso proa hacia un arrecife de coral, donde el barco se hizo pedazos. El intento de fraude fue descubierto y el capitán y los empresarios tuvieron que comparecer ante un tribunal. Mientras tanto, el viejo casco de madera del Mary Celeste se pudría, invisible, en un remoto arrecife caribeño.

jueves, 9 de septiembre de 2010

La familia Obama y la CIA




El periodista de investigación Wayne Madsen ha logrado compilar varios archivos de la CIA que demuestran los vínculos de esa agencia de espionaje con instituciones y personas estrechamente ligadas a Barack Obama, así como a sus padres, su abuela y su abuelo. La primera parte de este trabajo subraya la participación de Barack Obama padre en las acciones de la CIA en Kenia, operaciones destinadas a obstaculizar que el comunismo ganara terreno en ese país gracias a la influencia de China y de la Unión Soviética en los medios estudiantiles. Las operaciones de la CIA en Kenia tenían también como objetivo evitar el surgimiento de líderes africanos no alineados.





De 1983 a 1984, Barack Obama trabajó como analista financiero en una sociedad llamada Business International Corporation, una empresa conocida como siendo una tapadera de la CIA.


Business International Corporation, la empresa tapadera de la CIA en la que trabajaba el futuro presidente estadounidense, organizaba conferencias en las que reunía a los más poderosos dirigentes y utilizaba a periodistas como agentes en el extranjero.



El trabajo que el propio Barack Obama realizó en esa empresa a partir de 1983 coincide con las misiones de espionaje por cuenta de la CIA que su madre, Stanley Ann Dunham, había realizado durante los años 1960, después del golpe de Estado en Indonesia, como trabajo para otras instituciones que también servían de pantalla a la CIA, como la East-West Center de la universidad de Hawai, la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (United States Agency for International Development, USAID) y la Fundación Ford.

Fue durante su trabajo en el East-West Center, en 1965, que la madre de Obama conoció a Lolo Soetoro, el padrastro de Obama, y se casó con él.

Soetoro fue enviado nuevamente a Indonesia en 1965 como oficial de alto rango encargado de servir de consejero al general Suharto y a la CIA en el sangriento derrocamiento del presidente Sukarno.

El padre de Barack Obama había conocido a la madre, en 1959, en un curso de idioma ruso organizado en la universidad de Hawai. Barack Obama padre figuraba entre los seleccionados para participar en un intercambio entre [la región] Este de África y Estados Unidos, intercambio que debía incorporar 280 estudiantes africanos a diferentes instituciones universitarias estadounidenses.

miércoles, 8 de septiembre de 2010

La especie humana desaparecerá en 100 años

La raza humana se extinguirá en los próximos cien años, junto con muchas otras especies, opina el biólogo australiano Frank Fenner, profesor emérito de microbiología en la Universidad Nacional Australiana. Según el científico, algunas de las principales causas son: la sobrepoblación, el consumo descontrolado de bienes y el rápido cambio del clima que conduce al calentamiento global.


“Nuestros antepasados llevaban la vida muy estable y eso les diferencia enormemente de la civilización global de hoy. Los indígenas de Australia han probado que, sin ciencia ni producción de gases carbónicos, pudieron sobrevivir durante 50 mil años”, señaló Fenner. “La sociedad de hoy, por culpa de su actividad económica y social, llevó al homo sapiens a los límites de la extinción”, agregó.

“Sufriremos el mismo destino que la gente de la Isla de Pascua, y eso teniendo en cuenta que el cambio climático está tan sólo comenzando”, dice el académico. “La revolución industrial formó una época que provocó un efecto en el planeta que rivaliza con cualquier era de hielo o impacto de un cometa”.

El científico subraya que no quiere cambiar el modelo del desarrollo de la humanidad que “sigue el camino de su propio fin biológico a pesar de múltiples advertencias”. Según el hombre de ciencia, “es una situación irreversible y es demasiado tarde para remediarla”.

Gracias a la web 2.0, el cambio climático está a la vista de todos: una herramienta de Google (Google Earth Outreach Showcase) permite explorar los grandes desastres de nuestros tiempos.

Stephen Boyden, un colega de Fenner, dijo que los ecologistas son más optimistas: “Puede ser que Frank tenga razón, pero algunos de nosotros aún tenemos la esperanza de que habrá consciencia sobre la situación y, como resultado, se produzcan los cambios revolucionarios necesarios para lograr la sustentabilidad ecológica”.

En la década de 1980, Fenner, hoy de 95 años, ganó premios por su trabajo en la ayuda a la erradicación del virus de la viruela, uno de los más grandes logros de la Organización Mundial de la Salud.

En 2006, otro académico, el Profesor James Lovelock, advirtió que la población mundial podría disminuir tanto como a 500 millones durante el siguiente siglo debido al calentamiento global.