Y creíamos que el 13 era el número de la mala suerte...
Resulta que no es así, al menos para los malogrados propietarios del 0888 888 888, que ya se conoce como 'el número de la muerte'. Uno tras otro, y siempre bajo circunstancias completamente diferentes, los sucesivos poseedores de este número 'gold' (llamado así puesto que es fácilmente recordable), han ido falleciendo en extrañas circunstancias, y muchos han entendido que el número maldito era el responsable de los decesos, obligando al operador búlgaro Mobitel ha suspenderlo sine die.
Fue precisamente, Vladimir Grashnov, CEO del operador, quien inauguró esta siniestra saga, siendo el primer propietario del número, y falleciendo de cáncer a la temprana edad de 41 años. Esta muerte no estuvo exenta de polémica, puesto que se rumoreaba que había sido envenenado por un competidor utilizando una sustancia radioactiva.
El segundo dueño del número no tuvo mejor suerte: Konstantin Dimitrov, un cabecilla de la mafia búlgara, falleció tiroteado durante un fugaz viaje a Holanda en un turbio asunto relacionado con las drogas. El mal fario persiguió, junto con el número de móvil, al siguiente en la lista. Se trataba del empresario Konstantin Dishliev que corrió la misma suerte que Dimitrov, siendo acribillado a balazos a las puertas de un restaurante indio en Sofía. También se vinculó esta muerte con el tráfico de estupefacientes, y mientras la policía investiga las circunstancias del suceso, los responsables del operador han optado por suspender la línea y no venderla a más clientes.
Esta decisión no se sabe si es tomada desde un criterio de prudencia, o movidos por la superstición. "No haremos comentarios. No opinamos sobre números de particulares", es la escueta respuesta de los responsables de comunicación de la compañía. Cualquiera que haga la prueba y llame al +359 888 888 888, recibirá el mensaje de "apagado o fuera de cobertura". Desconocemos si el operador volverá a poner en circulación el número, o incluso si habrá algún valiente que se atreva a usarlo, dados los oscuros antecedentes.
Números Gold se cotizan
Como todo en esta vida, en los números de teléfono también hay clases. Mientras la mayoría de los mortales se conforman con la combinación aleatoria que le proporciona su operador, otros pagan precios elevadísimos por disponer de un número 'gold'. La principal ventaja de estos números es que son fácilmente recordables, pero además confieren a su propietario cierto aire VIP que hace que muchos paguen cantidades ingentes por hacerse con uno. Un paseo por Ebay nos dará buena cuenta de ello. Piden hasta 700 euros por un número fácil de memorizar y entrar dentro de esa élite que anuncia sus móviles sin que su interlocutor necesite anotarlo. Pero la vanidad o practicidad, según se miren, no acaban ahí: si ya dispone de su número de móvil de toda la vida y es difícil de memorizar, en la web PhoneSpell le facilitarán de forma totalmente gratuita, una combinación compuesta con caracteres alfanuméricos del teclado de su móvil.
Resulta que no es así, al menos para los malogrados propietarios del 0888 888 888, que ya se conoce como 'el número de la muerte'. Uno tras otro, y siempre bajo circunstancias completamente diferentes, los sucesivos poseedores de este número 'gold' (llamado así puesto que es fácilmente recordable), han ido falleciendo en extrañas circunstancias, y muchos han entendido que el número maldito era el responsable de los decesos, obligando al operador búlgaro Mobitel ha suspenderlo sine die.
Fue precisamente, Vladimir Grashnov, CEO del operador, quien inauguró esta siniestra saga, siendo el primer propietario del número, y falleciendo de cáncer a la temprana edad de 41 años. Esta muerte no estuvo exenta de polémica, puesto que se rumoreaba que había sido envenenado por un competidor utilizando una sustancia radioactiva.
El segundo dueño del número no tuvo mejor suerte: Konstantin Dimitrov, un cabecilla de la mafia búlgara, falleció tiroteado durante un fugaz viaje a Holanda en un turbio asunto relacionado con las drogas. El mal fario persiguió, junto con el número de móvil, al siguiente en la lista. Se trataba del empresario Konstantin Dishliev que corrió la misma suerte que Dimitrov, siendo acribillado a balazos a las puertas de un restaurante indio en Sofía. También se vinculó esta muerte con el tráfico de estupefacientes, y mientras la policía investiga las circunstancias del suceso, los responsables del operador han optado por suspender la línea y no venderla a más clientes.
Esta decisión no se sabe si es tomada desde un criterio de prudencia, o movidos por la superstición. "No haremos comentarios. No opinamos sobre números de particulares", es la escueta respuesta de los responsables de comunicación de la compañía. Cualquiera que haga la prueba y llame al +359 888 888 888, recibirá el mensaje de "apagado o fuera de cobertura". Desconocemos si el operador volverá a poner en circulación el número, o incluso si habrá algún valiente que se atreva a usarlo, dados los oscuros antecedentes.
Números Gold se cotizan
Como todo en esta vida, en los números de teléfono también hay clases. Mientras la mayoría de los mortales se conforman con la combinación aleatoria que le proporciona su operador, otros pagan precios elevadísimos por disponer de un número 'gold'. La principal ventaja de estos números es que son fácilmente recordables, pero además confieren a su propietario cierto aire VIP que hace que muchos paguen cantidades ingentes por hacerse con uno. Un paseo por Ebay nos dará buena cuenta de ello. Piden hasta 700 euros por un número fácil de memorizar y entrar dentro de esa élite que anuncia sus móviles sin que su interlocutor necesite anotarlo. Pero la vanidad o practicidad, según se miren, no acaban ahí: si ya dispone de su número de móvil de toda la vida y es difícil de memorizar, en la web PhoneSpell le facilitarán de forma totalmente gratuita, una combinación compuesta con caracteres alfanuméricos del teclado de su móvil.
1 comentario:
Primero; en la línea de "trabajo" de los antes nombrados no es mucho suponer que algo así les pasaría sin importar el número que tuviesen.
Segundo; el 13 jamás fue de mala suerte. Además eso varía por cultura, en Japón es el 4 y en otros cualquier número impar.
Tercero; los ricos son tán imbeciles como cualquier otro.
Salud.
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