Las estadísticas resultan ser siempre una muy buena herramienta de análisis, al mismo tiempo que un aspecto bastante curioso del comportamiento humano, y de otro sin fin de actividades que suceden cada día. Claro que, como todo lo que le compete a los números, resultan excesivamente frías, y no siempre logran impactar como deberían en la gente, que muchas veces no logra captar del todo la idea más allá de los resultados.
Breathingearth es un curioso proyecto que aprovecha los estudios estadísticos de natalidad, mortalidad y emisiones de CO2 mundiales para crear una simulación global que nos invita a presenciar los nacimientos, muertes y emisiones de CO2 en tiempo real, a medida que se van sucediendo a lo largo y ancho del mundo.
Breathingearth es un curioso proyecto que aprovecha los estudios estadísticos de natalidad, mortalidad y emisiones de CO2 mundiales para crear una simulación global que nos invita a presenciar los nacimientos, muertes y emisiones de CO2 en tiempo real, a medida que se van sucediendo a lo largo y ancho del mundo.
Como era de esperarse, las mayores tasas de natalidad y mortalidad se encuentran en Asia y África, y las mayores emisiones de CO2 provienen de los países más desarrollados como Estados Unidos, Rusia, China e India. Llama particularmente la atención como en el caso de India las “luces” que anuncian un nacimiento o un deceso no parecen detenerse nunca, siendo el país con el mayor índice de natalidad y mortalidad del globo, con un nacimiento cada 1.2 segundos y una muerte cada 4.3 segundos.
Un experimento bastante particular, que nos ayuda a tener una idea global mucho más amplia, y de alguna manera nos invita a reflexionar acerca de las infinitas situaciones que se suceden en una punta y otra del mundo.
Como curiosidad, desde que empecé a escribir este artículo han nacido 4352 personas, murieron otras 1758, y se emitieron 860,000 toneladas de CO2. Casi nada.
Un experimento bastante particular, que nos ayuda a tener una idea global mucho más amplia, y de alguna manera nos invita a reflexionar acerca de las infinitas situaciones que se suceden en una punta y otra del mundo.
Como curiosidad, desde que empecé a escribir este artículo han nacido 4352 personas, murieron otras 1758, y se emitieron 860,000 toneladas de CO2. Casi nada.
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